Las cifras sobre el desempleo en el Gran Rosario que esta semana difundió el Indec (13,6% para el cierre de 2020), no sorprendieron demasiado porque todos venían viendo la caída de la actividad económica producto de la pandemia. Pero cuando se empieza a discriminar por rubros se nota que el impacto no fue el mismo para todos los sectores. Sin embargo, la destrucción del empleo en el sector comercial en Rosario fue casi tan grande en la crisis económica de los cuatros años del macrismo como durante la parálisis ocasionada por el Covid. “En esos cuatro años se destruyeron 3500 puestos de trabajo registrados en el sector comercial de Rosario, mientras que el año pasado fueron 1500”, apuntó Juan Gómez, secretario gremial de la Asociación de Empleados de Comercio de Rosario. Por otra parte, también se apunta que en la ciudad hoy se calculan unos 1700 locales comerciales vacíos. Los comercios no esenciales durante la pandemia, pagaron un alto costo por la parálisis obligada de la actividad.

El secretario gremial de los mercantiles de Rosario, que denunció además la “criminalización de la protesta sindical” en el caso de los trabajadores de Hey Latam y en “otros casos que muestra ya una tendencia grave en la justicia de nuestra provincia”; habló también de la destrucción de los puestos de trabajo en el sector comercial. “Los comercios no esenciales durante la pandemia sufrieron el impacto del cierre de las actividades”, explicó Juan Gómez y detalló sin embargo que se perdieron en 2020 “unos 1500 puestos de trabajo registrado en el sector”, pero las políticas públicas que fueron  de 2015 al 2019 golpearon tan duro como la pandemia y ahí los trabajos en blanco que perdieron los mercantiles “fueron alrededor de 3500”. El dirigente gremial calcula que por cada puesto de trabajo registrado que se pierde "hay por lo menos otros dos  puestos en negro que también caen".

Por su lado, el titular de la Asociación Casco Histórico de Rosario, Fabio Acosta apuntó que “sobre 17.000 comercios que hay en disponibilidad en Rosario, estamos contabilizando que están cerrados alrededor del 10%, es decir unos 1700”. Son negocios “que podrían haber abierto con estas nuevas disposiciones horarias, pero que lamentablemente no pudieron sortear las dificultades de estar cerrados tanto tiempo conforme avanzaba la pandemia. Hay comerciantes a los que no les resultó viable y no quisieron endeudarse, por lo que decidieron no volver a abrir”, dijo en declaraciones al sitio web CLG.

Acosta señaló que la cifra de comercios cerrados pueden incrementarse en los próximos meses: “Muchos todavía están trabajando, pero sin pagar sus obligaciones. Hay muchos comerciantes que están endeudados, sacaron créditos para pagar los sueldos, sacaron créditos personales, los impuestos los están dejando para después de la pandemia, están negociando con los proveedores permanentemente para que les entreguen mercadería, es una situación muy difícil”, apuntó.

El dirigente apuntó además que “hay una voluntad general de no pasar otra vez la crisis del 2001 con comercios cerrados y mucha gente desempleada. Y aseguró que “si todos los proveedores quisieran cobrar, si el Estado quisiera cobrar y no ayudar como lo está haciendo, hoy la cifra de negocios cerrados sería mucho más abultada”.

 

Acosta informó que buscarán que se condonen las deudas en servicios básicos a comercios afectados por la pandemia: “Vamos a presentar un pedido en la ciudad y la provincia, que estará dirigido al concejal Eduardo Toniolli y a la diputada provincial Lucila De Ponti, para que generen un proyecto tanto municipal como provincial para que no se cobren las deudas de servicios públicos a aquellos comercios que puedan demostrar que durante la cuarentena no pudieron afrontar sus obligaciones”, concluyó.