Alina Neyman Zerda es sin dudas una de las artistas plásticas más reconocidas de Salta. A sus 86 años y casi sin poder pintar, el Museo de Bellas Artes decidió homenajearla dando a conocer una selección de sus obras en el marco del Mes de la Mujer. Bajo la curaduría de Gracia Martínez Arias, en la muestra -que aún se puede ver- se evidencia el gusto que tenía la artista por mostrar el paisaje arquitectónico de las ciudades y pueblos, junto a la pintura esporádica de rostros de mujeres. 

Neyman, nacida en septiembre de 1934 en Carmen de Patagones (Buenos Aires), fue una de las primeras mujeres docentes en la Escuela Provincial de Bellas Artes. Recorrer su trabajo lleva a reconocer que "su producción sigue intereses personales sin más ambición que la pintura; el silencio de sus paisajes urbanos se actualizó con la pandemia, anticipándose a la ambigüedad intrínseca de las ciudades vacías", como dijo la actual directora del Museo, Marcela López Sastre

Salta/12 dialogó con la artista en su casa ubicada en el centro salteño. Allí, la salteña por adopción mostró la simpleza y la humildad que también son características en sus piezas artísticas. Neyman se sorprende del reconocimiento que tiene en Salta, pero también considera que se logró por la apertura del pueblo salteño, con el cual se muestra eternamente agradecida. 

-Has pintado por años a la ciudad, ¿cómo la vez hoy?

-Salgo muy poco ahora, pero en la otra cuadra de mi casa había un cactus salteño y otra casa que había pintado alguna vez. En esa cuadra hoy veo todo departamentos. Aunque no vaya mucho al centro, veo que lo que hice es histórico y eso es lógico porque la ciudad cambia. Pero lo que no cambia de Salta es el color, la luminosidad del ambiente que sigue estando. Hoy no se le pone mucho color a los departamentos y Salta tiene un sol y una luz que hablaron siempre a través de mis blancos.  

De Salta siempre me impresionó el blanco, que es el mismo color del cielo y que tiene una luminosidad que combinado con los rayos del sol dan un blanco especial que no aburre. Solía poner un toque de verde y esa es otra de las características que en encuentro en el paisaje urbano. 

-Tus obras guardan un juego importante y una presencia fuerte de las líneas, ¿cómo es el trabajo que hacés con ellas?

-Las líneas no son pensadas sino que surgen de una necesidad de jugar con ellas, usar horizontales, verticales o diagonales, según el caso. No es una cosa muy elaborada sino que es como una necesidad de que siento de equilibrio al tratarse de construcciones. 

-Si bien en tu trayectoria resaltan las obras que muestran las ciudades, desde 1960 a 1965 realizaste el catálogo "Las mujeres de Alina", en el que únicamente pintaste mujeres. ¿A qué se debió eso?

-Las mujeres son algo que hago ocasionalmentek por eso tengo el grupo de las mujeres. No es ninguna mujer en especial, sólo que empiezo a dibujar y pinto. Me imagino una mujer con un ramito de flores, o una mujer pensativa, o una mujer con una jaula de pajarón. Es una cosa romántica (se ríe). 

Las ciudades son más austeras y las mujeres son más sensibles, menos severas que la estructura de una ciudad.  

Del catálogo

-Si hoy tuvieras que pintar a una mujer, ¿cómo sería?

-Tendría que intentarlo porque no es que lo tengo imaginado, porque me pongo frente a papel y ahí me surge el dibujo o el color. Pero si hoy la haría sería como una mujer acodada en una ventana, una mujer pensativa de colores menos vibrantes y menos cálidos. Supongo que eso será cuestión de la edad que tengo ahora (por los colores), pero no sería una vieja sino una joven. Una mujer romántica. 

Dejo para que los demás vean, porque me encantaría ver que dicen sus ojos. 

-Porque siempre está la mirada del otro

-Eso. La mirada del otro le da un sentido a la obra, por eso dijo que está en el contemplador lo que pueda sentirse. 

El aprender constantemente

Neyman ejerció la docencia por largos años y fue una de las primeras mujeres en desempeñarse como profesora de pintura en la provincia. En 1956 se recibió de profesora de Artes Plásticas en la Escuela Provincial de Bellas Artes Tomás Cabrera, donde fue docente. Antes, también se desempeñó como maestra en la Escuela Normal Manuel Belgrano, de la Capital de Salta.

-Fuiste docente por muchos años, ¿cuánto pensás que influye la formación profesional en los artistas?

-Fui de las primeras egresadas del Bellas Artes de acá junto a (la escultora) Elsa Salfity, que es reconocida también. Pienso en mi caso y recuerdo que tuve profesores que eran artistas que ya tenían su obra, como (Luis) Petri, que fue mi principal maestro. Con (Carlos Luis) García Bes (fundador del Bellas Artes) se vio una gran propuesta porque trajo gente y convocó a artistas que pudieran saber algo más respecto a la práctica para quienes quisieran aprender.

Fueron personas que supieron transmitirnos, en mi caso, respecto al paisaje. Fue una época de pintores, poetas, plásticos que mostró un movimiento conjunto que produjo muchas obras y que después fueron dejando frutos a través de sus alumnos. En algunos casos terminaron siendo directores de la escuela como su actual director, José Farfán.

-Nombrás a Luis Petri como tu principal maestro, ¿qué fue lo que aprendiste de él?

-El difícil de explicar, pero la obra tiene que tener un contenido interior para que pueda producir un sentimiento así te conmueve, te mueve algo y no pasa desapercibida. Puede ser simple y sencillo, pero tiene que mover. Por ejemplo, Petri (junto a Chale, Carybé y Brie en la década del 40) pintaron unas casas que se hacían en Tartagal en la época donde había puro monte, y ahí buscaron la esencia de las cosas. Eso aprendí.

Estacionamiento óleo sobre chapadur 60 x 80 - 1990

-¿Hoy cómo ves el arte plástico en la provincia?

-Desgraciadamente no tengo muchas oportunidades de ver, por cuestiones de salud. Pero veo que en este momento hay muchas mujeres que están dentro del arte así que pienso que se está en un punto interesante de creación.

-¿Y cómo fue transitar tus inicios siendo una de las pocas mujeres en el ámbito artístico?

-No fue difícil y eso me sorprende. Fui aceptada, quizás iban algunas bromas pero no se burlaban de mi obra.

La vida en el arte

-¿Cuán importante pensás que es el arte en la vida de las personas?

-Así sea la literatura, la pintura o la música, pienso que nos hace olvidarnos de lo puramente material, como tener un auto o una casa inmensa. El arte reúne otros valores que son permanentes y no transitorios como los que nombré recién. El arte queda a través del tiempo y la prueba de ello está en la historia del arte.

-¿Y pensás que cualquier persona puede ser artista?

-Yo, por ejemplo, no podría ser cantante. Hay que tener ciertas condiciones porque puede pasar que tenga una buena voz, pero mi oído hace que cante cualquier cosa. Tiene que darse una conjunción de elementos para que surja. Una cosa así más o menos.

-Y si vos tuvieras que elegir una obra tuya que te guste, ¿cuál sería?

-No tengo.

-¿Por qué?

-Porque hay algunas cosas que sí me pueden gustar o mirar de una obra, pero no podría decir "qué maravilla de obra que hice". Soy bien sincera porque eso no me preocupa, porque sé que hice lo que estaba dentro de lo que yo podría dar. Esa soy yo. No pretendí ser el genio, sino que tuve una necesidad de un día pintar una mujer, y otro, otra cosa.

-¿Qué pensás de los homenajes que te hacen?

-Me interesa mucho lo que ve la gente, lo que siente y las diferentes percepciones que tienen cada uno de ellos. Incluso algunas veces me hacen ver cosas que yo puse ahí y no me dí cuenta. Está el contacto que la otra persona pudo haber tenido.

Por ejemplo, tenía un ex alumno que también es artista y decía que Alina pintaba calles vacías y las calesitas sin niños. Él veía eso y por eso, siempre está presente la mirada de otras personas.

-¿Cómo fue transitar la pandemia?

-Yo ya salía poco y me doy cuenta que el arte puede verse y aprenderse por otros medios técnicos. Antes lo hacías a través de libros, pero hoy el sistema actual lleva a que el artista pueda explorar otras herramientas.

-¿Cómo considerás la presencia de la tecnología en el arte?

-El mundo sigue su camino así como algunos que llegaron a la luna, siempre el hombre busca algo más y diferente. O algo que supere lo anterior. 

La selección de obras de Alina Neyman sigue en exposición en el Museo de Bellas Artes (avenida Belgrano 992), que de martes a domingo, de 10 a 20. Para poder acceder a sus muestras se debe solicitar turno a los teléfonos 3874318562 o 4221745, de 10 a 19.