Los exdirectivos de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) siguen sumando pedidos de indagatoria por el espionaje ilegal durante el macrismo. Ahora la fiscal federal Paloma Ochoa pide que se indague a cuatro altos exfuncionarios por la actividad ilegal desarrollada en el marco de las cumbres de la Organización Mundial del Comercio (OMC) en 2017 y la del G20 en 2018, presentadas por el gobierno de Mauricio Macri como la plataforma para el "regreso al mundo".
La fiscal Ochoa le pidió al juez Julián Ercolini que cite a indagatoria al exdirector general Gustavo Arribas, a la exsubdirectora Silvia Majdalani y al exdirector operacional de Contrainteligencia Martín Coste. Tanto Majdalani como Arribas acumulan ya tres procesamientos y Coste fue procesado en la causa por el espionaje a Cristina Fernández de Kirchner en su departamento de Juncal y Uruguay y en el Instituto Patria. La novedad es la inclusión de Carlos Tonelli Banfi, quien actuó como director de Eventos Especiales de la AFI durante el macrismo. Tonelli es, además, el excuñado de Gabriela Michetti.
La investigación se inició en junio pasado con la denuncia que presentó la interventora Cristina Caamaño, que daba cuenta del espionaje a periodistas, académicos, organizaciones sociales, partidos políticos para definir sus perfiles ideológicos. El material había sido hallado en un área reservada en la sede central de la AFI en la calle 25 de mayo.
Con la excusa de la cumbre de la OMC, la AFI macrista espió las reuniones del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) en el Hotel Bauen y realizó fichas personales de sus dirigentes así como recopiló sus listados de aportantes en la provincia de Buenos Aires. Según la documentación hallada en la AFI, los espías consignaron lo que el partido discutía en 2017 en la antesala de las elecciones de medio término y antes de una movilización por Santiago Maldonado.
En el marco de esa cumbre, la AFI hizo 58 fichas personales de distintos referentes, incluso de la Sociedad Rural Argentina (SRA), lo que da cuenta de la extensión del espionaje. También se hicieron informes sobre las organizaciones que participaron de una reunión interministerial.
Un año después, la AFI dio rienda suelta al control con la celebración de la cumbre del G20. En esa oportunidad, los espías confeccionaron 403 fichas de periodistas que pidieron ser acreditados para cubrir el evento. La modalidad era la siguiente: era la dirección de Eventos Especiales -- que comandaba Tonelli Banfi -- la que confeccionaba las fichas, que después eran visadas por la dirección operacional de Contrainteligencia -- que ya estaba en cabeza de Martín Coste.
La investigación estuvo desde un inicio delegada en la fiscal Ochoa e interviene el juzgado federal 11, que, al momento de presentarse la denuncia, era subrogado por Marcelo Martínez de Giorgi. Actualmente es Ercolini quien está a cargo del juzgado que hasta febrero del año pasado ocupó Claudio Bonadio. Ercolini debe analizar el dictamen de más de 90 páginas que presentó Ochoa y decidir si convoca a Arribas, Majdalani, Coste y Tonelli Banfi.
Las cumbres internacionales fueron un escenario privilegiado para el espionaje masisvo por parte de las entonces autoridades de la AFI, en coordinación con otras áreas del Estado. En otra de las causas que tramitan en Comodoro Py, la del espionaje en la Dirección Nacional de Migraciones, también figura que se ingresó a esas bases para revisar los movimientos de quienes participaron de una reunión de ministros de Trabajo en el G20 y de aquellos a quienes le habían rechazado sus admisiones para la cumbre del G20.
El espionaje a CFK en el Instituto Patria -- investigado en la justicia federal de Lomas de Zamora -- se justificó en el marco de actividades investigativas que la AFI hacía con la excusa de prevenir atentados en el marco de ambas cumbres. Esa actividad ilegal intentó justificarse en distintos expedientes judiciales y para eso jugó un rol clave la dirección administrativa de Asuntos Jurídicos (DAAJ) -- una de las áreas más poderosas de la exSIDE macrista.