El 16 de marzo Marisa Valdez denunció en la Fiscalía de General Güemes al diputado Germán Rallé luego de que no le permitieran el ingreso al lugar de trabajo en la Fundación Siancas el pasado 12 de marzo. La denunciante explicó que hace 20 años trabaja para el legislador dentro de su equipo político y además como administrativa en la fundación que él preside, aseguró que en todo este tiempo no la registró y le pagaba $12.000 mientras que otros colaboradores, todos varones, perciben sueldos mayores a $100.000.

Valdez contó que es militante del Partido de la Victoria y considera que empezó a ser perseguida por este motivo. Cuando comenzó a trabajar con Rallé ambos estaban en el Partido Justicialista. La trabajadora se volcó al kirchernismo y no dejó su militancia cuando en Salta el justicialismo se apartó de esa corriente. Rallé ahora es parte del saencismo. Valdez indicó que también el vicepresidente de la Fundación, Camilo Laime, es afin al gobierno provincial y del macrismo. "Hice la denuncia penal por violencia de género, que no la ejercía de forma directa él (el diputado), sino a través de Laime", explicó.

La trabajadora entendió que una publicación suya en facebook afirmando que hubo abandono del Estado a una paciente oncológica es lo que molestó al diputado. Relató que cuando no la dejaron entrar a su lugar de trabajo, llamó al legislador pero no le respondió y le informaron que había sido despedida a través de un secretario.

"Yo le exigí que me pagara lo que corresponde", manifestó Valdez. "Yo venía soportando agresiones del vicepresidente de la Fundación. Siempre fui militante del PV. Yo marqué diferencias y empezaron las humillaciones, la desigualdad salarial. Ya hay antecedentes de otras compañeras que se fueron sin hacer reclamo", contó la mujer.

Sin embargo, la trabajadora sostuvo que ella no veía lo que sucedía en su ámbito de trabajo como violencia de género y fue la psicóloga a la que está yendo la que le permitió ser consciente de la violencia que ejercían contra ella. "Yo ahora sí lo veo", expresó. Añadió que también la abogada que la representa le dijo que lo vivido por ella fue "violencia laboral y psicológica porque me estaban afectando por la diferencia salarial y la discriminación hacia mi persona".

Valdez detalló que la desautorizaban en el grupo de trabajo, "me quedaba sola", "me cortaban las fotos" de actividades que se subían a las páginas oficiales de la Fundación o del diputado. Especificó en su denuncia que sufría humillaciones delante de sus compañeros de trabajo.

La mujer envió un telegrama al diputado exigiendo que le pague por los años trabajados y éste le contestó negando el vínculo laboral. Valdez dijo que tiene testigos de que sí trabajó 20 años para él. "Exijo mis derechos laborales, mis aportes jubilatorios. Él contestó que no me conoce, que no tiene vínculo laboral conmigo", sostuvo. 

Salta/12 consultó al diputado Rallé, quien dijo que no hará declaraciones públicas y señaló que un estudio jurídico trabaja en la causa. "No vamos a hacer declaraciones, sobre cosas infundadas y mentiras, vamos a dejar que actúe la justicia", manifestó el legislador.