El INDEC dio a conocer los números de la Balanza de Pagos, que muestran, entre otros datos, una reversión del déficit general en relación al 2019, además de un volumen de deuda bruta inferior al de la gestión de Cambiemos, años sin pandemia. Los números reflejan el paso de un régimen de endeudamiento a uno de desendeudamiento, que busca resolver además préstamos irregulares que condicionan las gestiones económicas de aquí al futuro.
De esta manera, el organismo reportó que se cerró el año pasado con un superávit de 2.985 millones de dólares, que revirtió el déficit de 3.997 millones de dólares del 2019. La Balanza de Pagos es un estado contable en el que analiza los movimientos de los bienes, servicios y del sector financiero, con el exterior.
En este contexto, la deuda externa bruta alcanzó a finales del año pasado a 271.505 millones de dólares, por debajo de los 277.648 millones de dólares del cierre del período en que gobernó Mauricio Macri.
El organismo estadístico informó además que la Posición de Inversión Internacional, es decir, el dinero que los argentinos tienen en el exterior o en dólares, pero fuera del circuito bancario, alcanzó los 122.482 millones de dólares, por sobre los 117.579 millones de dólares de finales del 2019.
El Ministro de Economía, Martín Guzmán, aseguró a principio de mes, que con las regulaciones “el objetivo es evitar que haya movimientos de capitales que entran a tener retornos de corto plazo, especulativos, que no buscan meterse en la economía real de una forma más permanente”.
Hasta no alcanzar una estabilidad económica y financiera “no va a haber alternativa a mantener los controles de capitales por un tiempo. Es un esquema transitorio, más bien defensivo, pero que tiene que ver con la situación en la cual se dejó a la economía argentina por los 4 años previos, en los que hubo una entrada de capitales especulativos muy fuerte”.
El Gobierno está centrado, en este contexto, en seguir resolviendo el frente de la deuda externa, aun cuando negocia repagos de préstamos a todas luces irregulares. Guzmán confirmó el lunes que saldrá de gira europea el 12 de abril, para buscar apoyo político de los países del G7 y el G20 para negociar con plazos más amplios las deudas con el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Club de París.
Fuentes oficiales aseguran que aún sabiendo que "esta deuda fue irregular, injustificada y netamente política", hay que resolver la herencia de Cambiemos para que no condicione la actual gestión y los gobiernos que vienen. Sobre todo el préstamo de 44 mil millones que tomó Macri, se fue enteramente en fuga de capitales y no se tomó más crédito (podía acceder a 57 mil millones) porque hubo cambio de gestión.
Este proceso de endeudamiento y fuga de la gestión Macri le exige al Ejecutivo actual celeridad para algunas cuestiones. Primero, tratar de demorar el vencimiento de mayo del Club de París, una deuda total de 2500 millones de dólares. Y, por otra parte, conseguir avales políticos del oficialismo y la oposición para llevar más allá de los 10 años los plazos para cumplir con la deuda correspondiente al organismo que comanda Kristalina Georgieva.