Afuera llovía porque el encuentro fue en otoño y porque El Fuerte está ubicado en plena selva jujeña. Adentro del Centro de Integración Comunitaria, que conserva la placa que recuerda su inauguración durante la gestión de Cristina, y menciona a Alicia Kirchner y a Carlos Tomada, un grupo conversó sobre turismo y memoria.

El conversatorio se organizó en el marco de las actividades en el Día de la Memoria, por la Verdad y la Justicia. La propuesta se realizó desde el Parque Nacional El Rey, que limita con la comuna rural en la zona norte del área protegida, y la Comisión Municipal. Participó también el Proyecto de Extensión “La UNDAV con las Abuelas y por la Identidad” de la Universidad Nacional de Avellaneda.

Por la situación sanitaria no hubo ronda de mate, pero sí circularon palabras, recuerdos, preguntas, proyectos y anécdotas.

Carolina López, que durante muchos años fue vocal de la Comisión Municipal, es la actual comisionada y se estrenó en el puesto con la gestión de la pandemia. Contó que en El Fuerte hubo un solo caso de Covid-19 por una persona que llegó contagiada. La fórmula parece haber sido una combinación de aislarse a tiempo, cerrar el ingreso y mantener un sistema de solidaridad entre lxs habitantes. 

Respecto a la actividad del 24 de marzo, Carolina comentó que ella no había nacido cuando fue el golpe militar pero que estaba muy emocionada por compartir este día para recordar y reflexionar, también pidió cuidar la democracia y rechazar los discursos que reclaman mayor autoritarismo, que circularon por redes sociales ese día. Propuso que los árboles plantados sean cuidados por todas y todos para representar la unión del pueblo a favor de la vida y la democracia.

Cuando le tocó el turno en la ronda de presentaciones, Eloy López, intendente del Parque Nacional El Rey, hizo un recorrido por las actividades que vienen llevando a cabo entre ambas instituciones y fue reconocido por lxs presentes por su impulso al turismo y a la organización comunitaria. Se destacó la organización del Encuentro Nacional de la Red de Radios Rurales, en septiembre de 2015, que les permitió recibir a varias decenas de personas, alojarlas y brindarles un servicio de gastronomía local. “Ese evento nos permitió darnos cuenta que podíamos hacerlo”, se escuchó.

Hubo coincidencia en resaltar el camino recorrido. Liliana Rojas fue reconocida como la impulsora de la articulación con el Estado nacional y de la posibilidad de implementar acciones de entrenamiento para el trabajo con jóvenes y desocupados de la comuna rural que contó con financiamiento del Ministerio de Trabajo de la Nación allá por 2014. 

En esa experiencia, la formación para el turismo fue un tema central, junto con la producción agroecológica y la comunicación popular. De aquellas acciones quedó una radio comunitaria, Ecos de mi pueblo (Facebook de la radio: https://www.facebook.com/Radio-Ecos-De-Mi-Pueblo-899-Mhz-oficial-243640976114602

y un predio comunitario de turismo. Carolina, la actual comisionada, había sido una de las participantes de las capacitaciones de turismo y fue clara al mencionar que ella vino a continuar y potenciar lo que hicieron las gestiones anteriores.

El turismo como forma de la memoria

En el conversatorio con docentes de la Universidad Nacional de Avellaneda se habló de turismo y memoria. Esto permitió que cada uno y cada una cuente experiencias y ofrezca información muy valiosa y, por momentos, conmovedora. Se habló de la dictadura y de las víctimas locales

Aunque El Fuerte no tuvo desaparecidxs que hayan sido secuestrados allí, recordaron a una persona que sobrevivió a un campo clandestino de detención y que luego vivió en el pueblo. Resaltaron que por su testimonio muchos conocieron lo que había pasado durante el terrorismo de Estado. 

La dictadura también apareció en la conversación como un proyecto económico y, entonces, se habló de la empresa forestal que comenzó sus actividades en el año 1972, tuvo su furor en plena dictadura y comenzó su proceso de quiebra en el año 1983 o 1984, según comentaron, hasta el cierre definitivo en 1992. Queda la pregunta abierta sobre qué vinculación tuvo esta empresa con la dictadura y por qué fue la quiebra. También queda pendiente una respuesta a los trabajadores que fueron “indemnizados” con tierras que ya estaban hipotecadas, de las que nunca recibieron un papel y que hasta el día de hoy no se pueden regularizar. “El Fuerte está lleno de dueños sin papeles”, comentó un participante del encuentro.

Las mujeres fueron mayoría en el conversatorio. Comentaron que ellas se ocuparon de acompañar a sus hijxs en las tareas escolares durante la pandemia. El Fuerte tiene una escuela primaria y una escuela secundaria agrotécnica. En 2020 no tuvieron clases presenciales, pero sí recibieron cuadernillos y se apoyaron en el programa Seguimos educando por la televisión y por la radio comunitaria. Aunque justo antes de la pandemia se había instalado una antena, no todas las familias pudieron acceder a internet y en muchas casas con un solo celular seguían las clases tres o cuatro chicos.


Es una mujer también la que tiene a cargo el área de Turismo y Cultura. Se llama Sabrina Mamani y sorprendió con la información que dio sobre la actividad turística en El Fuerte y el crecimiento de los últimos meses que atribuyen a diferentes estratégicas llevadas a cabo, como la mayor promoción con el uso de redes sociales y, por supuesto, por la pandemia que habilitó mayor turismo interno. El 92 % de los visitantes fueron de la provincia de Jujuy y el resto de Buenos Aires, Santa Cruz y Neuquén. En la localidad hay alojamientos, comedores, camping, cabalgatas y guías habilitados (Área de Turismo El Fuerte: IG @ecoturelfuerte y https://www.facebook.com/trcelfuerte/).

Plantamos memoria

Al finalizar la jornada, lxs asistentes al conversatorio fueron a la plaza del pueblo a plantar un lapacho. Otros ejemplares fueron distribuidos en los establecimientos educativos y en zonas públicas. Los árboles fueron donados por el vivero de la experimental agropecuaria de INTA en Yuto. Fue la primera vez que se hizo un acto por la memoria en El Fuerte, fuera de los actos escolares.

La memoria ayuda a entender los procesos históricos. El turismo permite construir relatos, compartir y ofrecer experiencias. “El turismo no era trabajo para nosotrxs”, dijo un participante. “Para nosotros trabajar era cuidar el ganado y 'montear'. Ahora, estamos pudiendo repensar eso y cambiar esas ideas”, explicó. “El turismo es lujo”, planteó otra participante, “¿qué podemos ofrecer aquí?”. Sobre esto se conversó cerca de dos horas para empezar a responder la pregunta sobre cuál es el compromiso actual que debe proponerse el turismo con la realidad social que nos toca vivir. Los desafíos de no dejar a nadie atrás, de promover un desarrollo sustentable y como un recurso para reconstruir el entramado social y encender el deseo de querer compartir con otros y otras.

El día de la Memoria por la Verdad y la Justicia fue el marco para que en un pueblo de 600 habitantes se piense en otro turismo. En uno basado en la solidaridad y el encuentro. O, como plantea Jorge Guilteman, en que “la hospitalidad sea la forma turística de la solidaridad”. Este 24 de marzo, bajo la lluvia de las Yungas, se plantó memoria y se conversó sobre vínculos, historias, trabajo, afectos y proyectos. “Vida soy, sueño compartido” dice la canción “El sueño del árbol” del Proyecto Animacanto que crearon niños y niñas de El Fuerte en una iniciativa con el parque nacional (Animacanto: http://radio.inta.gob.ar/inta-chicos/animacanto).

Vida soy, sueño compartido, un cierre perfecto para esta crónica de búsquedas y encuentros entre campesinos criollos, el Estado nacional, la Comisión Municipal y las universidades públicas. 

*Docentes del departamento de Ambiente y Turismo de la UNDAV.