A la falta de recursos humanos y de infraestructura ante un posible rebrote de la covid-19 en la provincia se suman: la incertidumbre sobre la continuidad de los llamados Contratos Covid-19 (hoy es el último día del convenio firmado hace un mes), la decisión de profesionales médicos contratados de buscar un destino mejor ante la demora de dos meses en sus pagos, la falta de designación temporaria y en planta permanente de los agentes del sistema, y la disparidad de contrataciones que hay en los efectores de salud del sistema público. Frente a este panorama de precarización laboral se había convocado a un paro de 24 horas a partir de las cero hora de hoy, pero la Secretaría de Trabajo de la provincia dictó ayer la conciliación obligatoria para evitar que la medida se concrete.
En Orán, uno de los departamentos más golpeados por la primera ola (es el segundo con más contagios después de Capital), se ganó experiencia el año pasado, pero aún persisten deficiencias en las condiciones para afrontar el problema.
En una nota firmada por la jefa de la Unidad de Terapia Intensiva (UTI), del Hospital San Vicente de Paul, Carina Segovia, se da cuenta de esa situación. “En este momento tengo 7 camas de UTI para Covid y 6 para polivalente”, es decir, otros pacientes que requieren cuidados intensivos distintos a la covid, indicó la médica a Salta/12. Ayer estaban acondicionando una más con la que contarán con 8 camas para atender a pacientes con covid. La terapia de adultos tiene un total de 14 camas, 8 profesionales médicos, 20 enfermeros de planta permanente y unos 8 enfermeros contratados.
Según recomendaciones de las organizaciones médicas, alguien con covid positivo debe ser tratado en las primeras 72 horas en las que se confirma su condición con plasma de personas convalescientes de covid, explicó la médica. El objetivo del tratamiento en esas primeras horas es evitar que derive en una situación de mayor gravedad. Ya de por sí, contar con el resultado de la PCR implica 48 horas de demora. Hace un mes que ese estudio no se puede hacer en Orán “porque explotó la centrífuga”, dijo Segovia al indicar que aún esperan que devuelvan la máquina reparada, o que se la reemplace.
La médica teme no tener a tiempo el resultado, lo que implica no dar el tratamiento en las primeras horas y, por lo tanto, que se agrave el estado de las personas enfermas en un Hospital sin recursos humanos suficientes para atender a quienes lleguen a la UTI.
Segovia señaló que incluso Tartagal (ciudad cabecera del departamento San Martín), que tiene su propio Hospital, está derivando pacientes a Orán, dado que el San Vicente es uno de los hospitales de referencia del norte provincial. Explicó que el Hospital tartagalense Juan Domingo Perón manda los enfermos porque “no tenían cirugía”. A partir de esta semana, dijo que el Hospital oranense tendrá cirugía con guardias solo “de lunes a viernes”, dado que no hay cirujanos para el fin de semana. “Estoy a 300 kilómetros de la Capital ¿Qué hago con los pacientes si llegan a emergencia en el fin de semana?”, fue la pregunta que se hizo la médica de manera retórica, al recordar que se quedará sin especialistas.
Recordó que el Hospital había logrado contratar a una médica venezolana, y a otro terapista que también fue apoyo imprescindible para afrontar la pandemia el año pasado. A ambos especialistas les demoraban el pago por dos meses y se fueron a otros lugares con mejores condiciones laborales.
Una de las posibilidades planteadas por la gerencia oranense fue abrir una nueva terapia intensiva con 10 camas. “Pero se necesitan por lo menos cuatro médicos más. Mínimo”, dijo Segovia. La médica tuvo que quedarse cuatro días sin volver a su casa el año pasado, luego de que sus compañeros enfermaran sin que quedara personal suficiente para cuidar a las personas enfermas.
Mientras, hasta ayer en la ruta 50 a la altura del ingreso a Orán, había un corte de quienes reclaman la estabilidad laboral de los contratados Covid, además de pedir la reincorporación de agentes despedidos en el Sistema de Emergencias 911.
Paro suspendido
Desde el Frente Intergremial de Salud se había decidido un paro de 24 horas, frenado finalmente por la conciliación obligatoria dictada por Trabajo de la provincia. El secretario gremial de ATE, Víctor Chuquisaca, recordó que los reclamos abarcan desde la necesidad de extender el plazo de los Contratos Covid-19 hasta la regularización laboral de quienes trabajan en Salud Pública de manera precarizada desde antes de que se declare la pandemia.
Uno de los puntos tiene que ver con la falta de incorporación a designaciones temporarias a más de 400 trabajadores del Hospital Materno Infantil, que se encuentran bajo la modalidad de planta privada. Se suma la necesidad de extender los Contratos Covid-19 y pagar lo adeudado desde diciembre en algunos de los casos. “Además, la gente está con el corazón en la boca porque no se les salió a dar una solución y eso atenta contra la salud mental de los compañeros”, dijo Chuquisaca al recordar que hoy se terminan los contratos.
Otro de los reclamos, ya en el Hospital San Bernardo, es que esta vez, a diferencia de otros años, los trabajadores contratados por el Hospital (y que no son Contratos Covid-19) no recibieron el porcentaje del aumento que sí percibieron los trabajadores designados por el Ministerio de Salud. Se suman otros reclamos como la falta de calidad en los equipos de protección personal (EPP), o de segundas dosis de vacunas para el personal de Salud aun sin inmunizar. “Hay un relajamiento en el cumplimiento de los protocolos además”, dentro de los hospitales, denunció Chuquisaca.
Según dijeron fuentes de la cartera sanitaria, los Contratos Covid-19 se podrían extender hasta julio, en principio. En relación a las designaciones temporarias, se indicó que habría 1.010 contratados que serían reconocidos con el beneficio; mientras, para este año se prevé el pase a planta permanente de 1.654 agentes de Salud que tienen designación temporaria.
Radio abierta por una despedida
Hoy a partir de las 10 en las puertas del Hospital San Bernardo se realizará una Radio Abierta para pedir por la reincorporación de Cintia Reynaga, una enfermera con Contrato Covid-19 que fue notificada por la gerencia del Hospital de su despido hace una semana.
Según sostuvo la trabajadora despedida, esto sucedió por haber denunciado el mal accionar de otros agentes de Salud dentro del Hospital. Reynaga fue, además, una de las organizadoras de las acciones que se llevaron adelante para reincorporar a 34 agentes con Contratos Covid-19 que habían sido desafectados por el Hospital yendo contra los compromisos asumidos por el Ministerio de Salud. La enfermera entendió que estas son las razones de su despido, por lo que lo considera discriminatorio y antisindical.