El gobierno invertirá 450 millones de pesos, unos 4,5 millones de dólares, para poner a punto la red de Televisión Digital Abierta (TDA), cuyo servicio quedó deteriorado por la falta de mantenimiento en las torres de transmisión que hasta el 2015 cubrían al 80 por ciento de la población potencial del servicio, aunque la penetración efectiva del servicio era mucho más acotada porque la televisión paga tiene una penetración cercana al 80 por ciento.
"Con 450 millones de pesos ya previstos en el Plan Conectar, anunciado por el Presidente (Alberto Fernández), podemos volver a punto la red de TDA", afirmó el coordinador general del Consejo Asesor del Sistema Argentino de Televisión Digital, Gonzalo Carbajal. La TDA incluye a la Televisión Digital Terrestre y también el servicio satelital que se presta localidades aisladas.
"Hay muchos motivos para invertir en la TDA. En primer lugar porque en su momento se invirtieron 1.000 millones de dólares y sería un crimen desperdiciarlo por abandono, por no invertir en mantenimiento; y segundo porque permite llegar con un servicio de calidad gratuito a la población que no puede pagar un servicio de suscripción", sostuvo el subsecretario de Tecnologías de la Información, Martín Olmos.
El funcionario agregó como tercera razón para invertir en la TDA el "dividendo digital", ya que "libera parte del espectro de una de las bandas que puede utilizarse para 5G", en referencia a la banda de 600 megahertzs del espectro radioeléctrico.
La discusión sobre el uso del dividendo digital no está cerrada en el Gobierno, dado que también hay quienes promueven la ampliación de canales para la televisión digital terrestre para asegurar una diversidad de contenidos en la plataforma.
"Tener una televisión digital fuerte es el prerequisito para apuntar al encendido digital", afirmó Olmos, en referencia al apagado de las señales de TV analógicas.
El lanzamiento de la Televisión Digital Abierta fue en el 2010 y comenzó con la distribución de decodificadores -que permitían captar las señales digitales y verlas en un televisor analógico- entre la población de menores ingresos.
Posteriormente se estableció como norma que los televisores fabricados en el país deben incluir el sintonizador digital, lo que sigue vigente, según comentaron fabricantes de equipos en Tierra del Fuego.
La única ventana de incorporación de televisores sin sintonizador digital al parque de equipos en uso en el país ocurrió en el 2018, cuando autorizaron la importación de unidades sin sintonizador.
La mayor parte de la inversión para la TDA prevista en el plan Conectar, junto con los anuncios de ampliación de la red de fibra óptica y la recuperación del plan satelital, corresponde a equipamiento como baterías, grupos electrógenos, aire acondicionados, transmisores, multiplexadores, y el encriptador de señales, según informaron desde Arsat, que administra la red de torres de la Televisión Digital Abierta. La red cuenta con 92 antenas, de las cuales el martes pasado la TDA tenía 86 que estaban operativas.
La licitación de grupos electrógenos, confirmaron en la Secretaría de Innovación Pública, ya entró en su etapa final, mientras para el segundo semestre se definirá la compra y mantenimiento de las baterías. Ambos equipos son las barreras que impiden que el corte de luz o las variaciones de la tensión en la provisión del servicio eléctrico queme los equipos transmisores.
Según el relevamiento realizado por Arsat, el 60 por ciento del banco de baterías de la red de TDA no tuvo ningún mantenimiento después del 2015; y en muchos grupos electrógenos encontraron que el combustible tenía una "capa de melaza" por falta de aditivos para que se mantenga diluido.
También detectaron "equipamiento que quedó fuera de soporte de los fabricantes", como por ejemplo lo equipos de compresión de las señales; así como el encriptador de señales que protege los derechos de todo el contenido que se transmite por la plataforma.
Explicaron que "en promedio la cobertura de la señal de la TDA llega a unos 60 km a la redonda de la torre", por lo que se resolvió colocar antenas en las casas que quedan fuera del alcance, para que puedan acceder al servicio.
La importancia de la encriptación de las señales tiene que ver con la protección de los derechos de transmisión de los contenidos, especialmente con las señales satelitales, ya que el Arsat 1 ilumina Argentina, sur de Brasil, Uruguay, Paraguay, sur de Bolivia y Chile.
SI la señal no está encriptada cualquier persona dentro de la zona iluminada por Arsat 1 podría acceder a la transmisión, aunque el administrador de la señal, por ejemplo la propia Radio y Televisión Argentina, haya pagado los derechos para transmitirlos. "El equipo que encripta está obsoleto y fuera de la vida útil", indicaron en la empresa.