Cafayate fue otra vez escenario de una manifestación pública para exigir que se esclarezca la muerte de la joven Fabiola Echenique, quien era víctima de violencia de género y fue encontrada, supuestamente ya sin vida, por su agresor, quien había ingresado a su vivienda a pesar de que tenía una restricción perimetral.
La hipótesis en la que se basa la fiscalía es el suicidio. Sin embargo, el colectivo de mujeres considera que la ex pareja de la mujer, Daniel Allica, es responsable y afirman que en caso de no encontrarse pruebas de un femicidio, la muerte debe ser investigada como un suicidio inducido, ya que afirman que este fallecimiento no ocurrió “de la nada”, sino en un contexto de violencia de género. Además, señalan que Echenique también fue violentada por las instituciones que debían protegerla.
La militanta Romy Bader, integrante de la organización Munay, dijo que la marcha ”Se centró en el pedido de esclarecimiento de la muerte de Fabiola”, y además se denunció la violencia institucional que se ejerció contra ella, porque hubo “varias denuncias que no se tramitaron como debían”.
Echenique era oriunda de Misiones y no tenía familia en Cafayate. Su hermano viajó luego de su muerte y ayer estuvo en la marcha. Bader indicó que el hombre estuvo hablando con las organizaciones feministas y se encuentra ahora en la búsqueda de un abogado que lo represente, aunque por ahora espera la resolución de la fiscala Mónica Poma, que interviene en la causa. Bader detalló que en la marcha hicieron una parada frente a la Policía, “para cuestionar su accionar”, y terminaron en la plaza central de Cafayate.
En la movilización se supo que la ex pareja de la joven habría sido trasladado a Salta Capital. Las personas que conocían a Echenique lo señalan como el principal sospechoso de la muerte y como responsable de los daños tanto físicos como emocionales o psicológicos que sufrió, y denunció Echenique, el joven no está detenido. La convocatoria de vecinxs “sirvió como movilización colectiva para que se visibilice y poder acompañar al hermano (de la víctima)”, expresó Bader.
La causa sigue caratulada como muerte dudosa. “Avances en el caso no hubo”, contó a Salta/12 otra activista y organizadora de la marcha. Indicó que hay temor de que la causa se cierre como suicidio y no se investigue más. También dijo que si eso ocurre, la familia evalúa realizar una denuncia al Estado salteño por la violencia institucional.
La joven activista es una de las que acompañó a Echenique en el proceso de denuncia antes de que fuera hallada muerta. Contó que desde que ella había decidido tomar terapia psicológica, todos la veían mejor. La psicóloga no habría citada a declarar todavía por la Fiscalía.
“Los responsables están”, señaló la joven respecto a la muerte de Echenique. “No pasó en una situación cualquiera, estuvo meses asustada en su casa”, insistió. Contó que Echenique había escrito cartas en el marco de la violencia de género que ejercía su ex pareja contra ella y la violencia institucional que ejercía a su vez el juzgado a cargo de Virginia Toranzos.
La activista dijo que están tratando de reconstruir cómo fueron los últimos días de Echenique. Señaló que no saben qué pasó el lunes antes de que la encontraran muerta. “Hay gente que dice haberlo visto a Allica en la casa (de ella)”. Precisó que el martes Echenique se desconectó y tuvo el celular apagado y el miércoles fue hallada muerta y reportada por Allica, quien tenía prohibición de acercamiento.
En Cafayate las activistas señalan que las instituciones como la Policía, el Juzgado local, la Fiscalía o la Defensoría Oficial, no funcionan para resguardar la integridad y la vida de las mujeres. Detallaron que otras víctimas de violencia se acercan contando sus problemáticas y las revictimizaciones que padecen en estos ámbitos institucionales.
Una de las militantes señaló que a Echenique no se le brindó consigna policial. También indicó que no hay ni botones antipánico para las víctimas.
La activista que habló con Salta/12 también tramita una causa por violencia de género desde 2017, detalló que tiene 33 denuncias realizadas, añadió que fue revictimizada en audiencias en las que la jueza llegó a “abrazar” a su agresor y que frente a la asesora de menores le dijeron que si seguía denunciando le quitarían a su hijo. Su agresor fue imputado pero la sigue “hostigando”, denunció.
También acompañaron la marcha organismos de derechos humanos, desde donde señalaron que la indiferencia frente a la violencia de género y la muerte de familia, es similar a la que se ejercía en el terrorismo de Estado.