“Este trimestre arrancó un poco peor de lo que pensábamos, pero termina en línea con la recuperación que esperábamos. La economía está poniéndose lentamente de pie”, señaló ayer el ministro del Interior, Rogelio Frigerio. “Hay sectores de la economía que arrancaron el año pasado, otros que están arrancando ahora y otros a los que les falta arrancar. De todas formas, lo peor, en términos de la recesión, ya pasó. Empezamos, lentamente y con mucha dificultad, de manera persistente a salir de esta situación”, agregó.

  Según Orlando Ferreres, el primer trimestre registra una caída del PBI del 1,1 por ciento interanual. El Gobierno prometió apenas asumió que la devaluación inicial no tendría efectos negativos. Ante el evidente deterioro del consumo y de la producción, pospuso la recuperación para el segundo semestre. Sin embargo, la mejora no llegó ni siquiera para finales del año pasado. La “luz al final del túnel” tampoco apareció en el primer trimestre de 2017. Recién en marzo Ferreres percibe cierta recuperación, con un crecimiento interanual del 1,2 por ciento y de 0,8 por ciento en relación a febrero en la medición desestacionalizada. “En el tercer mes del año se observaron notorias reacciones en la mayoría de los sectores, permitiendo que el indicador agregado reporte la primera variación interanual positiva tras doce meses en terreno negativo”, dice Ferreres. El avance estuvo impulsado por la construcción, servicios públicos y el agro. La industria manufacturera y el comercio continuaron en baja.

Una de las apuestas del Gobierno para impulsar al sector de la construcción son las líneas de créditos hipotecarios lanzadas en los últimos meses. “Con el ProCreAar y con los créditos de los bancos públicos estamos generando cuotas por debajo de lo que está el alquiler”, dijo Frigerio. Especialistas advierten acerca del riesgo que los créditos hipotecarios atados a la inflación implican para el tomador.