Emiliano Martínez, casi un desconocido para el gran público en Argentina, tomó una difícil decisión la temporada pasada. Dejó el Arsenal, su club en los últimos diez años, para convertirse en el arquero titular del Aston Villa. Pero ese cambio solo le reportó alegrías. Se fue del Emirates con dos títulos bajo el brazo y dejando una icónica imagen llorando sobre el césped al hablar con su familia. Se fue para crecer y ser titular, y en el Villa acecha el récord de 15 vallas invictas del club y el Guante de Oro de la competición.
En una entrevista con la agencia EFE, el marplatense con pasado en las inferiores de Independiente habla de sus comienzos, su momento actual y un futuro en el que le espera una Copa América y un Mundial en el que por fin vestirse con la camiseta albiceleste de Argentina.
- Peleando por el Guante de Oro de la Premier. ¿Te habías imaginado alguna vez esto?
- Siempre me pongo objetivos para el año y quería tener más de 10/11 vallas invictas al final de temporada. Era una de mis metas para sumar al menos 40 puntos con el Villa. Cuando lo superamos, nos pusimos a ver el récord del club, que son 15 y nos planteamos ese objetivo. Ahora estamos cerca y, si lo logramos ,iremos a por otro, que puede ser el Guante de Oro. La realidad es que estás compitiendo con el mejor equipo de la Premier, que es el City, que juega impresionante y no le llegan mucho.
- ¿Por qué están saliendo las cosas tan bien en el Aston Villa?
- Los fichajes encajaron muy bien en el sistema del entrenador. No ficharon mucho, sino poco y lo que quería el técnico. Ganamos los tres o cuatro primeros partidos y nos conocimos en la cancha. Hubo un par de bajones, obviamente porque hubo lesiones importantes. Nos quedan diez partidos muy importantes y a ver hasta dónde podemos llegar.
- ¿Cómo es Jack Grealish?
- Es un buen chico. Nació y ama al club desde que es pequeñito. Lo da todo por él. Es un jugador que lo necesitas siempre dentro y fuera de la cancha. Hoy en día hay grandes futbolistas que están apostando por el club que aman para verlo crecer y el Villa está en ascenso, está claro por los números. Estamos para cosas importantes y el año que viene conociéndonos más estaremos peleando más alto. Jack quiso ser parte de eso. Quiere ser parte de hacer el Villa grande.
- ¿Y por qué no salieron tan bien las cosas en el Arsenal? ¿Por qué no te estableciste allí?
- Quise cambiar. Creo que triunfé, porque me fui con dos títulos bajo el brazo y jugando todos los partidos en uno de los mejores clubes del mundo. No me fui como un fracasado, me fui supercontento, pero al final uno quiere cambiar de aires después de diez años en el club, de tanto pelear. Yo demostré lo que tenía que hacer y que me podían haber dado la oportunidad un poco antes. Pero me fui muy feliz.
- ¿No pensaste en pelear una temporada más en el Arsenal?
- En ningún momento me dijeron que no iba a jugar o que sí. No era una batalla perdida, porque demostré mi nivel, pero fue mi decisión irme por la puerta de adelante. Nadie me dijo que me quedara o que me fuera. Nadie me dijo que iba a ser el uno o el dos. Fue decisión pura mía. Le agradezco a Mikel (Arteta) el dejarme ir y apoyarme en mi decisión.
- Te fuiste después de ganar la FA Cup llorando en el campo, hablando con la familia. ¿Fue el momento más feliz de tu carrera?
- Sí, no por haber ganado una final, sino por haber superado mis frustraciones a nivel profesional en el Arsenal. Fueron muchos años sufriendo y pasándolo mal por no tener mi oportunidad. No porque no me la merecía, sino porque no me la daban. En ese momento se me vinieron todos los malos domingos que pasé cuando no estaba convocado en el club, o irme cedido a lugares a los que no quería ir porque necesitaba partidos. Nunca me mandaron a préstamo para sacarme, sino para mejorarme. Por eso me tuvieron tanto tiempo en el club, porque algo veían en mí. Cuando gané la copa saqué la bronca que tenía dentro. Soy un chico emocional y todo lo que hago, lo hago por mi familia. Por eso me saltaron esas lágrimas.
- ¿Cómo se trabaja en esa frustración mental de no jugar?
- Es muy difícil. Era un chico muy pasional y cuando las cosas no iban bien entrenaba de más, hacía cosas que no tenía que hacer solo para demostrar que quería más. Me exigía en el gimnasio, en los test. Me quedaba pateando solo. A veces mentalmente no estaba preparado y me preguntaba "¿por qué no me llega?". Me fui cedido al Getafe y por cosas del club no jugué nada. Perdía el amor a jugar al fútbol. No sentía lo que era yo. Ahí me preocupé un poco. Empecé a trabajar con un psicólogo personal hace dos o tres años y también nació mi hijo. Mi carrera fue en ascenso y ahora no tengo límites. Quiero ser uno de los mejores arqueros.
- La mente, un aspecto que no todos tienen en cuenta.
- Tengo mi psicólogo personal que siempre me ayudó en los malos momentos en el Arsenal. Cuando me fui del club nos propusimos trabajar juntos porque creo que superamos la frustración juntos y ahora estamos sacando los frutos. Crezco año a año, y es por él.
- Ayudaría mucho a los futbolistas que esta figura fuera lo normal.
- Lo que pasa es que cuando eres joven piensas que no lo necesitas. Sos joven y te comes el mundo. Hay algunos a los que les llega la oportunidad de jugar y les va todo bien, pero a la edad de 28 o 29 no están a lo máximo de su carrera. Y yo llego ahora a esta edad. Cada uno tiene su propio camino y en él surgen obstáculos. No todo el mundo los supera. Yo los conseguí superar, me sobrepuse a esos obstáculos oscuros, junto a mi esposa y mi familia, y ahora veo el fruto. De tanto que sufrí ahora quiero ser uno de los mejores del mundo.
- ¿Ya imaginaste tu debut con Argentina?
P: Me lo imaginé desde que tengo seis años. Desde que comencé a jugar al fútbol quise ser el arquero de la Selección Argentina. Es algo que le prometí a mi padre desde muy joven, antes de irme a Independiente. Es algo que voy a cumplir. No sé si este año, el que viene o dentro de cinco, pero creo que voy por el camino correcto.
- ¿Te ves en la Copa América?
- Estoy en una de las mejores ligas del mundo, jugando todos los partidos en un gran equipo como el Villa. La posibilidad está, pero solo por jugar en la Premier no voy a ir con Argentina. Tengo que demostrar fin de semana tras fin de semana que puedo estar en la Selección.
- ¿Es esta Copa América y el próximo Mundial la última oportunidad para que Messi gane un título con Argentina?
- Es lo único que le falta en su carrera. Es el que más ganó en todo el mundo. Todo el mundo desea que lo gane, solo por el hecho de que es Lionel. Para mí sería un placer y un honor conquistar algo con él en la cancha. Sería algo increíble para los que jugamos con Leo.
- ¿Cómo es estar con él cuando se pone la camiseta de Argentina? ¿Da respeto?
- Es lo máximo que te puede pasar a nivel deportivo. Estás compitiendo con el mejor del mundo. ¿Qué mejor que tener a Messi en tu equipo? Yo como arquero tengo que tratar de defender todos los balones porque sé que él va a meter uno. Es como si tenés un coche y le pones el turbo. Cuando me viene un balón tengo que poner el turbo para darle la posibilidad a él de marcar. Para mí sería un honor. Todo lo que trabajo y hago sería para ayudarlo a ganar. Me pondría más contento que él gane una Copa América o un Mundial que ganarlo yo. Como argentino.