En el radicalismo, a pesar de haber pasado ya las internas partidarias, hay aún malestar desde ciertos sectores opositores por la falta de información de cómo se elegirán a los candidatos para las próximas elecciones del 4 de julio. A su vez, critican al presidente de la Convención provincial, Miguel Nanni, y su equipo, por no dar señales claras de cuál será el rumbo frentista del centenario partido en la provincia.
Quien le hizo frente y le ganó en su propia tierra, Maximiliano Bravo, en diálogo con Salta/12, pidió que se respete la autonomía de la Convención del departamento Cafayate, para que sean ellos mismos quienes puedan elegir sus candidatos. Y apuntó a que esperan que ese partido no repita lo que hizo el justicialismo designando una Comisión de Acción Política y que escoja “a dedo los candidatos” sin considerar “lo que expresó el afiliado radical en nuestro departamento”.
También dijo temer por la decisión que tome la Convención provincial en cuanto al frente electoral que conforme, ya que “para algunos como Rubén Correa (presidente de la Convención Capital) no tendrían inconvenientes de formar un frente con Juan Carlos Romero”, señaló, y agregó que “debe ser la voz del oficialismo porque él está ahí, debe estar consensuado con su sector”.
Bravo adelantó que se estaría hablando, dentro del oficialismo de construir un espacio denominado Unidos por el Cambio, en donde compartirían con el Olmedismo y el Romerismo más algún espacio del PRO salteño. Algo con lo que el dirigente cafayateño no coincide.
Pero tampoco descartó que desde el Saencismo se estén jugando algunas cartas para que la UCR lleve algunos candidatos allegados al Ejecutivo provincial como lo hizo en el PJ, en el PRS y en el PRO. “No me cabe ninguna duda y sería una lástima porque no habría oposición en la provincia”, manifestó.
Por lo que insistió con la idea de poder conformar una lista radical pura al menos en su departamento, “por supuesto, si hay una alianza a nivel provincial que es ineludible se respetará, pero acá (por Cafayate) el radicalismo, versus los otros partidos es mayoría”. Por último, se manifestó preocupado por la falta de convocatoria desde las autoridades partidarias para ir discutiendo esas definiciones.
En Cafayate, uno de los pocos departamentos en donde se realizaron internas, la lista de Bravo y la concejala Patricia Castro, derrotó a la encabezada por Sergio Burgos secundado por Miguel Nanni padre, rompiendo una hegemonía de años.
Para Maximiliano Bravo, la derrota de los Nanni está relacionada “al desgaste lógico de la función pública y las expectativas que genera un cargo que después no se ven satisfechas”. Y subrayó que en los años de gestión Cambiemos, Miguel Nanni podría haber logrado muchas más cosas para Cafayate, “más considerando que tenía buena relación con Juan Manuel Urtubey, pero no se lograron. Y apuntó a que la familia se apoderó de todos los espacios de la estructura partidaria, “la madre es integrante de la Junta electoral provincial, el padre fue candidato a convencional, él de candidato a presidente provincial y otro de sus hermanos que está en Buenos Aires, Ernesto, también era candidato a nivel departamental como secretario”.
Un fallo que favorece a la vieja guardia del PO
Desde hace dos años, cuando un sector liderado por Jorge Altamira decidió romper con la estructura del PO, en Salta se desató un revuelo que aún no culmina, con acusaciones cruzadas de espionaje y usurpación del tradicional partido, la Justicia resolvió que dos de sus representantes más conocidos vuelvan a ocupar su lugar en el Comité, del que habían sido expulsados por quienes se quedaron con la personería política en la provincia pero no responden a la estructura nacional. Ahora también la Justicia Electoral deberá decidir cuál de los dos grupos puede presentarse en las elecciones utilizando ese nombre.
El Tribunal de la Cámara Nacional Electoral resolvió anular la separación de Pablo López y Cristina Foffani del Comité Partidario tras dos años de judicialización, por considerar que no tuvieron derecho a defensa cuando el sector liderado por Violeta Gil y Gabriela Jorge decidió convocar a una reunión sin avisarles y designar un nuevo tribunal de disciplina conformado por miembros de su sector.
“Ellos se fueron del partido en el 2019 luego de quedar en minoría en el Congreso, y a partir de esa ruptura empezaron con una serie de maniobras para usurpar la personería jurídica”, le dijo a Salta/12 el ex diputado Nacional Pablo López. Contó que parte de esas maniobras fue la de convocar a un Congreso “trucho, porque no convocaron a todos los miembros y allí nos removieron del Comité a Foffani y a mí sin darnos ningún tipo de argumento”.
El referente de izquierda añadió que en esa misma reunión, el sector díscolo “eligió un tribunal de disciplina compuesto por militantes de su grupo”, que fue apelado por el sector que lideran el diputado provincial Claudio Del Pla y Gabriela Cerrano. “Lo hicimos porque no iban a tomar en consideración ningún reclamo nuestro”, sostuvo López, y subrayó que recién “dos años después la Justicia Electoral saca este fallo”.
A través de esa resolución, el ex legislador entiende que “todo lo que actuaron ellos a partir de ese momento es completamente nulo”, y deberían no solo ser repuestos, sino que también revisadas todas las decisiones que se tomaron.
Pero por otro lado recordó que aún están esperando que la Justicia decida sobre la presentación que realizó el apoderado nacional del Partido Obrero “para que el grupo usurpador” deje de usar ese nombre en la provincia. Y aclaró que Salta es el único distrito en donde el sector que sigue a Altamira, quiere sostener esas siglas, ya que en el resto del país busca legalizarse con otro nombre, “es otro partido, tiene otra dirección, otra política y otro periódico”, enfatizó.
Como en otras ocasiones, aclaró que no esperan ya que el sector de Gil y Jorge abandone la personería, pero sí al menos que reconozcan que el nombre le pertenece a la estructura nacional a la que ellas ya no pertenecen “porque decidieron abandonar”. “De hecho no solo rechazan estar dentro del partido, sino que le piden a la justicia que no reconozca a un Partido Obrero Nacional”, expresó.
Por último, contó que a través de ese mismo tribunal que constituyeron quienes se quedaron con la personería en Salta, ahora quieren expulsar a Del Pla, a él y Foffani “a través de un expediente que armaron con características policíacas, que incluyen videos y grabaciones clandestinas mientras hacíamos actos en la plaza, y con testimonios falsos bajo el argumento de que nosotros nos fuimos del partido”.
López negó que se pueda dar la posibilidad de que el próximo 4 de julio se presenten dos listas con el mismo nombre y las mismas siglas, “eso no va a ocurrir porque la Justicia Electoral provincial va a tener que definir cuál de los dos sectores puede utilizarlo al menos en estas elecciones”.
En contraposición, para Gil y compañía, el grupo de López y Foffani quedó en minoría dentro del partido en el ámbito local, y se tomaron las decisiones de apartarlos del Comité porque ya no los representaban. Y en cuanto a la utilización de las siglas aseguró que el otro sector ya recolectó firmas para constituir otra personería bajo el nombre de Frente de Unidad Trabajadora, “por lo que demostraron que no son más el PO”. Y afirmó que apelarán la decisión de la justicia.