“Cuando pensás que son dos décadas parece mucho, y por otro lado todo recién comienza, tenemos muchas ganas de seguir haciendo lo que hacemos y nos sentimos muy afortunados”, sintetiza Lolo Luciani, en el marco de los 20 años que Fluido celebra y festeja mañana a las 22 en Centro Cultural Güemes (Lagos y Güemes).

Con Luciani en voz, Rodrigo Prado en guitarras, Leandro Pagura en bajo, y Alfonso Scornavacca en batería, la banda rosarina prepara un repertorio con algunas de las muchas canciones de sus dos décadas, más otras nuevas como “Estalactita”, recientemente subida a las redes y parte de un próximo disco.

“Estamos felices de hacer lo que hacemos, de estar tocando y grabando, y de haber sido reconocidos, como nos pasó en 2018, por la Cámara de Diputados de la Provincia de Santa Fe como Banda de Interés Provincial, una distinción importante, que se suma al acompañamiento de la gente”, continúa el músico.

-Veinte años atrás, diciembre de 2001. ¡Qué panorama!

-A veces nos preguntan qué mensaje dar a las bandas o músiques que surgen, qué decirles, y muchas veces pensamos en ese momento en el que surge Fluido, casi trágico a nivel socioeconómico del país. Yo mismo me fui a Barcelona, y seis meses después me terminé volviendo. Si todavía estamos acá, y con todas las cosas que pasaron, lo que importa es no bajar los brazos.

-Me decías que todavía se sienten con todo por hacer, no deja de ser parte del espíritu rockero y éste no tiene edad, ¿no?

-Hemos visto a muchos proyectos más jóvenes bajar los brazos o no continuar, pero nosotros todavía estamos subiendo canciones nuevas. Hace algunos meses lo hicimos con “Estalactita”, y ahora estamos por subir otra que ya grabamos y se va a conocer en estos días. Continuamos trabajando con el estudio Penny Lane con Carlos Altolaguirre, quien siempre nos apadrinó, tenemos un equipo de trabajo de casi 10 personas que sigue firme y laburando, y ahora con esta “reactivación” volvemos a escena con nuestro público y con muchas ganas de seguir, con muchas canciones bajo la manga. De lo que tengo muchas ganas es de volver a viajar como antes, pero de a poquito esto se va a ir activando. Esperemos que todos tengamos la responsabilidad necesaria para poder seguir adelante.

-En esta trayectoria, hasta tuvieron que adaptarse musicalmente a la lógica de las nuevas tecnologías.

-Somos más de la época del disco y no sabíamos cómo iba a reaccionar la gente al lanzar temas de esta manera, pero es algo a lo que ya estamos todos acostumbrados, por la sobrecarga de información. El disco anterior, Umbral, tiene 12 canciones que decidimos sacar en tres volúmenes. Somos una banda muy afortunada, pudimos lograr un público importante en la ciudad de Buenos Aires y más aún en la provincia de Buenos Aires. Hay muchos fluideros en las ciudades de Santa Fe, Paraná, Venado Tuerto, Rafaela, y toda la zona. Sabemos que nos escuchan mucho afuera por las redes. Y tenemos un álbum en Facebook, “Fluido en la piel”, con la gente que se tatúa letras y el nombre de la banda. Es importante para una banda rosarina, que siempre hizo canciones propias y se jugó a hacer su propia música. Nunca pertenecimos a los cánones comerciales o a lo que suena en la radio. Somos una banda que para los que escuchan pop es muy heavy, y para quienes escuchan heavy es muy pop. Pero los fluideros son muy fluideros, y la gente hasta el día de hoy nos sigue acompañando, así que tenemos la responsabilidad de seguir haciendo las cosas lo mejor posible.

En su trayectoria, Fluido conoció diferentes instancias, que Luciani señala de la siguiente manera: “Surgimos como una banda muy fuerte, de riff y mucho metal pero adornado con otros sonidos y una melodía de voz más limpia, intensa, con energía pero sin rotura ni carraspear. Después fuimos de alguna manera etiquetados como una banda new metal; si bien sabemos que tenemos influencia del género no nos concebimos así. Luego del primer disco, cuando hicimos Complementos (2006) y Desde el aire (2014), propusimos trabajos más cancioneros, menos de riff, donde mostramos otra veta, más rica armónicamente. Con Umbral (2015) decidimos volver a las raíces porque sentimos que era lo que más representaba a Fluido. Siempre hay algo que tiene que ver con la forma que tenemos de hacer las canciones y con la intención de ofrecer algo nuevo; en ese sentido, hay cosas que están más instaladas y otras que tienen que ver con la búsqueda. A veces sentimos que lo encontramos y a veces que no. Hasta no sentirlo así, no nos metemos al estudio”.