La Corte Suprema de Justicia provincial ordenó revisar la condena al policía Ramiro Rosales por el asesinato de Jonatan Herrera, ocurrido en 2015. Los magistrados anularon el fallo y mandaron que un nuevo tribunal juzgue nuevamente el caso bajo los parámetros de un homicidio con dolo.
Rosales había sido condenado por homicidio culposo en primera instancia, criterio ratificado por mayoría por los camaristas Georgina Depetris y Viviana Alonso y con la disidencia de Javier Beltramone. La querella y la fiscalía recurrieron en queja a la Corte y obtuvieron sus frutos. El máximo tribunal indicó que no puede encuadrarse como un homicidio culposo, figura que supone que se mata por negligencia y de forma involuntaria.
El hecho ocurrió el 4 de enero de 2015, cuando agentes del Comando Radioeléctrico se perseguían a un hombre que acaba de robar en una juguetería de Saavedra y San Martín. En ese contexto, cuatro efectivos de la Patrulla de Acción Táctica que viajaban en un colectivo que pasaba por el lugar, se bajaron y se unieron a la persecución, efectuando los miembros de ambas reparticiones disparos que hirieron de muerte a un joven de 22 años, Jonatan Herrera, quien se encontraba lavando el auto en la puerta de su casa, a pocos metros de la esquina de Ayacucho y bulevar Seguí.
El 24 de abril de 2017, un tribunal de primera instancia condenó a Ramiro Rosales como autor de homicidio culposo agravado por el uso de arma de fuego a la pena de seis años y seis meses de prisión, e inhabilitación por ocho años y seis meses para realizar tareas o ejercer profesiones que impliquen la tenencia y/o portación de armas de fuego. Ese criterio fue avalado por mayoría en la Cámara de Apelaciones.
En el fallo el juez Daniel Erbetta afirma que "...las circunstancias comprobadas en la causa, resulta incompatible con el encuadre de la conducta en la figura del homicidio culposo. Es que, de dicho análisis se extrae claramente que existió una representación de la posibilidad del resultado y que ello no fue en modo alguno óbice para que Rosales actuara de la manera en que lo hizo, alcanzando un resultado que era -a todas luces- de altísima probabilidad de producción y sin que hubiera -ni que fuera siquiera invocada- ninguna circunstancia objetiva en que pudiera sustentarse un hipotético pronóstico de evitar el mismo".
A Rosales se le achacó que, al ver la persecución, se bajó del colectivo y sin dar voz de alto comenzó a disparar con su arma reglamentaria, a pesar de la hora y el lugar en el que se encontraba, por lo cual debió configurarse el riesgo para terceros y que su acción podía ser mucho peor que el mal que intentaba remediar. En la causa se afirma que disparó once veces, a partir del conteo de proyectiles faltantes, aunque de las dos balas que impactaron en Herrera, sólo una se comprobó disparaba por Rosales. Las pericias forenses indicaron que por sí misma era causal del fallecimiento, al margen de que Herrera recibió también un disparo en el cráneo que la investigación no logró determinar de qué arma salió.
Ahí radica otro de los graves cuestionamientos que hace la Corte al ratificar observaciones de los tribunales de primera y segunda instancia, que está relacionada a la contaminación de la escena del crimen por parte de los propios policías, sembrando sospechas incluso de un intento por alterarla. Incluso mandar investigar ese aspecto del caso.
Este viernes a la tarde, conocido el fallo de la Corte, la Multisectorial Contra la Violencia Institucional, la familia y amigos de Jonatan Herrera emitieron un comunicado expresando su satisfacción. En algunos de sus pasajes dice lo siguiente:
"La Corte consideró arbitraria la calificación de homicidio culposo del delito cometido por Rosales, el principal policía responsable del asesinato de Jonatan. Ordenó que se juzgue, en este punto, nuevamente la causa, considerando que Rosales cometió el delito de homicidio doloso".
"Desde la Multisectorial Contra la Violencia Institucional, la familia y amigues de Jonatan Herrera celebramos este histórico pronunciamiento y consideramos que fue posible gracias a la incansable lucha colectiva llevada adelante durante estos años".
"Esperamos que esta vez el Estado y, específicamente, la institución judicial pueda reparar algo de la perdida inconmensurable que supuso para sus familiares y amigues la muerte de Jonatan. Y también revertir la impunidad y el daño que causan a la sociedad en su conjunto", finalizó.