Algunos prefirieron hablar de la situación en Formosa y compararla con la dictadura. Otros atacaron a la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo. Parte de la derecha argentina sigue sin poder rememorar el 24 de marzo sin chocar contra los reclamos de memoria, verdad y justicia. De hecho, los sectores más recalcitrantes organizaron en las redes sociales una contracampaña con el haghtag #NoFueron30mil. El ex presidente Mauricio Macri, quien en su momento habló del "curro de los derechos humanos", optó por el silencio. El jefe del gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, en cambio, eligió una estrategia muy diferente: con un texto muy cuidado y un reportaje en el que habló del secuestro de su padre en dictadura, conmemoró el día como Macri nunca lo pudo hacer. Ni siquiera cuando lo visitó el entonces presidente de Estados Unidos Barack Obama. Los radicales recordaron el Juicio a las Juntas.
Primero fue el elegido por Macri para la Agencia de Control, Federico Young, que organizó una charla con Cecilia Pando. Después vino el efímero ministro de Educación Abel Posse que llamó "residuos de subversivos" a los ex detenidos desaparecidos y cuestionó los juicios a los represores. Le siguió, ya con Larreta en la Jefatura del Gobierno de CABA, el ministro de Cultura Darío Lopérfido, quien aseguró que el número 30 mil fue arreglado en una mesa para cobrar indemnizaciones. Continuó en el gobierno nacional de Macri con el militar retirado a cargo de la Aduana, Juan José Gómez Centurión, quien negó la existencia de un plan sistemático durante la última dictadura y sostuvo que "no es lo mismo 8 mil verdades, que 22 mil mentiras". El propio Macri, al referirse a la causa Sueños Compartidos, habló del "curro de los derechos humanos".
Claramente, la derecha argentina --y el PRO en particular-- tiene muchas figuras que se mostraron refractarias a la política de memoria, verdad y justicia y hasta negacionistas. A 45 años del golpe, hubo una parte de la coalición opositora que siguió en esa línea y otra que ensayó una estrategia diferente ante el aniversario del golpe de Estado.
La presidenta del PRO, Patricia Bullrich, optó por sostener que "hoy, como ayer, hay violación a los derechos humanos en nuestro país. Mi mensaje para este 24 de marzo es un Nunca Más de Verdad". "Nunca más a la violencia, a las tiranías modernas, al uso de la pobreza, a la corrupción. Los derechos humanos se defienden para todos, siempre", sostuvo la ex ministra de Seguridad que defendió durante su tiempo en el gobierno los fusilamientos por la espalda (caso Chocobar, caso Rafael Nahuel) por parte de fuerzas policiales y de seguridad, implementó un protocolo para el uso de armas de fuego que las convalidaba ante cualquier “peligro inminente”, y defendió a la Gendarmería en el caso de Santiago Maldonado, por mencionar solo algunos hitos.
El tweet de la ex ministra incluyó un video que muestra a la niña Abigail Jimenez con su padre entrándola a pie a Santiago del Estero y a personas en Formosa durante la cuarentena con el eslogan "nunca más encerrarte para la tortura". De esta forma, Bullrich comparó situaciones durante la cuarentena con la organización de campos de concentración en todo el país para secuestrar, torturar y asesinar disidentes políticos.
La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrio, fue por el mismo camino: "Hoy se cumplen 45 años de la última y más sangrienta dictadura cívico militar. Hoy en Formosa están sucediendo hechos terribles de violación a derechos humanos de lesa humanidad".
Cercana a Carrió, la diputada Paula Oliveto advirtió: "Dicen que son defensores de los Derechos Humanos y defienden a un genocida como Maduro. Hablan de las atrocidades del pasado y son cómplices de la crueldad del presente. El silencio y la doble moral los desnuda como personas. Nunca Más. Ayer, ahora y siempre".
A las comparaciones entre la dictadura y Formosa, se sumaron dirigentes del PRO que atacaron a la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto. Entre ellas, estuvieron la ex secretaria de Lucha contra la Corrupción Laura Alonso, quien dijo sobre Carlotto: "Qué bajo cayó esta mujer. Muestra su verdadera naturaleza antidemocrática. Hay Estado de Derecho aunque no le guste, Estelita".
"La señora Carlotto que debería saber del peligro de la suma del poder declama que Macri debe ir preso.
Ni siquiera dijo que sea juzgado.
Patológico, triste y peligroso", afirmó el diputado Waldo Wolff.
Otra estrategia
Hasta allí, los dirigentes siguieron la estrategia de ciertos sectores de la derecha, que parecen no tener nada para decir sobre el terrorismo de Estado en un 24 de marzo. Pero otros dirigentes del PRO eligieron otra táctica. La cuenta oficial del PRO, por ejemplo, sostuvo que "nuestro compromiso con la defensa de la democracia y los derechos humanos nos exige que especialmente hoy, hagamos memoria de uno de los momentos más oscuros de la historia de nuestro país".
El vicejefe de gobierno porteño, Diego Santilli, sostuvo que "este 24 de Marzo volvemos a reafirmar nuestro compromiso con la Verdad, la Memoria y la Justicia".
No hubo en estos casos, alusiones a Formosa, Venezuela ni la puesta en discusión del número simbólico de 30 mil desaparecidos, que marca el carácter clandestino de la represión.
Pero lo más llamativo fue lo que hizo el jefe del Gobierno de la Ciudad. Larreta difundió un discurso cuidado en el que planteó que "el 24 de marzo empezamos a vivir el capítulo más doloroso de nuestra historia en el que la violación a los derechos humanos fue una constante de un gobierno de facto responsable de crímenes de lesa humanidad y terrorismo de Estado". "El Día de la Memoria por la Verdad y la Justicia, en el que recordamos a las víctimas de la última dictadura en nuestro país, es una fecha para el ejercicio de la memoria colectiva, una memoria indispensable para construir nuestro presente y futuro como nación", afirmó. Larreta sostuvo que "hemos alcanzado un gran consenso social que nos compromete de manera permanente a defender la vigencia plena del Estado de Derecho".
Pero a ese discurso institucional le sumó un reportaje --que le hizo su equipo de comunicación--, donde el mandatario porteño optó por narrar el secuestro de su padre (del mismo nombre): "Me desperté a las 3 de la mañana. Papá se levantó, fue a ver quién es y no volvió. Bajó a abrir y se lo llevaron en un Falcon verde. Y desapareció. No tuvimos más noticias". "Sentí que perdí a mi viejo. Era íntimo del cura Mujica. Lo casó a mi viejo y nos bautizó a nosotros", contó Larreta. También relató que el secuestro se hizo público porque era presidente de Racing. "Eso le salvó la vida", dijo Larreta. "Se cree que estuvo en el Pozo de Banfield", dijo. "Me dejó muy marcado. Mi familia tuvo la 'suerte' de que la visibilidad de mi viejo le salvara la vida. Muchos no tuvieron esa fuerte", dijo, en lo que marca un hito en los discursos de los líderes del PRO. Más allá de que, en la práctica, la Policía de la Ciudad ha sido denunciada por violaciones a los derechos humanos tanto con Macri como con Larreta en el gobierno.
Macri, en sus ocho años como jefe de gobierno porteño y sus cuatro como presidente, nunca pudo armar algo parecido a ese discurso de Larreta. Ni siquiera lo hizo cuando visitó el Parque de la Memoria a pedido del presidente Obama. En el aniversario 45º del golpe, Macri optó por no decir nada.
Los radicales
Otra de las patas de la alianza JxC, la UCR, optó por recordar el gobierno de Raúl Alfonsín y el Juicio a la Junta Militar. El titular del Comité Nacional, Alfredo Cornejo, sostuvo que "a 45 años del golpe más sangriento de nuestra historia reafirmamos el Nunca Más y Memoria, Verdad y Justicia".
El senador Martín Lousteau destacó que "a 45 años del golpe más oscuro decimos otra vez Nunca Más. Como la Conadep, creada por Alfonsín en 1983, decimos Nunca Más a la violencia de Estado, a la desaparición de personas, a las violaciones a los derechos humanos y a la censura. Memoria, verdad, justicia y democracia para siempre".