Detrás de cada una de las contribuciones, hay una historia. Mes a mes, queremos darle espacio a las voces más activas de la comunidad de Página/12. En esta entrega entrevistamos a Calisto, socio desde abril de 2018.

Mini bio: 
Nací en 1943, en lo que ahora se llama “CABA” (Cabildo y Santos Dumont, cerca de los baldios de la Algodonera donde jugabamos al vigi-ladron. Si emprendo un viaje hacia atrás, mi primer gran recuerdo es cuando en los años 50 el viejo me llevaba al Monumental y la emoción provocada por los Boca-River. Me impactaba el duelo de los arqueros: Carrizo y Musimessi. Ahora mi presente está en Francia donde vivo y donde desempeñé casi toda mi vida profesional. Aun así, el imán de mis tierras natales me atrajo con la jubilación, con estadías en CABA y en la provincia de Buenos Aires (José C. Paz o Vicente López). También con mi esposa viajamos hoy de otra manera, con grandes paseos en los Alpes en verano e invierno. 

Chantal y yo fuimos docentes. De hecho, todavía dirijo cursillos de formación para adultos en instituciones de trabajo social y todo lo relacionado con la historia de lo que en Francia le llaman la "educación popular". Siempre fui un ardiente defensor del pensamiento colectivo y ahora más que nunca con el triunfo planetario (¿por ahora?) del individualismo salvaje.

En 1977, en la célula de Amnesty International de mi pueblo de Normandía, me encargaron de ocuparme de un uruguayo desaparecido en Capital. Eso fue el principio de una intensa movilización y en enero del '84 hice el viaje para presentar todo lo realizado a la Conadep. Paralelamente, le pude dar a Emilio Mignone (CELS) y a las Madres, todas las informaciones, recortes de diarios y fotos que se publicaban en Francia sobre la tragedia argentina.

Tu historia con el diario: 
Lo "descubrí" en el 2003 cuando estuve más de dos meses en CABA para acompañar a mi única hermana que tenía un cáncer y que desgraciadamente falleció después. Pero lo conocía desde 1996 cuando me lo presentaron amigos argentinos en Marsella, en una conferencia sobre los nuevos gobiernos latinoamericanos. Enseguida me sedujo ese periodismo que me recordaba a La Opinión de Timerman con sus análisis de fondo y sus brillantes columnistas. Página/12 está bien lejos de la inundación de noticias efímeras e intrascendentes que se parecen cada vez más a la nueva cultura de las redes sociales. Por el momento ignoro éstas últimas para proteger mi "salud mental". Este diario es un espacio que nos aporta esa posibilidad, cada vez más difícil; de escapar a la alienación de la información enlatada. Más que nunca necesitamos alternativas a esta relación enfermiza, entre la mal llamada comunicación y nuestro cerebro, que es uno de los mayores éxitos del pensamiento neoliberal.

Tus lecturas favoritas de P12: 
Me interesan mucho las lecturas que me permiten ligar una filosofía humanista con las actuales realidades sociopolíticas. Y en esa búsqueda pienso que Página/12 es un verdadero lujo: así tenemos a Jorge Alemán que nos explica los lazos entre la subjetividad y las decisiones individuales y colectivas a pesar de que ellas nos parezcan bien racionales. También Mempo se encarga de despertarnos, pero para mostrarnos todo lo que hay detrás del "telón" y quienes son los que manejan los títeres y las marionetas. Luis Bruschtein con sus brillantes notas-síntesis todos los sábados nos enseña a saber "de qué se trata" cada semana sobre la realidad política del país. ¡Y qué realidad! Por su lado Eduardo Febbro, desde París, tiene el difícil arte de mostrar que en todas partes se cuecen habas, bien lejos de la imagen creada por ese término que tanto mal nos hace: el primer mundo. ¡Sin olvidar a Sandra Russo y su retórica luminosa! En el registro del humor, el gran Rudy, bajo la apariencia de hacernos reír, nos obliga a reflexionar y tener un pensamiento crítico: herramienta obligatoria en estos tiempos en que "todo vale" como en el tango Cambalache. Diciendo eso pienso también en las caricaturas de Daniel Paz: hay dibujos que son y serán de antología.

En síntesis, me siento solidario con la perspectiva comprometida y la ética editorial que nos ayuda a "abrir los ojos".

Por qué te uniste a página/12: 
Hasta el 2014 yo leía Página/12 y otros diarios, pero como simple "lector". Pero en un momento dado me indigné tanto de asistir, impotente, a los brutales ataques hacia el gobierno y sobre todo hacia CFK, que decidí participar. El punto de inflexión fue la gigantesca payasada Nisman: comprobé la eficacia del lavado de cerebro para modificar la historia de un país. Fue una gran sorpresa ver que lo que yo creía que era simplemente un correo de lectores como los hay en muchos periódicos era esta vez "otra mirada". Desde esa época, es un placer dialogar, intercambiar ideas y sentir que todos nos enriquecemos mutuamente. Inclusive, a veces es un espacio de reflexiones, sugerencias y búsqueda de soluciones a situaciones complejas, del mismo nivel que las notas. Además, hay empatía. Es emocionante comprobar las expresiones de afecto de muchos interlocutores y nos sentimos en una verdadera comunidad. Últimamente noto que aparecen y desaparecen algunos «colados» pero eso forma parte del folklore de la vida política.

Por qué consideras que es importante la “otra mirada”:
Pues ya lo he comprobado en varias oportunidades. Estos foros no son solamente un lugar de simples debates, sino que sirven sobre todo para crear una cultura política de calidad. A veces he observado la evolución de algunos contribuyentes, al principio aferrados a sus posturas y que, poco a poco, se abrieron a la duda o a la posibilidad de imaginar otras soluciones, otros paradigmas, o a tomar consciencia que las relaciones humanas son complejas.

Qué iniciativas propondrías para el futuro del diario y de la comunidad de soci@s: Idearía conocer a algunos de los lectores que colaboran con esta sección. Asimismo, hace tiempo que imagino un portal o sección de debate permanente, sobre temas que trascienden la noticia del día. Podría, según la naturaleza del tema, durar el tiempo necesario para que se convirtiera en un verdadero trabajo de «consulting» o que sea el punto de partida para que sea tratado en conferencias, seminarios.

Algunos temas o problemáticas que me impactan:
La Justicia / La ley de medios/ ¿Como movimiento nacional y popular: qué educación para este siglo ?/ ¿Cómo luchar contra el espejismo del «primer mundo»?/ Los lazos entre la escuela, las políticas culturales y la «educación popular» / ¿Qué nos impide volver a nuestra soberanía en los transportes, flota mercante energía, IAPI, Obras Sanitarias…?/ Todos conocemos el «tríptico» de Perón, ¿Pero cómo actualizarlo? Por ejemplo, ¿qué significa políticamente soberana en esta era de globalización y de formidable presión de los peces grandes hacia los chicos? / ¿Qué significa participación ciudadana en esta época donde en todo el mundo occidental la participación se reduce a votar luego de uno o dos meses de campaña publicitaria calcada sobre el «marketing» y sin ningún debate de fondo?

Calisto