En el marco de sus actividades por la conmemoración del 24 de marzo, la Comisión Argentina para Refugiados y Migrantes (CAREF) da a conocer una investigación que repasa algunos de los expedientes de su archivo histórico y sistematiza el trabajo de la organización en dictadura. Se trata de un banco de documentos (legajos, fotos, recortes de prensa) que la organización sistematizó desde su apertura en 1973 hasta la actualidad. En su primer informe se aborda el material identificado entre 1973 y 1983, donde se trabajó fundamentalmente con personas refugiadas por razones políticas de origen chileno.
El primer informe se titula “Historias de archivos y exilios. Preservación y panorama de los registros del Servicio Social de CAREF, 1973-1983”. El material que presenta surge de la clasificación, preservación y digitalización de los expedientes iniciados entre 1973 y 1983, en el marco de las actividades de puesta en valor del Archivo Histórico de la institución. Según el documento, entre 1973 y 1975, CAREF registró, en unas 2.200 carpetas, la asistencia brindada a miles de personas que huyeron de Chile luego del derrocamiento del gobierno democrático de Salvador Allende producido en septiembre de 1973.
Apenas un mes después del golpe de Estado de Augusto Pinochet, el 8 de octubre de ese mismo año, un grupo de pastores de diversas iglesias evangélicas fundó la Comisión Argentina para los Refugiados del Consejo Mundial de Iglesias, para “atender las necesidades de los refugiados procedentes de la vecina República de Chile”. “Estos documentos reflejan una de las actividades centrales de la institución desde sus inicios: la atención directa a exiliados y exiliadas en sus necesidades de protección, documentación, vivienda, transporte, alimentación y salud, e incluso los trámites necesarios para solicitar asilo o establecerse en un tercer país. Las graves vulneraciones de derechos, las preocupaciones, las opciones y las dificultades fueron registradas en las planillas que el equipo profesional de CAREF completaba en cada entrevista y complementaba con certificados de hospitales, recetas de medicamentos, recibos de compras, de alquileres, y hasta relatos de puño y letra de los protagonistas de las historias singulares y colectivas”, dice el informe.
En sus primeros diez años, entre diciembre de 1973 y diciembre de 1983, CAREF inició alrededor de 3.500 expedientes en los cuales se fueron registrando las consultas y la asistencia brindada a unas 16.000 personas que arribaron a Argentina provenientes de diversos países, especialmente de Chile. Estos documentos fueron preservados e inventariados en el marco de un convenio con el Archivo Nacional de la Memoria.
Algunos de los datos que se exponen en el informe son:
*De los 3.547 expedientes fechados entre 1973 y 1983, 70% corresponde a personas o familias chilenas. De ellos, 51 fueron iniciados en 1973, 1.384 en 1974 y 368 en 1975.
*Los primeros expedientes, iniciados en diciembre de 1973, dan cuenta de la asistencia brindada a varones y mujeres muy jóvenes (muchos entre 18 y 24 años) y a parejas con niños muy pequeños (entre ellos, bebés de 2 o 3 meses) que habían llegado desde Chile durante octubre y noviembre, inmediatamente después del golpe. Se trataba de estudiantes, artistas, operarios, empleados, periodistas, abogados, etcétera. Varias de estas personas contaban con alojamiento en Buenos Aires pero carecían de recursos para alimentarse o moverse en la ciudad. Las planillas y los comprobantes registran la entrega de dinero en efectivo para “alimentación” y “movilidad”, y en algunos casos para “hospedaje” o “alquiler”.
*Algunas personas fueron alojadas temporalmente en dependencias del Instituto Superior Evangélico de Estudios Teológicos (ISEDET), en el barrio de Flores, en hoteles céntricos o en la casa que las iglesias habían acondicionado en la localidad de José C. Paz, 40 km al noroeste de la Ciudad de Buenos Aires.
*En 675 de los expedientes inventariados se informa la partida desde Buenos Aires hacia el exilio. La mayoría de estas partidas (70%) ocurrieron en 1974 y 1975, y los principales destinos fueron Canadá (18%), Reino Unido (14%), Suecia (13%), Rumania (12%)15 y Francia (9%). Cerca de 430 de los expedientes que se cerraron debido a exilio correspondían a familias, en muchas de las cuales había niños y niñas de corta edad.
A diciembre 2020, el Archivo Histórico de CAREF contaba con casi 6.000 documentos digitalizados. “CAREF tiene una triple responsabilidad en relación a los documentos que conforman el archivo. Primero, para con las personas refugiadas y sus familias, ya que las carpetas y expedientes pueden servir como prueba del exilio y la persecución. Segundo, para con la Justicia, que en diversas oportunidades requiere información por casos puntuales. Y tercero, para con la sociedad en su conjunto: son documentos que dan cuenta de una época, de lo que ocurrió con muchas personas y de lo que significaron las dictaduras y la persecución en el Cono Sur”, apuntó Gabriela Luguori, Directora Ejecutiva de la institución.
La organización aclaró, sin embargo, que los expedientes no son de consulta pública. Su acceso está restringido a las propias personas que requirieron asesoramiento institucional, sus familiares, o la Justicia. De todos modos una descripción general del fondo y más de 1000 documentos como cartas, artículos de prensa, fotografías entre otros, se encuentran disponibles en el sitio web.
-Según el informe, el archivo muestra también el entramado y la puesta en marcha del Plan Cóndor, ¿de qué manera?
-Entre los expedientes hay historias de personas y familias que llegaron a la Argentina porque eran perseguidas en su país de origen, sin embargo, no pudieron permanecer aquí porque la persecución y el riesgo seguían presentes. Muchas de ellas partieron hacia terceros países por estos motivos, con el apoyo de CAREF y el ACNUR. Es decir, la persecución en el Cono Sur se sostenía más allá de las fronteras. Las personas que trabajaban en la atención en aquel entonces se encontraban con la operatoria del Plan Cóndor en su quehacer diario. Durante la segunda parte de los 70, CAREF sufrió allanamientos. En un allanamiento hecho en la casa del secretario ejecutivo de aquel entonces, los militares a cargo del procedimiento le hicieron escribir a la esposa una serie de nombres. Esos nombres eran de personas uruguayas asistidas por CAREF, detenidas en Devoto. Luego de ese hecho, el Secretario Ejecutivo y su familia se fueron del país -explicó Gabriela Luguori.
-Era un trabajo peligroso en el contexto de la dictadura argentina ¿cómo se trabajaba?
-Efectivamente era un trabajo muy peligroso. CAREF funcionaba con el nombre "Comisión Argentina para los Refugiados del Consejo Mundial de Iglesias " y el.equipo se presentaba siempre mencionando al ACNUR, organización con la que se trabajaba ya en aquel entonces -aclaró Luguori-. El paraguas internacional funcionaba como un modo de protección. El trabajo se hacía con un perfil muy bajo. Los registros se reservaban información. Esas ausencias también eran marcas ligadas a la confidencialidad y al cuidado de las personas que se asistían.
-¿Exiliados/as chilenos o familiares se contactaron años después para acceder a la documentación?
Hubo un caso hace un
tiempo --respondió Aymara País, coordinadora del archivo histórico-. Una mujer
chilena que había ingresado de niña a la Argentina en 1974 junto a su mamá y su
hermana. Nos contactó a través de una investigadora y en un encuentro muy
emotivo le mostramos el expediente de su familia en el que se registra la
atención recibida en CAREF, una carta de agradecimiento de su mamá y otros
documentos, y le entregamos una copia digitalizada. Según su testimonio ella
pudo reencontrarse con parte de su historia personal. Por nuestra parte significa
cumplir nuestros objetivos de memoria y garantía de derechos. Queremos que sean
más les exiliades que puedan consultar sus documentos y para eso es necesario
difundir que este valioso acervo existe.