Las “Ramonas Atrevidas”, un grupo de 7 mujeres pertenecientes a distintas líneas de la Unión Cívica Radical de Catamarca, patearon el tablero del patriarcado político el 8 de enero al presentar ante la Junta Electoral de la provincia un documento en el que argumentaban que el ex candidato a gobernador Roberto Gómez no podía presidir el Comité Capital porque tenía una causa abierta por abuso sexual. El resultado fue una sanción del tribunal de disciplina del partido que les impedía a ellas, asumir sus cargos partidarios.

El caso, considerado como paradigmático de violencia política, está siendo analizado por el equipo de expertos del Mecanismo de Seguimiento de la Convención de Belém do Pará (MESECVI), responsable de examinar los avances en la implementación de la Convención por sus estados parte, así como de las respuestas estatales ante la violencia contra las mujeres.

La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer fue adoptada en Belém do Pará, Brasil, en 1994, y fue la que formalizó la definición de la violencia contra las mujeres como una violación de sus derechos humanos. El MESECVI se creó en el marco de la misma Convención, como protección y defensa de los derechos de las mujeres en la lucha para eliminar la violencia contra su integridad física, sexual y psicológica, tanto en el ámbito público como en el privado.

Gabriela Nieva Larcher, una de las mujeres cuestionadas, contó a Catamarca/12 cómo se sienten con este apoyo internacional que les genera expectativas y relató “todos los estados de ánimo” por los que pasaron tras ser sancionadas y "violentadas"  desde su partido y "por los medios de comunicación".

María Inés Tula, catedrática de la Universidad Nacional de Buenos Aires, con quien tendrán un zoom, el lunes, en la que analizarán el caso, fue el nexo con el Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA) que emitió un comunicado contundente a fines de febrero con respecto a la violencia ejercida contra Nieva Larcher, Natalia Herrera, Jessica Nieto, Gabriela Lobo Vergara, Vilma Canseco, Claudia Vera y María Luisa Moreno.

“La inhabilitación para desempeñar los cargos por los cuales fueron electas de manera democrática por denunciar a un miembro de su propio partido, quien es quien debería estar en el foco de los cuestionamientos, conforma un claro caso de violencia política”, destacó el equipo del ELA en aquel momento.

Fue a través de este análisis, publicado en la página oficial de la organización, que el caso de “Ramonas Atrevidas” llegó al MESECVI.

“Sólo sabemos que este equipo de la OEA estaría pronto a pronunciarse”, explicó Nieva Larcher.

Con respecto al proceso que vivieron, la militante explicó que aquel 8 de enero, cuando se juntaron y decidieron presentar la nota, “sabíamos que algo iba a pasar, pero no nos imaginamos la magnitud, ni como podía afectarnos. Pero lo pensamos muy bien y analizamos todos los pros y contra, siempre manteniendo la forma, la corrección del buen proceder político. Era una convicción sentir que nuestro partido no podía sostener a personas procesadas por abuso con lo peligrosísimo que eso puede ser. Esa convicción es la que nos sigue manteniendo actualmente”, contó.

Explicó que mucha gente manifestó su solidaridad con ellas tras entererarse de lo ocurrido, pero otras personas, incluyendo las de su misma línea política, les hicieron vacío. Algunos, quizás sin comprender o preguntarles, y por una forma de pensar que Nieva Larcher calificó como “binaria”, creyeron que por hacer algo que consideraron como “feminista” eran “aborteras” y se lo manifestaron así. “Nada más alejado de la realidad. El grupo es completamente heterogéneo, hay quienes estamos a favor de la legalización (del aborto) y quienes no, pero la gente observa con ese absolutismo incapaz de tener una mirada transversal de las cosas”, sostuvo.

Cuando nos empezamos a reconocer, vulnerables, silenciadas, avasalladas, ese reconocimiento nos hizo asumirnos iguales. No miramos las diferencias sino el objetivo de luchar por ésta convicción, de que un abusador en el poder es peligroso”, resaltó.

En cuanto al nombre que se pusieron, Nieva Larcher señaló que fue una forma de reconocerse y de resignificar la violencia. “Atrevidas nos bautizó el discurso patriarcal de los medios de comunicación. Nos quisieron decir que ese no era nuestro lugar, que éramos lo contrario al status quou. Me enorgullezco de que me digan atrevida si la connotación es luchar por lo que creemos”, aseguró.

Con respecto a “Ramonas”, explicó que fue como consecuencia de bromas en el grupo de Whatsapp. Fue por la primera foto que enviaron de todas juntas con el primer documento público que escribieron, cuando recibieron la carta documento de Gómez. “En la postura que teníamos y con los barbijos puestos, nos reconocimos como una foto histórica de la Comandanta Ramona, del Ejercito Zapatista de Liberación. Aquella foto eran seis mujeres con la cara tapada”, dijo y agregó, “nos reímos mucho. Tuvimos que hacer eso, pero también lloramos mucho y fue por todas las consecuencias que nos generó y genera ser coherentes con la política y también con nosotras mismas, porque podríamos haber cedido, pero no lo hicimos, nos pusimos en la piel de cada sobreviviente de abuso sexual”, aclaró.

Otra trampa del patriarcado

Actualmente la sanción emitida por el tribunal disciplinador de la UCR sigue firme. Las mujeres están suspendidas por cinco meses para ocupar sus cargos partidarios.

Los primeros días de marzo y ante la inexistencia de un recurso de apelación en la Carta Orgánica del partido, decidieron recurrir ante la Justicia electoral. El juez federal Miguel Contreras aceptó dirimir el caso, pero en el fallo igualó las situación de las mujeres con la del candidato procesado por abuso: "Tiene la misma dimensión en cualidad y consecuencia, de lo que ocurrió también en el seno de esa organización política con el Dr. Roberto Gómez, quien, por la mera denuncia más la inexistencia total de pronunciamientos judiciales, fue privado indirectamente (dado el tenor de su renuncia) de la posibilidad de por lo menos pretender erigirse como candidato de las frustradas elecciones internas de la UCR", afirmó el magistrado.

Y concluyó: "Tanto derecho tienen las aquí ocurrentes de acceder a los cargos, como los debió tener el Dr. Gómez de convertirse en eventual candidato en la estructura de la UCR, dado que lo contrario representa flagrante violación a un derecho humano fundamental como es la presunción de inocencia de toda persona”, dictaminó.

Al respecto, Nieva Larcher reflexionó: “A nosotras también nos podría haber cabido el principio de inocencia, pero parece que esto es un trampa más del patriarcado, porque con nosotras, y habiendo mil ejemplos de faltas realmente graves, cayeron con todo el peso que pudieron, sabiendo que no podríamos defendernos”.

Las mujeres esperan ahora un nuevo fallo de la Justicia Federal para saber qué pasará con sus cargos.