El gobierno pretende a fines de mayo realizar una nueva audiencia pública para que empresas aeronáuticas presenten sus solicitudes formales de rutas y frecuencias bajo la modalidad de low cost (bajo costo). Se trata de la segunda audiencia en tres meses y de otro capítulo de la política oficial de desregulación del espacio aéreo, que tiene como principal perjudicada a Aerolíneas Argentinas (AA). En este evento se espera mayor presencia de empresas que quieran aprovechar los mayores beneficios a las compañías extranjeras. Entre las que confirmaron su asistencia se destaca la noruega Norwegian, la estrella del encuentro por el ambicioso plan de inversión que presentará, la boliviana Amaszonas y nuevamente la colombiana Avianca, pese a que las autorizaciones de las rutas otorgadas tras la primera audiencia están todavía pendientes de aprobación. Se sumaría la empresa Flyest, que actualmente opera con los permisos de la extinta Sol, y compañías charter y de taxis aéreos que quieren ingresar al negocio low cost.
A pocos meses de la primera audiencia, que significó el reparto de espacio aéreo argentino a compañías en su mayoría extranjeras y de rutas que en muchos casos se interponían con las de línea de bandera, el gobierno redobla la apuesta y busca sumar nuevas firmas. De hecho, en un primer momento se anunció la audiencia para marzo, luego se pospuso a abril y el miércoles el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, aseguró que se realizará a fin de mayo, pero no dio mayores precisiones.
Todavía no se conoce el listado oficial de empresas inscriptas, pero ya hay confirmadas al convite. La que acaparará toda la atención es la firma de origen noruego, Norwegian, la segunda mayor aerolínea low cost de Europa. El objetivo de la compañía es sumar vuelos bajo esta modalidad entre Argentina y Gran Bretaña. Para ello, a mediados de marzo, Dietrich firmó un Memorando de Entendimiento con las Autoridades Aeronáuticas del Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, que permite ampliar las frecuencias aéreas a 21 servicios semanales entre las ciudad de Londres y Buenos Aires. La empresa prometió una inversión 4300 millones de dólares por un contrato de por lo menos 15 años de operatividad y transformar a Buenos Aires en un punto de conectividad para vuelos de Europa y América latina. La línea noruega es la que presenta la propuesta más seria en términos de financiamiento propio, aunque el despliegue que pretende en el espacio aéreo argentino será riesgoso a nivel de competencia para la línea de bandera, ya que fuentes del sector aeronáutico anticipan que podría pedir más de cien rutas.
La otra aerolínea es Amaszonas, un grupo de origen boliviano, que ya opera vuelos directos entre Asunción y el Aeroparque Jorge Newbery. La compañía ahora irá en busca de rutas de cabotaje y regionales, según confirmó el presidente ejecutivo de la firma, Sergio de Urioste. La solicitud que llevarán a la próxima audiencia incluirá al menos siete destinos dentro del país, partir de la conformación de una filial nacional de la firma (Amaszonas Argentina). Es el mismo modelo de negocios que utilizaron en Bolivia, Paraguay y Uruguay. El directivo aseguró que pedirá rutas que no estén actualmente cubiertas por otras compañías. Prevé conectar Santa Cruz de la Sierra y La Paz con Córdoba, Salta, Tucumán; Asunción con Salta e Iquique, con Córdoba y con Resistencia e Iguazú; y Montevideo con Córdoba, Salta, Rosario y Mendoza.
La tercera empresa vuelve a ser Avian, la filial de la colombiana Avianca y la sucesora de Macair, que fue propiedad del presidente Mauricio Macri. La compañía ya había hecho su pedido en la primera audiencia pública, el cual fue aprobado en su totalidad. Pero luego la adjudicación de las rutas tuvo que ser suspendida por problemas de conflictos de intereses, ante una denuncia de que la venta de Macair a Avianca pudiese haber sido hecha bajo la promesa de otorgarle nuevas rutas. Mientras se mantiene pendiente la resolución de esa situación, Avian solicitará más rutas en esta segunda audiencia. Hará valer allí su intención de comenzar a operar en Tucumán a mediados de año y posicionar a esta provincia en vuelos de cabotaje en tercer lugar, detrás de Buenos Aires y de Córdoba. En la primera audiencia no había solicitados rutas a Tucumán.
La cuarta compañía es Flyest, que cuenta con un solo avión y opera con los permisos de la extinta Sol, a partir de una sociedad en la que participan ejecutivos de esta última y la española Air Nostrum. La firma asegura una inversión de 697 millones de pesos y generar 120 empleos para pilotos, tripulantes y operarios. Estaba previsto que comenzara en marzo a volar a Santa Fe, Mar del Plata y Rosario. A estas se sumarán distintas empresas que actualmente operan como taxis aéreos, con lo cual el gobierno espera incrementar la oferta aerocomercial.
En diciembre se llevó a cabo la primera audiencia en la que presentaron y luego se les aprobaron sus planes para operar en el segmento low cost a American Jet, Andes, Alas del Sur, Avianca y Flybondi. Los permisos a las dos últimas quedaron suspendidos. En el caso de Avian hasta que se ajuste al decreto presidencial sobre transparencia, y en el de Flaybondi hasta que presente la documentación de la incorporación de sus aviones. De las otras tres, sólo la aerolínea Andes incorporó en su oferta algunas de las rutas que le fueran adjudicadas. Alas del Sur sigue sin contar con los aviones necesarios para asegurar la oferta de sus rutas. Sólo presentó una oferta para hacer mediante el alquiler de las aeronaves. American Jet, que nació también como una empresa de taxis aéreos, tampoco anunció nuevos destinos y frecuencias.