Con la pandemia de covid-19, el tiempo que se tardará en eliminar la brecha de género global aumentó en una generación: de 99,5 a 135,6 años según el Informe global sobre la brecha de género de 2021 que publicó este miércoles el Foro Económico Mundial. Islandia sigue siendo el país con mayor igualdad de género, seguido de Finlandia, Noruega, Nueva Zelanda y Suecia. Argentina se encuentra en el puesto 35. Al ritmo actual, Latinoamérica tardará 69 años en eliminar la brecha. A nivel global, las mujeres han sido más afectadas en términos laborales que los varones con tasas más altas de pérdida de empleo: 5 por ciento frente al 3,9 por ciento entre los hombres. Y a medida que el mercado laboral se recupera, los datos de LinkedIn muestran que las mujeres están siendo contratadas a un ritmo más lento en distintas industrias, con menor probabilidad de que sean contratadas para puestos de liderazgo, lo que resulta en un retroceso del avance de entre 1 y 2 años.
A nivel regional, en América Latina y el Caribe, 15 de los 25 países de la región mejoraron sus puntuaciones generales. Belice, El Salvador y Surinam destacan por reducir su brecha de género en más de 2,3 puntos porcentuales en un año: de todas formas, eso no significa que todavía la situación de las mujeres en esos países no esté atravesada por profundas desigualdades.
El informe advierte que aunque se está consiguiendo igualdad de condiciones en materia de educación y salud, las mujeres no tienen las mismas oportunidades y se enfrentan a obstáculos económicos, en el ámbito laboral, y en cuanto a la participación en la política.
El informe, ahora en su decimoquinto año, compara la evolución de las brechas de género en cuatro áreas: participación y oportunidades económicas, logros educativos, salud y supervivencia, y empoderamiento político. Además, examina las causas de las brechas de género y describe las políticas y prácticas necesarias para una recuperación inclusiva.
El deterioro de este año se atribuye, en cierta forma, a una creciente brecha de género en la política en varios países de gran población. A pesar de que la mitad de los 156 países incluidos en el informe registraron una mejora, las mujeres todavía ocupan apenas el 26,1 por ciento de los escaños parlamentarios y solo el 22,6 por ciento de los puestos ministeriales en todo el mundo. Según su trayectoria actual, se prevé que la brecha de género en la política tarde 145,5 años en eliminarse, en comparación con los 95 años de la última edición del informe, lo que representa un aumento de más del 50 por ciento.
En parte, el retroceso en el mundo del trabajo se debe a que, con mayor frecuencia, las mujeres ocupan empleos en los sectores más afectados por los cierres, sumado a las presiones adicionales de las tareas de cuidado y doméstica en los hogares. La brecha de género económica ha experimentado solo una mejora mínima desde la edición 2020 del informe y se espera que tarde otros 267,6 años en eliminarse. El lento avance se debe a tendencias opuestas; si bien la proporción de mujeres entre los profesionales cualificados sigue aumentando, persisten las disparidades de ingresos y pocas mujeres ostentan puestos en equipos directivos, señala la publicación.
“La pandemia ha afectado significativamente a la igualdad de género, tanto en el lugar de trabajo como en el hogar, lo que supone retroceder años de progreso. Si aspiramos a una economía futura dinámica, resulta esencial que las mujeres estén presentes en los puestos de trabajo del futuro. Ahora más que nunca, es decisivo centrar la atención en el liderazgo, el compromiso con objetivos firmes y la movilización de recursos; es el momento de incorporar la paridad de género, integrándola en la recuperación”, afirmó Saadia Zahidi, directora gerente del Foro Económico Mundial.
Los sectores con una representación históricamente baja de mujeres también están experimentando un rápido crecimiento de los “trabajos del futuro”. Por ejemplo, en servicios en la nube, las mujeres conforman solo el 14 por ciento de las plantillas; en ingeniería, el 20 por ciento, y el 32 por ciento en Big Data e inteligencia artificial. Esto hace que sea más difícil para las mujeres cambiarse a esos puestos emergentes que para los hombres. El informe ofrece nuevas métricas que permiten hacer seguimiento del avance, con vistas a la eliminación de las diferencias de género en los trabajos del futuro. Aunque las ocupaciones asistenciales y educativas también ofrecen áreas de crecimiento futuro y cuentan con una mayor representación de mujeres, a menudo son puestos peor remunerados que otros trabajos del futuro.
"Las mujeres no están bien representadas en la mayoría de los puestos de rápido crecimiento, lo que significa que estamos acumulando problemas de representación de género aún mayores, a medida que salimos de la pandemia. Estos puestos desempeñan un papel significativo en la configuración de todos los aspectos de la tecnología y su despliegue mundial. Las voces y perspectivas de las mujeres deben estar representadas en esta etapa fundacional, especialmente porque la digitalización no deja de acelerar. Las empresas y los gobiernos deben incorporar la diversidad, la equidad y la inclusión en sus planes de recuperación. Para ello, un aspecto crucial es la evaluación de los candidatos en función de sus habilidades y potencial, y no meramente de su experiencia laboral directa y su educación reglada. La contratación basada en habilidades es clave, si aspiramos a que nuestras economías y sociedades sean más inclusivas", comentó Sue Duke, directora de Política Pública Global de LinkedIn.