El volcán Etna, ubicado en la costa este de la isla de Sicilia, Italia, volvió a entrar en erupción este jueves a la madrugada. La actividad volcánica generó una columna de cenizas de siete kilómetros de altura que obligó a las autoridades a cerrar temporalmente el espacio aéreo en la zona.

El Instituto Nacional de Geofísica y Vulcanología (INGV) informó que la actividad volcánica en el cráter sureste provocó pequeñas explosiones que, además de formar la columna de cenizas, expulsó una lengua de lava que se expandió hacia el valle del Bove, situado al sur de Sicilia.

Ante esta situación, las autoridades decidieron cerrar el espacio aéreo en torno al volcán, por lo que algunos vuelos fueron desviados hasta el aeropuerto de Palermo, la capital de Sicilia.

“La compañía gestora del aeropuerto de Catania informa que, debido a la actividad eruptiva del Etna, el espacio aéreo está actualmente bloqueado al tráfico. Por lo tanto, ningún vuelo puede aterrizar o despegar”, precisó el sitio web del aeródromo.

En tanto, los servicios de rescate lograron localizar sanos y salvos a siete jóvenes que se dirigieron al volcán para presenciar la erupción y que se terminaron perdiendo en un sendero que conecta las dos vertientes del volcán.

Los servicios contactaron a los jóvenes a través de sus celulares y les indicaron que tenían que dirigirse al refugio de Timparossa. Allí esperaron la llegada de los agentes del cuerpo forestal, que encontraron a los adolescentes asustados, pero en buen estado de salud, según informaron medios locales.

El INGV señaló que esta es la decimoséptima erupción del Etna desde mediados de febrero de este año. Además, puntualizó que este tipo de episodios eruptivos son un fenómeno típico de la reciente actividad del Etna, el volcán activo más alto de Europa.

Desde 1977 hasta la actualidad ocurrieron numerosos episodios similares al actual. Entre ellos se incluye la secuencia excepcional de 66 erupciones entre enero y agosto de 2000 y unas 50 entre 2011 y 2013.