Joshua Wong hizo historia con tan sólo 14 años. Mientras los adultos permanecían en el más absoluto mutismo, su generación protagonizó la primera protesta de estudiantes en Hong Kong contra el sistema de educación nacional. Wong fundó Demosisto, lideró la Revolución de los Paraguas y también encabezó las protestas contra la ley de extradición, tomando las calles de Hong Kong. 

Somos la revolución (Roca editorial) pone en escena aquellas imágenes narradas desde la primera línea de los movimientos activistas que llevaron adelante esas luchas, marcando un punto de inflexión histórico. A partir de la recopilación de una serie de cartas y reflexiones personales escritas desde la cárcel (donde Joshua pasó más de 100 días), el libro se presenta como una invitación a luchar activamente por las libertades. Las diversas acciones implementadas por estos movimientos capturaron inmediatamente la atención a nivel mundial, y el joven que hoy tiene 22 años recibió una nominación al Premio Nobel de la Paz. Un manifiesto necesario para las democracias a nivel global narrado bajo los preceptos de la parábola de David y Goliat.