La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, (foto) fue elegida por el mandatario Joe Biden para asumir el manejo de la crisis migratoria en la frontera con México. Biden hizo el anuncio mientras ambos se reunían con el secretario de Salud y Servicios Humanos, Xavier Becerra y el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas. "No puedo pensar en nadie más calificado", afirmó Biden

"Ella aceptó liderar este esfuerzo diplomático", agregó en referencia a los diálogos que deberá entablar su vicepresidenta con México y con los países del llamado Triángulo Norte de América Central (Guatemala, Honduras y El Salvador). De estos países proviene la mayor parte de los menores migrantes que llegan a EEUU.

“La gente no debería venir a la frontera ahora” indicó la vicepresidente Harris, en sintonía con el mensaje que Biden quiere transmitir. También habló de la necesidad de fortalecer la frontera a la que llegan miles de migrantes que escapan de la violencia en sus países de origen.

Previo al anuncio de Biden, en una entrevista con la cadena televisiva CBS, Harris dijo sentirse frustrada por la aglomeración de menores indocumentados en la frontera con México. El trabajo de Harris estará enfocada en frenar la llegada de migrantes a través del refuerzo en la frontera y programas en los que las personas que busquen asilo puedan tramitarlo desde sus países de origen. También se encargará de supervisar los esfuerzos diplomáticos para fortalecer la colaboración con  Guatemala, Honduras y El Salvador.

El presidente estadounidense sugirió que su predecesor Donald Trump tiene parte de la culpa de la actual crisis migratoria, según recogió el diario The Washington Post. Trump anunció en abril de 2019 el recorte de 450 millones de dólares en ayuda a Guatemala, Honduras y El Salvador. "Esta nueva alza a la que estamos asistiendo comenzó durante el gobierno pasado, pero es ahora nuestra responsabilidad", precisó Biden.

El anuncio del mandatario estadounidense coincide con el envío de la delegación de la Casa Blanca a la frontera debido a acusaciones de los republicanos que sostienen que el gobierno de Biden no toma las medidas necesarias para frenar la llegada de menores no acompañados. La delegación visitó las instalaciones en Carrizo Springs, un centro de detención de menores migrantes que es administrado por el departamento de Salud y Servicios Humanos. Aunque son los centros que controla la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) los que han sido fuertemente criticados por no estar diseñado para niños o adolescentes. Actualmente la CBP tiene bajo su custodia a cerca de cinco mil menores.