El fuerte rumor comenzó a circular hace algunos días en redes sociales y durante el fin de semana la noticia se confirmó de manera oficial. El complejo de salas cinematográficas Cinema City del barrio de Belgrano, conocido familiarmente por su antiguo nombre, General Paz, bajará su persiana de manera definitiva. La razón es consecuencia directa de la pandemia de covid-19, las restricciones que impidieron la reapertura de los cines durante casi un año y el diseño arquitectónico del espacio. Los actuales dueños –una empresa familiar cuya base de operación está ubicada en la ciudad de La Plata– no pudieron adaptar los sistemas de ventilación al protocolo que exige la Ciudad de Buenos Aires. De esa manera, el barrio y la ciudad en su conjunto pierden a una de sus salas más emblemáticas, un espacio cinematográfico que atraviesa la memoria de varias generaciones. El destino del edificio de la esquina de Avenida Cabildo y Pedro Rivera es una incógnita. ¿Será adquirido por otra cadena de exhibición o terminará transformado en otra clase de inmueble, como aquellos templos reconvertidos en salas de apuestas y luego en salones de fiesta (Lido), la sucursal de un banco (Cabildo) o un tenedor libre (Mignon), por nombrar apenas un puñado de fantasmas del pasado belgranense?
En una nota publicada en el portal especializado Cines Argentinos en abril de 2011, hace casi una década exacta, se afirmaba que “este jueves santo, el ex cine Atlas General Paz abre sus puertas después de permanecer casi un mes cerrado por reformas. Ahora los operadores serán la familia Harari, los mismos propietarios de los cines de La Plata”. Fue la segunda versión, con el agregado de dos nuevas micro salas en un total de seis, de un complejo que supo ser, desde su construcción en los años 40, un enorme recinto con platea, pullman y superpullman, presidido por su fachada art decó de superficie curva y escaleras de mármol, que las diferentes gestiones mantuvieron intactas a pesar de los cambios estructurales. La mala nueva fue recibida con estupor y tristeza en el ambiente cinematográfico y también por los vecinos de Belgrano. En Instagram y Facebook, el grupo “Salvemos el cine General Paz” llama a “los vecinos/as, cinéfilos y todos/as aquellos amantes del arte a unirnos para que el cine mantenga sus puertas abiertas”.
La noticia viene acompañada de otra posible clausura en el futuro cercano. A apenas poco más de cien metros del ex General Paz, del lado opuesto de Cabildo, el complejo Arte Multiplex Belgrano, operado por la familia Feldman –tiempo atrás otra enorme sala, conocida durante décadas como el cine Savoy– tampoco reabrió sus puertas luego de la aprobación de la excepción al DNU que permitió que las salas pudieran reencontrarse con su público hacia fines de febrero. A pesar de que no se ha comunicado oficialmente el estado de situación, el diario La Nación publicó, en una nota firmada por el periodista y crítico Marcelo Stiletano, que las puertas cerradas estarían ligadas a “inconvenientes con la ventilación parecidos a los del General Paz y otras complicaciones económicas”. De confirmarse otra triste desaparición en uno de los barrios más cinéfilos de CABA, el mercado de la exhibición cinematográfica quedaría cada vez más concentrado en manos de las grandes cadenas multinacionales.
Si bien la mayoría de los principales operadores del país, Cinemark Hoyts y Cinépolis, tienen en funcionamiento gran parte de sus complejos con aforo reducido y protocolo sanitario, todavía hay salas que permanecen cerradas al público, como el Cinemark de Puerto Madero. Este mediodía, en tanto, se supo que el cine Gaumont, reabierto hace apenas diez días en ocasión del comienzo del Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (Bafici), “permanecerá cerrado hasta nuevo aviso”, según les informaron a sus empledos, debido a lo dispuesto el día de ayer por la Secretaría de Gestión y Empleo Público. Es de esperar que luego de los feriados de Semana Santa el complejo de tres salas del barrio de Congreso, gestionado por el Incaa, vuelva a abrir sus puertas, de no mediar nuevas restricciones a uno de los circuitos culturales más golpeados durante el último año.