A poco de cumplirse un mes del inicio del ciclo lectivo 2021, las escuelas salteñas aún no tienen una definición sobre si el programa Copa de Leche volverá este año, y que era repartido a través de las cooperadoras asistenciales que dejaron de existir en noviembre de 2019.
El gobierno de Salta es pura incertidumbre sobre si brindará las meriendas que representaban un complemento nutricional para miles de alumnos, debido a que no fue contemplado en el último presupuesto provincial y ningún ministerio se hace cargo.
El fin de la Copa de Leche tiene su origen en el pacto fiscal entre Nación y las provincias a fines de 2017. Ese intento del macrismo de imponer una reforma tributaria integral, obligaba a la provincia a derogar el impuesto específico que financiaba a las cooperadoras.
Aunque hubo en la Legislatura intentos por buscar vías alternativas de financiamiento, al asumir Gustavo Sáenz en el gobierno ratificó la decisión de cerrar los organismos de asistenciales, lo que tuvo su mayor consecuencia en la capital salteña por el volumen de recursos y programas que manejaba su cooperadora.
Hoy las escuelas no reciben el dinero para repartir el desayuno y la merienda, por lo que muchos directivos pensaron estrategias para poder cubrir la falencia, aunque la gran mayoría directamente avisó desde el inicio de las clases que no habría ese servicio.
Salta/12 intentó saber bajo qué dependencia se ubicarían las cooperadoras en caso de proyectar su funcionamiento. Desde el Ministerio de Educación de Salta se dijo que nunca dependieron de la cartera y que no había un aviso a futuro de que así fuera. Lo mismo sucedió con el Ministerio de Desarrollo Social. El secretario General de la Gobernación, Matías Posadas, no respondió la consulta.
En enero del año pasado el coordinador de Enlace y Relaciones Políticas de la Gobernación, Pablo Outes, dijo a la radio local FM Aries, que el gobierno de la provincia se haría cargo del programa y explicó que la prestación se brindaría normalmente en las escuelas de Capital desde la órbita del Ministerio de Educación, a cargo de Matías Cánepa.
“El programa más caro es el de Copa de Leche, el único lugar donde se daba era en Capital, y eso va a continuar así, se va a seguir dando en las escuelas”, dijo Outes en aquel tiempo. Tras ser consultado ayer por Salta/12, el funcionario no dio ninguna novedad al respecto.
Según la cartera educativa, en la provincia hay 1.502 establecimientos educativos. Y la matrícula de estudiantes de este año es superior a los 480 mil alumnos, distribuidos entre los 1.502 establecimientos educativos. De ese número, 1.331 son escuelas de dependencia estatal y 171, privadas. El programa Copa de Leche sólo corresponde a nivel inicial y primario, representando más de la mitad de los matriculados.
No obstante, se debe diferenciar a aquellas escuelas, que no son todas, a las que el Ministerio de Educación envía una partida presupuestaria para cada niño según el tipo de jornada escolar que cubran. Ese monto es distinto a los que se enviaban desde las cooperadoras asistenciales.
En esa diferenciación están las que tienen jornada simple con refrigerio (que reciben $ 14,80 por persona), la jornada simple con almuerzo ($42,32), la jornada completa ($57,12) y las escuelas albergues comunes o permanentes ($ 114,24).
Tras la eliminación de las cooperadoras, muchos establecimientos que cuentan con esos fondos decidieron distribuir ese dinero para la improvisación de un desayuno o merienda. Ese es el caso de la escuela primaria N° 4488, José Domingo Saravia, del pueblo de Tolloche (en el departamento Anta). Siendo una escuela comedor (que sólo tiene almuerzo) también prepara un desayuno, té o mate cocido, pero se les pide a los niños y niñas que lleven el pan.
Sin embargo, no es el caso de la escuela comedor N°4048, Provincia de Salta. Si bien dan el almuerzo, no alcanzan los fondos para el desayuno o la merienda. Esta institución se ubica en la zona sudeste de la Capital y tiene a menos de 500 metros a la escuela N° 4775, Elsa Salfity. Allí pidieron que cada familia tratara de enviar a sus hijos desayunados, ya que no percibe ningún fondo para cubrir esa alimentación.
La misma situación se da en la escuela N° 4732, San Carlos Borromeo. Su directora, Edith Aranda, dijo a Salta/12 que "no hay Copa de Leche hasta nuevo aviso". Esto se debe a que no todos los establecimientos son contemplados dentro de la diferenciación de jornadas.
Otro caso, es el de la escuela Camino del Inca, del municipio de Vaqueros. Ayer se dio a conocer que no tendrá Copa de Leche, sino que será beneficiaria, a partir de abril, de un "refrigerio" que involucra el desayuno o la merienda para los estudiantes de nivel inicial y hasta tercer grado de primaria. Y para los alumnos de cuarto a séptimo, se les otorgarán fondos correspondientes a una jornada extendida, para el almuerzo.
Una alternativa que no avanzó
Antes de que se den de baja las cooperadoras, el presupuesto provincial en 2019 era de un estimado de $434.933.406. La Capital se llevaba cerca de $270 millones. Le seguía Orán, que sólo en los primeros siete meses de ese año, recibió $12.975.973 millones. Tartagal obtuvo $9.298.511 y Rosario de Lerma, $5.020.625.
A sabiendas de la eliminación definitiva, en septiembre de 2019, la Cámara de Diputados de Salta aprobó una propuesta que establecía que a partir del 1 de diciembre de ese año, los recursos de las Cooperadoras Asistenciales serían del Fondo Solidario de Asistencia Social. Este Fondo estaría conformado por el 5% de los premios que se paguen en los juegos de azar organizados en la provincia y el 100% de las devoluciones de premios no cobrados.
El proyecto establecía además que ese Fondo no podía ser menor al 4% de lo recaudado por Salta en concepto de impuesto de actividades económicas. En caso de que lo recaudado por el juego no alcanzara ese mínimo, el Poder Ejecutivo dispondrá de partidas para tal fin.
Sin embargo, la iniciativa que ingresó el 26 de septiembre en la Cámara de Senadores, no prosperó. Sólo se dio a conocer una reunión en enero de 2020, en la que los senadores "realizaron un análisis y estudio de las distintas alternativas que se pueden encontrar para financiar las mismas".
La prioridad de asistencia que se daba en el proyecto de ley era: copa de leche, alimentos, medicamentos y necesidades sociales. El Fondo Solidario de Asistencia Social iba a ser distribuido entre las cooperadoras de las diferentes localidades, de acuerdo a la Ley de Coparticipación de Municipios, teniendo las instituciones que utilizarlos en tiempo y forma en el lapso de los 90 días.