Las ventas en los supermercados medidas a precios constantes registraron en enero una mejora del 3,8 por ciento respecto de igual mes de 2020. Fue la segunda suba consecutiva de los despachos medidos en cantidades -despejado el efecto de la inflación-, luego de que en diciembre aumetaran 2,7 por ciento en la comparación interanual. Los datos reflejan una recuperación del consumo de productos de consumo masivo.
El informe del Indec precisa que el aumento de la facturación de los supermercados fue del 39,5 por ciento, un indicador que expone el alza de precios que hubo en el último año. El 96,4 por ciento de las ventas se realizaron de manera presencial, en tanto que el 3,6 por ciento fueron por internet o por vía telefónica. Este último canal viene creciendo de manera acelerada a raíz de la pandemia, con una expansión del 234,6 por ciento respecto de enero de 2020. Sin embargo, como se observa, sigue representando una porción marginal del total de ventas de los supermercados.
En cuanto al personal ocupado, en enero fue un 0,5 por ciento menor que en diciembre y también bajó en la comparación interanual, un 1,3 por ciento. Los supermercados emplean a 94.305 personas.
En cuanto a las ventas en el canal mayorista, subieron 8 por ciento en enero a precios constantes en la comparación interanual. Este sector registró subas a lo largo de todo 2020.
Todo lo contrario ocurre en los shoppings, que sufren un desplome en sus operaciones por la pandemia. Las ventas bajaron 31,5 por ciento en enero a precios constantes respecto de igual mes de 2020. En el Gran Buenos Aires el derrumbe fue más intenso, con una baja del 37,7 por ciento, en tanto que en el resto del país la disminución fue del 22 por ciento.