“Este es un hecho que adquiere una gravedad institucional inusitada”, le dijo a Página/12 Matías Ayastuy, secretario de Derechos Humanos de Gualeguaychú, Entre Ríos. “El testigo clave de un caso de gatillo fácil, un adolescente de 17 años, de identidad reservada, fue hostigado y amedrentado por personal policial”, al día siguiente de haber declarado en el juicio por el asesinato de Iván Pérez, un joven de 24 años, por el que está siendo juzgado el policía local Mauricio Gómez, quien se desempeñaba en la comisaría octava de esa ciudad.
El sábado, a las 8 de la mañana, agentes de esa misma seccional “increparon al testigo presencial del hecho, a pocas horas de haber prestado declaración testimonial”, en la primera jornada del juicio oral y público. Ayastuy dijo que “amenazaron, golpearon e intentaron amedrentar” a quien vio de qué manera el agente Gómez asesinó de un disparo por la espalda a Iván Pérez.
“El hecho reviste una gravedad institucional inusitada ya que responde a una maniobra en la cual se intentó presentar al testigo como supuesto ladrón en un hecho que fue desestimado inmediatamente por la fiscalía a cargo del caso”, precisó el titular de la secretaría de DDHH.
Recordó que se trata de un juicio a cargo de jurados populares “a quienes seguramente se intenta influenciar tratando de involucrar al testigo clave, al que intentaron armarle una causa trucha”. Ayastuy puntualizó que “el testigo presencial del asesinato es un adolescente que llegó al juicio bajo la figura de identidad reservada” y fue el último en testimoniar el viernes, en la apertura del juicio, cuyo veredicto se conocerá el miércoles.
Al mediodía del sábado, se presentó una denuncia “contra los agentes policiales que llevaron a cabo este gravísimo hecho que atenta contra los testigos, contra la posibilidad de lograr una sentencia justa en el caso de gatillo fácil y contra la institución de juicio por jurados”.
Al ser amedrentado por los policías, el joven testigo, junto a otras dos personas, “se encontraba trasladando un pedazo de chapa que yacía tirado en una zanja hace varios meses”. En ese momento “llegó un patrullero y luego tres más. Los hicieron poner contra la pared y les preguntan los nombres y cuando el adolescente dice su apellido, uno de los policías le pregunta si era el que había declarado ayer (por el viernes) en el juicio” contra Gómez.
Fue allí “cuando lo insultan varios de los policías y entre muchas cosas y sabiendo que no tiene 18 años aún, le decían: ‘te vamos a esperar unos años más’”, precisó Ayastuy, en un texto ampliatorio que envió a este diario.
Agregó que “uno de los policías que le pateaba las piernas le decía: ‘¿qué mirás, te gustan los policías?’”, mientras “le pegaban en la cabeza diciendo: ‘este fue el hijo de puta que declaró’”. Las agresiones fueron solo hacia el testigo. Después los esposaron y los llevaron a la comisaria del Menor.
La fiscalía que intervino “desestimó y archivó el intento de causa que promovió la Policía contra estos jóvenes y por el contrario inició actuaciones para investigar a los agentes públicos que fueron denunciados por protagonizar este aberrante hecho delictivo”.
Por su parte, la mesa de coordinación Justicia por Iván Pérez, sostuvo que “la violencia institucional se ejerce día a día contra jóvenes de determinadas zonas de nuestras ciudades, los cuales se encuentran atravesados por la segregación espacial, la estigmatización social y suelen ser objeto de hostigamiento y persecución policial”.
En el caso de las amenazas al testigo clave, el fiscal que interviene, Mauricio Guerrero, dispuso varias medidas investigativas tendientes a identificar a los policías responsables. El hecho ocurrió cuando se realiza el primer juicio por jurados en Gualeguaychú.
El juicio en el que está imputado el policía Gómez, es por el delito de “homicidio calificado, agravado por ser funcionario público”. El hecho ocurrió el 9 de octubre de 2019, a pleno día, antes de las 11 de la mañana, en el marco de un procedimiento policial que se hizo a partir de una denuncia por sustracción de efectos del interior de una casa del Barrio Molinari, en Gualeguaychú.
Al lugar llegó el móvil 647 de la comisarìa octava, a cargo del sargento ayudante Juan Alberto Zapata y del sargento Javier Mauricio Gómez. Ambos comienzan la persecución de una de las personas sindicadas como supuestos autores del robo. La persecución se extiende hasta la esquina de Los Algarrobos y Furquez, donde Gómez bajó del patrullero con el arma en la mano y en un descampado fusiló por la espalda a Iván Pérez, quien estaba solo y sin armas. La bala le dio en la cabeza.
El juicio
La audiencia es presidida por la jueza Alicia Cristina Vivan, como fiscal interviene Lisandro Beheran. El defensor del policía Gómez es Alfredo Vitale, mientras que el representante de la familia de la víctima es Pablo Di Lollo.
Por decisión de la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia, este Juicio por Jurados es transmitido en vivo y en directo por el Canal de YouTube del Servicio de Información y Comunicación del Poder Judicial, en todas sus instancias incluidas las testimoniales de 23 personas.
En la primera audiencia del viernes declararon siete personas, entre ellos un perito balístico, cuatro vecinas del lugar donde ocurrió el hecho, un hombre y el adolescente que fue luego amenazado. El chico describió con gestos y ademanes muy precisos cómo el sargento Mauricio Javier Gómez, desenfundó su arma reglamentaria y apuntó en dirección a Iván Pérez.
Héctor Pérez, padre de la víctima, declaró que lo único que pide es que “se haga justicia” para que Gómez “tenga su merecido porque estamos ante una muerte violenta, provocada por el accionar irresponsable de un policía”.