La flamante sociedad entre el kirchnerismo y el gobernador de San Luis, Alberto Rodríguez Saá, tuvo ayer en Lanús un nuevo capítulo. Ante una concurrencia que congregaba todas las vertientes del peronismo local, portando carteles que clamaban por la libertad de Milagro Sala, con un retrato de Cristina Fernández de Kirchner como escenografía y acompañado por el diputado Edgardo Depetri, el puntano hizo su primer desembarco en el Conurbano para dar puntapié inicial a una campaña que tiene escala en octubre de este año pero destino final en 2019.
“Este es un gobierno de los poderosos para beneficiar a los poderosos”, dijo Rodríguez Saá, despertando aplausos de una concurrencia variopinta que llenó el salón donde se llevó a cabo el acto. Las primeras filas eran un muestreo de los distintos sectores que componen el peronismo de Lanús, desde el ex candidato a intendente Julián Álvarez a la diputada bonaerense Karina Nazabal. Delegados sindicales, un puñado de intendentes del interior de la provincia como Juan Veramendi (Ranchos) y un grupo de concejales completaban la convocatoria, que también atrajo a mucha militancia de a pie.
Para que el peronismo vuelva a ganar necesita “tener un programa”, dijo el gobernador. “En marzo, salimos a las calles. Hay que escuchar a la calle, cuáles son sus consignas. Si cortamos y pegamos los carteles de los hombres y mujeres que se manifestaron en marzo, vamos a tener nuestro programa: Negociaciones paritarias. No a la pérdida del poder adquisitivo. No al endeudamiento. Mejores salarios para los docentes. Libertad a Milagro Sala. Esa tiene que ser nuestra plataforma”, aseguró.
También le dedicó unas palabras a la marcha a favor del gobierno que vino después de las múltiples protestas del mes pasado. “Ellos también salieron a manifestarse pero sus carteles decían otras cosas. ‘Está mal comer choripán en la calle. No proteste cortando las vías de circulación. No prendan fuego neumáticos’. Nosotros escribimos la historia de la protesta social en la Argentina, ellos parece que escribieran un manual de buena conducta”, bromeó.
El acercamiento al Frente para la Victoria del puntano, feroz opositor entre 2003 y 2015, tiene motivos inmediatos y otros de más largo plazo. En principio, la rebelión de quien fuera el hombre de confianza de los Rodríguez Saá, Claudio Poggi, que ayer anunció que será candidato a senador por el PRO, pone en riesgo por primera vez la primacía del clan en esa provincia (ver recuadro). Para garantizar un triunfo, necesitan acercarse al kirchnerismo local y dejar atrás una larga década de recelo.
Para el espacio que conduce CFK, sumar las voluntades parlamentarias de los legisladores puntanos (2 senadores y un diputado que se ponen en juego este año) puede fortalecerlo de cara a la puja que habrá con otros sectores del peronismo en el Congreso a partir del año que viene, de cara a las elecciones presidenciales. Alberto Rodríguez Saá mismo no oculta sus aspiraciones en ese sentido y lee, a diferencia de otros gobernadores con planes similares, que para llegar a la Casa Rosada como candidato peronista necesita sí o sí el favor del electorado K.
Por eso, su discurso destacó muchas veces la labor de Néstor y de Cristina Kirchner durante los doce años de gobierno, a pesar de que haya sido opositor en ese período. “Es necesario dejar atrás las diferencias y unir al peronismo”, postuló, aunque gran parte de su discurso estuvo centrado en críticas al macrismo: “El Estado debe meterse en la economía para que crezca sin hacerle daño a la gente. Ese equilibrio es la base de la doctrina peronista. Ellos, en cambio, se quieren meter la economía en el bolsillo”, dijo.
Además, destacó que “durante la campaña prometían una Argentina con economía competitiva, con trabajo, adecuada a los nuevos tiempos, con hambre cero” pero “también prometieron que iban a pagar la deuda con los fondos buitre y a adecuar las tarifas” de los servicios públicos. “De todo lo que dijeron, con qué rapidez Macri solucionó el problema de sus amigos; en cambio, el pleno empleo y la activación de la economía, para ellos vienen después”, concluyó.
Antes, el diputado Depetri, que organizó el acto para comenzar a preparar el terreno de una futura candidatura a jefe comunal, había hecho un diagnóstico del estado de situación: “Seguramente hay muchas cosas que hicimos mal y otras que no pudimos hacer. Pero a Cristina Fernández de Kirchner no la están tratando de aniquilar con campañas mediáticas y judiciales por esos errores sino por haber representado los intereses del pueblo en vez de los del capital. Le quieren hacer pagar el proyecto nacional, le quieren hacer pagar haber levantado esas banderas”, señaló.