El ex ministro de Cultura porteño y ex director artístico del Teatro Colón, Darío Lopérfido, no se quedó conforme con negar el terrorismo de Estado sino que ahora lanzó munición gruesa contra la industria cinematográfica, que dijo conocer en detalle porque cuando fue secretario de Cultura de Nación, durante el gobierno de la Alianza, el Incaa dependía de él. El jueves por la noche, en el programa Intratables, el ex funcionario que tuvo que renunciar a ambos cargos por sus declaraciones dudando sobre la cantidad de los desaparecidos de la dictadura cívico-militar, señaló: “El Incaa te da cinco millones de pesos, el productor se guarda dos, hace la película con tres, el pobre director tiene que hacer catering con agua mineral, no puede alquilar la cámara, la tiene que pedir prestada, después la película para que reintegren los gastos se estrena y tiene dieciséis espectadores”. Para echar más nafta al fuego acotó: “Esto no pasa con las grandes producciones como las de Adrián Suar, Juan Campanella o Damián Szifron. Pasa con productores que no conocés”. Y, además, aprovechó para meter sus dardos contra el kirchnerismo: “Hay un mecanismo de corrupción histórico, los últimos dos directores del Incaa del kirchnerismo están procesados”, disparó en relación a Jorge Coscia y Liliana Mazure. PáginaI12 consultó a cuatro importantes productores y cineastas para conocer sus impresiones sobre estas nuevas declaraciones que buscan tirar otro manto de sospecha sobre la industria cinematográfica.
“Simplemente es una provocación. Si él fue secretario de Cultura, sabía eso y no hizo nada, me parece como muy extraño”, comentó Benjamín Avila, director de Infancia clandestina y coproductor de Gilda, no me arrepiento de este amor. Avila aseguró que lo que está sucediendo actualmente es que se quiere manchar la actividad cinematográfica. “Si lo plantean desde el lado de la corrupción, toda la comunidad audiovisual quiere que no exista. No son ellos solos. Nosotros queremos que no exista porque nos interesa filmar, no nos interesa robar. Y la comunidad entera ha demostrado una unidad de defensa del Incaa, que si fuera un nido de ratas, muchos más de la mitad no estarían apoyando todo esto”, afirmó Avila.
“Que lo diga Lopérfido es parte de lo que Campanella llamó opereta. Y sigue la opereta. Si usan a Lopérfido para esto es lamentable, no les queda a quien usar”, señaló Luis Puenzo, ganador del Oscar con La historia oficial y también productor. Para indicar que los dichos del ex sushi están consonancia con una operación, Puenzo relató un episodio que se produjo esta semana: al cineasta lo había invitado Nelson Castro para ir el jueves pasado a su programa en TN. A último momento “me llamaron para desinvitarme, para decirme que iban a tratar el tema de otra manera”. Puenzo prendió el televisor en TN para ver “cómo era la otra manera en que iban a tratar el tema”. Estaba Oscar Martínez y, evidentemente, “lo trataron de otra manera”, explicó. “Después de ver a Castro con Martínez me enteré que mientras yo lo miraba, en Intratables estaba Lopérfido. ¿Si me parece que esto es parte de una operación? Sí, esta coincidencia de programas en el mismo horario y de maltratos de diversa índole y personajes que mandan al aire, ¿qué otra cosa puede ser?”, reflexionó Puenzo.
Marcelo Piñeyro se explayó sobre Lopérfido: “No tiene entidad para perder un minuto de mi vida en escuchar lo que piensa y mucho menos en responderle”. Ante la insistencia, aceptó expresar cuál era su pensamiento como experimentado cineasta y productor que conoce el paño: “Dijo un montón de estupideces. Con respecto a lo de la corrupción, puedo señalar que no soy juez, fiscal, policía ni servicio. Por ende no tengo pruebas de absolutamente nada. Rumores de corrupción en el Instituto vengo escuchando desde que tengo memoria. Ahora, insisto, un gobierno que lleva un año y medio de gestión, si no lo resolvió, es parte, porque el gobierno sí tiene elementos para no quedarse en un estado de rumor. Yo, como director de cine, no tengo ninguna posibilidad de avanzar sobre el estado de rumor. Si a un año y medio de gestión siguen hablando de corrupción y no la resuelven es que son socios de esa corrupción”, completó el director de Tango feroz y Plata quemada, entra varias otros largometrajes de ficción.
Una de las productoras más prestigiosas del cine nacional, Lita Stantic, confesó: “La verdad que me parece tan estúpido lo que dice Lopérfido que responderle casi no tiene sentido. Es un disparate de una persona que ha dicho muchos disparates. Es una bestialidad”. Al contrario de lo que dijo Lopérfido, la productora de Mundo grúa y La ciénaga, ejemplificó de la siguiente manera: “De repente, la corrupción puede estar entre la gente que hace estos bruscos cambios. Y si se necesitan cambios se podrían hacer de otra manera”.
En relación a los montos, Avila subrayó: “Los números que Lopérfido tira y maneja no son para nada esos porque no conoce cómo son los controles que tiene el Incaa, que son muy largos e intensos. El Incaa no es una ventanilla en la que uno ingresa un papel y le dan un cheque. Es un sistema muy burocrático y de alta complejidad. Tiene muchas etapas de controles para la entrega del dinero. Por lo tanto, plantear que uno pide cinco y le dan cinco, como si fuera un chorro de agua caliente que uno solicita un poco y le dan el termo lleno, es completamente ilógico. Evidentemente, si fue secretario de Cultura y plantea eso es porque nunca se enteró qué pasó en el cine”. Stantic entiende que puede haber gente corrupta entre los productores de cine, pero por su experiencia, comentó: “Es lo contrario de lo que Lopérfido dice: Hay mucha gente que ha hecho películas y que no tiene de repente el apoyo de las majors y la pasa bastante mal. Conozco mucha gente que hasta ha tenido que vender su casa para pagar créditos porque la película no funcionó”, concluyó Stantic.