La historieta ostenta el record de los astronautas más extraños enviados al espacio exterior. Qué duda cabe. Ni el cine ni la literatura se atrevieron a tanto: viajeros osados en la conquista de nuevos planetas pero sin trajes ni cascos; con nobles propósitos en la defensa de la humanidad pero en piyamas y pantuflas; decididos a combatir al invasor pero con botas de montar y rifles de cazador; con el compromiso de aportar datos a la ciencia pero a bordo de indescriptibles cacharros piloteados en manga de camisas y en ocasionales taparrabos. Ni la NASA se atrevió a tanto.

Hombres, mujeres, policías, almaceneros, jinetes, pilotos, niños y hasta animales atravesaron el espacio desafiando por igual la gravedad como la falta de oxígeno. Desde Little Nemo a Viruta y Chicharrón, desde Dick Malvan a Rolo el marciano, desde Don Pascual a Lupín, pasando por Pelopincho y Cachirula hasta la Vaca Aurora (por citar algunos extravagantes viajeros), la inconmensurable Vía Láctea de la historieta tiene tantos astronautas dibujados como estrellas. Y ahora se suman dos más: Roque y Gervasio.

El primero viste de saco, corbata y usa media tres cuartos; el otro se las arregla con un chaleco deportivo y un pucho entre los labios que no apaga ni cuando se pone el casco. Uno conduce (mal) la indescriptible nave y suele viajar con la suegra que no lo deja en paz, el otro oficia de copiloto, comentador irreflexivo y solicitante exasperante de regresar a tierra.

Ambos son astronautas de manual: aprobaron el “Curso introductorio de Astronauta interplanetario y su aplicación a la Conquista de planetas”. Un certificado –“editado por el Departamento de Astronáutica de la Universidad de la Costa, y autorizado por el Departamento Interprovincial de Astronáutica y Planetas Extrasolares (DIAPE)” – que les permitió iniciar el primero de sus viajes hacia un planeta desconocido del que dicen tener el título de propiedad. En el tiempo que demora un pestañeo, entre un cuadro de historieta y otro, los dos nuevos navegantes localizan el objetivo pero en lugar de aterrizar sobre suelo seguro lo hacen en el interior de una flor inmensa donde la naturaleza vive desboscada.

Así arranca “Venganza Vegetal” primera aventura de Roque & Gervasio, pioneros del espacios de la ya conocida dupla integrada por Ángel Mosquito en dibujos y Federico Reggiani como guionista. Lo que viene después es aventura en estado puro con los aciertos propios de una historia que se escribió y dibujó de a dos páginas por semana para las redes sociales. Porque al elegir este modelo de publicación de exigencia periódica, las inconsistencias de la historia (que las hay) se olvidan rápidamente porque lo que  importa son los momentos donde el dibujo ruge y el guión se convierten en el propulsor necesario para levantar vuelo. En las 86 páginas de este libro el velocímetro de creación de Mosquito y de Reggiani está siempre al límite de lo permitido (chistes sexuales y de suegras) sin olvidar la crítica al sistema: hasta un service espacial es capaz de reclamar certificados por ser agente de retención.

“Arrancamos esta historieta en 2019 y la pensamos en un formato cuadrado porque se lee mejor en la pantalla. La idea fue de dos tipos que conquistan planetas y a partir de ahí fuimos generando un universo de personajes, una línea histórica y una cierta lógica que iremos mostrando a lo largo de los libros que vayamos haciendo. Porque además de este, proyectamos hacer 39 historias más. Nos auto obligamos al dar a conocer los próximos títulos en la contratapa. De algo hay que morir ¿no?”.

Por esas y otras muchas razones este pequeño libro de 15 cm. x 15 cm. marca una diferencia con los ya publicados y festejados por la dupla como Vitamina Potencia, Tristeza, Los Visitantes del agujero del comedor o 30 Millones. Este trabajo es la puerta de entrada de un proyecto editorial que Reggiani y Mosquito se pusieron al hombro (luego de una promesa de edición incumplida por parte de un sello) y que bautizaron Libros del Cosmonauta.

Esta iniciativa independiente no solo se queda en la publicación de las desventuras de los dos astronautas, va más allá: intenta recuperar el espíritu de los bolsilibros (obras de formato pequeño escritas y vendidas exclusivamente en kioscos y que tanto éxito tuvieron en argentina a partir de los años 40 con Acme y sus Rastros, Tor y su Julio Verne”, o Molino y sus Narraciones terroríficas) al lanzar al mercado novelas como El efecto Phobos (de 10 cm x 15 cm.) firmada bajo el nombre de Ian Giger y primer título de varias obras literarias ligadas a la ciencia ficción.

La lectura y disfrute de Roque & Gervasio se completa con el lanzamiento (y que solo podrán tener los primeros 100 compradores del libro) de un inolvidable manual (folleto de 24 páginas en blanco y negro) donde además de definir al astronauta (“Es una persona de bien y siempre mira fijo el horizonte”), explicita las virtudes y peligros de semejante oficio, y aporta algunos aspectos de sus difíciles tareas como: la elección de la tripulación y sus “pago de haberes”; el procedimiento básico para los aterrizajes “en planetas rocosos” y cómo se debe proceder ante la posibilidad de conquistar “un planeta de vida menor e inferior”, entre otras muchas contraindicaciones. La humorada se completa cuando el manual señala cómo obtener la licencia de astronauta previo del pago de un “estampillado” del correo.

“Cada libro lleva una edición de regalo de alguna publicación que amplía el universo de los personajes de Roque y Gervasio. Por ejemplo el segundo libro, El lado de afuera del cosmos que sale en septiembre/octubre, va acompañado de un folleto con biografías de astronautas famosos, ficticios claro”.

Más allá de estas cuestiones de estrategia/supervivencia editorial, Roque & Gervasio aparecen en el universo de la historieta argentina recuperando el alma de viejas fórmulas tanto de la ciencia ficción (el monstruo imprevisto -en este caso plantas con altas pulsiones sexuales-, y las transformaciones corporales de los pasajeros debido al contacto con seres de otros planetas), como de los modelos del humor que van desde la exageración/desesperación del dúo incompatible al uso múltiple del devaluado gags como tracción narrativa. No es poco para ser la primera excursión al espacio de estos dos extraños astronautas de tinta y papel.

Roque & Gervasio, pioneros del espacio se consigue en https://linktr.ee/ediciones.cosmonauta