“Conocí el infierno el 9 de marzo del 2021, va a quedar grabado en nuestras memorias, cuerpas y espíritus porque nos destruyeron, no nos olvidaremos jamás. Cada quince minutos ardía la Comarca entera y sabemos que no fue casualidad. A las personas que hicieron esto les decimos que vamos a seguir resistiendo y que hoy por más que nos quieran estigmatizar la gente está despertando y ya no creen las mentiras que decían durante la gestión de Patricia Bullrich y más atrás.” Marilyn Cañio, mapuche werken de la Lof Cañio.
Humo en el aire, en las gargantas, en los pulmones, ojos que sólo ven lenguas de fuego gigantes y se llenan de lágrimas mientras todo se consume, personas corriendo, autos en marcha sin encontrar una salida, bomberos, brigadistas voluntarixs. Una nube roja inmensa explota. El viento arrastra el calor de las montañas que arden. El mismísimo infierno de la Divina Comedia se vivió en la zona de la Comarca Andina que abarca Lago Puelo, El Hoyo y el Bolsón. Comunidades castigadas de la peor manera, cuando su único objetivo siempre fue proteger el territorio y el agua. Mientras exigen un mundo con un cambio de paradigma, lejos del extractivismo, los negocios turísticos y los proyectos mineros de multinacionales que destrozan todo a su paso, son criminalizadas.
Familias enteras que lo perdieron todo, aun cuando el saldo de los incendios ni siquiera fue registrado por las autoridades de la provincia de Chubut, lxs vecinxs realizaron sus propios relevamientos sobre el desastre que dejó el fuego. Dos personas perdieron la vida -María Briones y Sixto Garcés Liempes- y una tercera falleció días después en el hospital. Cuentan que se quemaron alrededor de 1500 hectáreas, la destrucción total de 500 casas, más otras 400 con deterioros parciales, algunas partidas al medio, otras de las que ni siquiera quedaron restos, también se perdieron las vidas de muchos animales, la cantidad aun hoy la están calculando. El verde del bosque nativo que embelesaba la vista de cualquiera, ahora es todo gris, aridez, cenizas, olor a madera quemada y la tierra en su interior todavía quema.
Desde el 24 de febrero cuando comenzaron los incendios en la Comarca, Vanesa Millañanco, mapuche de Pu Lof en Resistencia, Departamento de Cushamen y otras mujeres participaron de la cuadrilla organizada integrada por personas autoconvocadas de El Bolsón en Defensa del Bosque para combatir el fuego. Primero acompañaron el trabajo que estaba realizando la comunidad Anticura en el paraje Cuesta del Ternero, “fue un febrero de mucho trabajo y calor”, relató Vanesa, en simultaneo se produjeron incendios en en Los Repollos y Rinconada Nahuel Pan. Dos semanas después, cuando parecía que lo peor había pasado, la Comarca andina comenzó a arder.
El domingo 14 de marzo los focos de incendios volvieron y la cuadrilla se activó. Vanesa se calzó unos borcegos, un pantalón y una camisa grande de Grafa que le habían donado, pala, picota, pasó a buscar a una compañera y llegaron al paraje Las Golondrinas, ubicado en el Departamento Cushamen. “Nosotras en realidad, tenemos poca formación, nuestra ayuda nace de la solidaridad que hay con nuestro pueblo nación mapuche al que pertenecemos y en las comunidades, estamos acostumbradas a que esta solidaridad es constante en distintas épocas del año. Tenemos un trabajo previo que hacemos en conjunto en el territorio. Tenemos conciencia de pueblo centrada en salvar el territorio porque ahí habitan las fuerzas de la naturaleza que le dan vida al pueblo mapuche”, explicó Vanesa.
Para el pueblo nación mapuche sin territorio no hay vida, por ello desde hace años iniciaron un proceso de recuperación de esas tierras de las que fueron depojadxs y que les pertenecen ancestralmente. Hay comunidades con una organización autónoma, en defensa de los bienes naturales que luchan contra la megaminería y los proyectos turísticos que constantemente amenazan con instalarse en la Comarca y en la meseta de la Patagonia. En ese sentido Vanesa aseguró: “Si la minera avanza como ya lo han hecho en algunos lugares se produciría un ecocidio. Sabemos y entendemos que este incendio fue intencional. Es momento de que la sociedad no mapuche empiece a despertar y a entender la gravedad. Esto estuvo planeado, no puede ser que, en tan pocos días, en pocas horas se encendió Golondrina, Radal, Epuyén, Cholila. Todo un paralelo de bosque nativo donde justamente hay mapas de cateos mineros. Por eso decimos que esto fue intencional. Es muy grave lo que está pasando”.
Mientras el viento y las altas temperaturas amenazan con volver a reactivar focos de incendio, las comunidades y vecinxs de la Comarca comenzaron con las tareas de reconstrucción de sus casas porque se acerca el otoño. Los árboles que durante el invierno protegían las casas de la nieve, ya no están, los techos tienen que ser fuertes para soportar las nevadas. Vuelven a empezar con una certeza: “Esto es un incendio político, detrás hay intereses económicos. No se quema el campo a Lewis o Benetton ni los de un montón de terratenientes que están usurpando la Patagonia. Se queman las pocas tierras del pueblo oprimido. No es casual que estos incendios se generaron donde hay recuperaciones territoriales. Eso es lo que nos llama la atención. No es casual que el incendio haya llegado justo la Lof Cañio, una de las lof que se oponía a que se realice un centro de esquí. La Cuesta del Ternero, donde también hay comunidades mapuches, donde hay bosque nativo, no es casual tampoco que todo eso se haya quemado”, manifestó Vanesa.
El 19 de marzo organizaciones populares de vecinxs, ambientalistas y de Derechos Humanos de la Comarca Andina denunciaron que el Ministerio de Seguridad de Chubut, comandado por Federico Massoni inició una caza de brujas criminalizando a vecinxs que se manifestaron el 13 de marzo cuando el presidente Alberto Fernández visitó la provincia. “Hubo allanamientos ilegales, se llevaron detenidas personas que ni siquiera habían estado en la marcha y las personas que estuvieron tampoco son responsables, solo estaban reclamando”, explicó Vanesa y se pregunta: “¿Cuándo el Estado va a aceptar la responsabilidad de estos hechos, este avasallamiento que se está dando por los territorios? sabemos que hubo infiltrados ¿cuándo van a culpar a los verdaderos responsables?”, el propio Massoni tuvo que reconocer que los hombres que tiraron piedras contra la camioneta de Fernández escaparon en un auto cuya patente pertenece a la División de Investigaciones de la provincia.
No pasarán
Marilyn Cañio es werken (vocera) de la Lof Cañio, ubicada a 10 kilómetros de la localidad El Maitén en Chubut, es la quinta generación de su comunidad que resiste en su territorio frenando diversos proyectos mineros, inmobiliarios y turísticos. El Estado argentino aún no reconoció la preexistencia de su familia. En el 2010 detuvieron la instalación de un megaproyecto turístico de 19 pistas de esquí, “llegaron a talar 500 metros de bosque nativo e hicieron un refugio y un hotel en la montaña, nosotros logramos frenar eso que lo estaba llevando a cabo el municipio de El Maitén y la Provincia de Chubut”, relató. El fuego estuvo a punto de arrasar también con sus viviendas, se organizaron y durante ocho días lo combatieron junto a brigadistas voluntarixs que se acercaron para asitirlxs. Cerca de esta comunidad hay familias que son pequeñxs productores y perdieron todo, trabajaban la tierra y criaban animales, todo fue consumido por el fuego.
Marilyn asegura que con los incendios quieren limpiar los territorios, “Sabemos que es un lugar muy codiciado pero los negocios turísticos destruyen la naturaleza, hoy en día nos queda solo este bosque, el resto se quemó todo, sabemos que hay un interés de por medio que tiene que ver con las mineras, las hidroeléctricas, hay ríos que están cercanos a las comunidades como en Corcovado que está la represa Santa Elena, una empresa que quiere entubar el río Carrileufu y todas las comunidades venimos resistiendo a estos intereses capitalistas que son nocivos, destructivos. No hay forma de negociar nada porque nosotres lo que nos planteamos como mapuche y gente de la tierra en defensa de la vida es que podemos dialogar cómo habitar un espacio, pero no cómo destruirlo y eso nos pone en jaque constantemente, es una resistencia de todos los días. Donde nosotros vemos plantas, vida, fuerzas, nuestra espiritualidad, ellos solamente ven mineras.”
Cañio es una comunidad autónoma, la tierra es su sostén y fuente de vida, tienen huerta, animales, protegen y preservan el territorio. Los pocos animales que lograron salvar del incendio ya no tienen donde pastar, todo es cenizas y como muchas familias deberán empezar de cero, sus casas se salvaron gracias al trabajo que realizaron junto a lxs voluntarixs. Mientras las comunidades mapuche luchaban contra el fuego, algunos medios de comunicación de la mano con los discursos de odio de Miguel Angel Pichetto, Patricia Bullrich y Alberto Weretelneck lxs responsabilizaron de iniciar los incendios con acusaciones infundadas. “La estigmatización y persecución sobre nuestra gente es constante y justamente lo vemos por los intereses que hay en los territorios, y no es casual que nos culpen a nosotres. Los medios de comunicación publican que los mapuche son responsables de los incendios y después la justicia nos encarcela, nos allana, nos desaparece, esa es la respuesta que tiene el Estado argentino y los distintos gobiernos con nosotres y esto sucede hace millones de años, desde que el Estado argentino invadió los territorios la lucha es la misma. Están preparando el terreno para avasallar con todo”, aseguró.
La vocera mapuche contó que mientras el gobernador Arcioni posaba para las fotos con las familias que perdieron todo, lxs brigadas de voluntarixs con los pocos recursos que tenían se organizaron con la comunidad para buscar al lamien Sixto quien lamentablemente fue hallado sin vida, “el gobernador no hizo nada para encontrarlo”, denunció. Lxs vecinxs autoconvocadxs se acercaron porque entendieron el llamado de auxilio de la comunidad, en un gesto de enorme solidaridad, las personas de la Comarca, incluso aquellas que habían perdido todo se acercaron voluntariamente para apagar los focos de incendio. “Nos costó un montón que las autoridades de la provincia manden un helicóptero que tiró un poco de agua y a las dos horas se secó, nos acusan a nosotros los mapuches, los pobres que estamos resistiendo para que no nos dejen sin agua”, contó.
Marilyn forma parte del Movimiento de Mujeres Indígenas por el buen vivir integrado por mujeres de las 36 naciones indígenas que habitan el país, se unieron en defensa de los derechos de las comunidades, para denunciar los atropellos y la violencia institucional que viven en sus territorios, el chineo: las violaciones a niñas indígenas del Norte de parte de criollos, el avance de empresas multinacionales que contaminan sus territorios, lo que denominan terricidio, “nuestro sostén en todos los sentidos es la tierra, si nos la sacan, nos matan”, aseguró.
El 17 de marzo las mujeres de los diversos territorios y comunidades iniciaron una Caminata Plurinacional desde distintas provincias del país, abierta a todas las personas que deseen sumarse, para reclamar que el terricidio que atenta contra la vida de la madre tierra sea considerado un crimen de lesa humanidad y lesa naturaleza. Denuncian el extractivismo que destruye los bosques nativos y la impunidad de las empresas. La caminata culminará en la Ciudad de Buenos Aires, el 25 de mayo al cumplirse 211 años del primer grito de independencia del Estado Argentino que invadió los territorios indígenas. “Vamos a caminar con todas estas guerreras para frenar el capitalismo destructivo que nos va a matar a todes no solamente a nosotres. Las comunidades estamos en la primera línea en los territorios y somos los más afectados nos contaminan y nos matan de diferentes maneras y nos matan. Nos juntamos para resistir por la vida de los territorios que afecta al mundo entero. Esto que quemaron acá no solo me afecta a mi porque estoy adelante sosteniendo el fuego que está entrando al cerro, si se quema este bosque nativo nos afecta a todes, queremos hacer un llamado de conciencia al pueblo argentino porque el agua y el aire contaminado enferma a nuestres niñes”, ratificó Marilyn.
En la Comarca hay una tradición de lucha y resistencia que se afianza y se fortalece en redes de solidaridad que fueron construyendo vecinxs, artesanxs, pequeños productores y comunidades indígenas. Hoy están rehaciendo sus vidas, sus hogares y las mujeres de la Comarca ocupan un rol central en esa reconstrucción, caminan juntas en defensa de la madre tierra.