Discurso XL. El discurso de apertura de Gustavo Sáenz duró una hora y 29 minutos, una extensión inusual, ya que en los últimos años los mensajes no alcanzaban una hora. El año pasado su primer discurso le había llevado 47 minutos. En contraste a los casi 89 minutos de ayer, en 2015, Juan Manuel Urtubey ocupó poco más de 10 minutos para expresarse, debido a que por la cercanía de las elecciones, en las que buscaba su segunda reelección, argumentó no querer que se tome su mensaje como un discurso proselitista.

Público presente. Otra notoria diferencia con la apertura de 2020 es que con la presencia de algunos legisladores dentro del recinto volvieron los aplausos. Fueron no menos de 15 veces las que Sáenz debió interrumpir su discurso por las palmas, lo que aprovechaba para tomar agua. La mayoría de los aplausos partieron desde el bloque de diputados oficialistas, sentados del lado derecho del recinto, quienes interpretaban los cambios de tonos de Sáenz, a más efusividad del mandatario, más aplausos.

Yo te sigo a todas partes. En tanto, en la Casa de Gobierno del Grand Bourg, sentados a lo largo de una mesa como en una especie de tribuna virtual, estaban los integrantes del gabinete siguiendo la transmisión. Algunos de los funcionarios participaron en la transmisión oficial durante la ronda de entrevistas previas que tenía como conductor desde la Legislatura al propio secretario de prensa, el periodista Víctor Lamberto.

Perro piquetero. El gobernador llegó a las 9.15 manejando su camioneta blanca, en camino a encontrarse con los legisladores que lo esperaban en la escalinata del palacio legislativo debió esquivar un perro callejero que se acostó a dormir justo por donde venía caminando Sáenz. Antes de subir al recinto descubrió dos placas por el bicentenario de Güemes, una por cada Cámara.

Plaza de protesta. En la plaza hace rato que no concurren militantes para saludar a los gobernadores, ni los espontáneos, ni los movilizados. Esta tendencia se observó durante el último mandato de Urtubey y ahora se sostiene en virtud de la pandemia. Igualmente, frente al edificio estaban integrantes de Tribuna Docente, la rama de maestros del Partido Obrero con una serie de reclamos.

Derecha e izquierda. Justamente, y de forma inesperada, el diputado del PO, Claudio Del Plá, aceptó la invitación para ser uno de los 31 diputados sentados en el recinto, por ello se priorizó a los presidentes de bloque y se completó el quórum de manera proporcional a la composición de cada espacio. Los diputados oficialistas fueron mayoría. La oposición ocupó el sector izquierdo del recinto al fondo. De la mitad para delante de ese sector estaban entreverados los 12 senadores, también prácticamente todos alineados con el gobernador.

Saludos. Urtubey cuando entraba al recinto tenía por costumbre recorrer las filas de bancas para saludar a la mayor cantidad de legisladores e invitados. Este año Sáenz hizo algo parecido y chocó puños con diputados, senadores y empleados que se acercaban mayormente al pasillo para encontrar al mandatario.

El de la batuta. Como siempre, el encargado de presidir la asamblea legislativa fue el vicegobernador en su rol de titular del Senado, en este caso Antonio Marocco. Sáenz y Estaban Amat fueron designados para izar la bandera argentina y de Salta, respectivamente. El estrado lo completaban los dos secretarios legislativos, Guillermo López Mirau y Raúl Medina.

Guión e impro. En total el mensaje escrito del gobernador que se distribuyó a los medios de prensa constó de 35 páginas. Sáenz respetó lo impreso casi en su totalidad. Hubo algunos salteos en la lectura, dejando fuera párrafos enteros, incluido el anuncio de una ley para revisar el ordenamiento territorial de los bosques. En los últimos minutos, después del repaso de gestión, fue cuando apeló a la improvisación y la emotividad, aunque no llegó a ser como el año pasado cuando se le escaparon algunas lágrimas.

Palabras claves. Entre algunas de las palabras claves que se repitieron en el discurso se destaca Salta, que la dijo 49 veces, cuatro de ellas para referirse al pueblo de Salta. Además, utilizó 72 veces provincia. En materia sanitaria, a pandemia la mencionó 18 veces; Covid, 14; virus, 4 y no se refirió nunca a la enfermedad como coronavirus. De las áreas o temas de gobierno, a salud la dijo en 26 oportunidades, obras, 32; seguridad 13; economía, 5; crisis, 3; educación o educativo, 16; docentes, 6 y turismo, 8. A violencia relacionada con cuestiones de género hizo referencia unas 13 veces.

Fotos y más fotos. Apenas terminado el discurso y tras arriar la bandera, Sáenz emprendió el retiro del recinto, pero lo pudo hacer lentamente ya que los diputados y senadores afines se abalanzaron sobre él para sacarse una foto. No llegaron al extremo de las selfies, pero los legisladores recurrían al cualquiera de los fotógrafos institucionales que estaban trabajando en el recinto. Sáenz pacientemente y con una sonrisa cumplió con cada uno de los pedidos.

Protocolo 0. Si bien estaban todos con barbijos puestos, los abrazos y besos al gobernador una vez terminado el discurso, que hicieron estallar el protocolo y el distanciamiento, deben haber crispado los nervios del Ministro de Salud, Juan Jose Esteban, que lo seguía desde el Grand Bourg.

Semana Santa. Además de extender un mes el período de sesiones, el adelantamiento de la fecha de apertura al 1 de marzo, que se concretaría con la reforma constitucional, evitaría que caiga en semana santa, como sucedió hoy. En 2018, la fecha coincidió con un domingo de Pascuas, que al día siguiente también era feriado por el aniversario de Malvinas. Ese día no había aún pandemia, pero la Legislatura estaba bastante despoblada. Había pocos legisladores e invitados presentes (muchos pegaron el faltazo) y casi nada de prensa.