Durante dos días 9 y 10 de abril, el Jazz vuelve a Rosario y de manera presencial, aspecto que lo convierte en el primero del país en recuperar esta modalidad. Rosario Jazz Festival tendrá lugar en Teatro Lavardén, con organización del Ministerio de Cultura de Santa Fe, curaduría de Horacio Vargas –jefe de redacción de Rosario/12 y director del sello BlueArt Records–, y la emisión en vivo a través de la pantalla de 5Rtv, el canal público de la provincia.

El día viernes, a partir de las 21, el escenario contará con las presencias de Pez Blob, Chivo González Cuarteto y Luego un río (nueva formación del trompetista Mariano Suárez); mientras que el sábado será el turno de María Elena Etchandy, Gato Maula Project y Bonzo Morelli. Los shows serán con entrada gratuita y a partir del martes estarán a disposición en abiertoalcielo.com.ar

Bonzo Morelli

“Con el cuarteto estamos por recibir el disco físico de Allá Lejos y Hace Tiempo (BlueArt), que ya está en las redes. Con los hermanos Mariano y Luciano Ruggieri (piano y batería, respectivamente) y Franco Di Renzo (en contrabajo) vamos a tocar temas de ese disco y un par de standars de esos que acá son muy raros de escuchar, con una especie de mirada hacia el pasado”, comenta Rubén Chivo González a Rosario/12. Si la impronta de González es la que suena más clásica, pero no por ello menos moderna, vale señalar que el festival reunirá sonidos diversos, en donde no faltarán el blues y la fusión.

En este sentido, la propuesta que significa Pez Blob agrega un matiz distintivo. El grupo que conforman Rocío Giménez López (piano), Luciana Bass (guitarra) y Gerónimo Mangini (batería) ya tiene dos discos, y el más reciente de ellos, Enero Bajo el Árbol (Discos ICM), tendrá aquí su primer contacto con el público. “Lo que vamos a hacer es un repertorio que tiene algunas músicas grabadas en ese disco, que editamos de manera virtual y todavía no presentamos, junto a otras que estuvimos ensayando en estos meses para la ocasión y que el grupo ya está pensando para un disco futuro”, señala Rocío Giménez López.

El trompetista Mariano Suárez es parte de Luego un río

Por su parte, Bonzo Morelli -cuyo reciente La Vida en Blues (Típica Records) fue premiado como mejor Disco de Rock y Blues en Rosario Edita- se hará presente con el grupo que conforma junto a Pupe Barberis (batería), Lucas Russo (teclados), y la incorporación de Nahuel Antuña (bajo): “Creo que acá estaba bueno un instrumento armónico, y que fuese un teclado antes que otra guitarra”, explica el músico. Su participación en el festival marcará la irrupción del blues; y se sabe que entre éste y el jazz hay vínculos apreciados. Según Morelli, “el jazz rompió un poco la estructura y fue un poco más libre, en todos los sentidos, no solo en la improvisación sino en la parte armónica, pero es de la familia del blues, de la música tradicional de los afroamericanos que estaban en los campos de algodón, que fue de donde salió todo. El swing que tiene el jazz está muy emparentado con el blues, cuando escuchás un shuffle estás escuchando muchos puntos en común, más allá de la parte armónica. Después, cualquier corriente se moderniza y por eso existe el jazz-rock, la fusión, así como el blues-rock”.

María Elena Etchandy actúa el sábado.

En sintonía con el blusero, Giménez López agrega que “la programación es bien heterogénea y ofrece diferentes miradas, eso es algo que siempre da riqueza y es lo que un festival verdaderamente tiene que ser, al mostrar distintas caras de algo que es muy amplio. El jazz tiene una historia de casi cien años, y desde ese punto de vista hay un mosaico inmenso para abordar”. Por otra parte, Chivo González dice que “nosotros lamentablemente formamos parte del nicho de un nicho; el jazz fue la música más popular del mundo pero eso se fue achicando. A diferencia de lo que sucede ahora, antes eran raros los grupos de fusión. Cuando me empezó a gustar el jazz, sobre fines de los ‘50 y principios de los ‘60, me encontraba con gente más grande que estaba en posiciones más pretéritas, les gustaba el dixieland, la música de New Orleans o el swing, con orquestas como las de Tommy Dorsey o Benny Goodman. Te decían que lo más moderno que podían aguantar era Charlie Parker o Dizzy Gillespie, mientras yo estaba escuchando el Modern Jazz Quartet y el cuarteto de Dave Brubeck. Los chicos nuevos están en la misma posición en la que yo estaba en la década del ‘60, tocan otra música, que a mí me resulta un poco más difícil, pero no digo que no me guste. Uno no se cierra a las corrientes, escucho música actual y encuentro muchas cosas interesantes, y parte de eso siempre va quedando en tu espíritu”.

El trío Pez Blob.

En este cruce, quien sale beneficiado es el público, que irá a escuchar las diversas aproximaciones que habitan el mundo del jazz. Y que resultan por ejemplo en la conformación de Pez Blob. ¿Cuál es el punto de unión, de relación, entre el jazz y Pez Blob? Según la pianista, “el punto es la improvisación, el cruce entre la composición y la improvisación. Ya a priori, Gerónimo (Mangini) y yo somos músicos de jazz, aprendimos la improvisación desde ese lado; y la mezcla de los tres, con Luciana (Bass), que está más relacionada con el mundo del arte sonoro, hace surgir la música del grupo. Pero venimos de esa formación jazzera, con todas las herramientas que eso necesita y requiere, además de los referentes que tomamos, a pesar que muchas veces la música no lo muestre tan literal, pero los discos que escuchamos los tres son de músicos de jazz”.

Gato Maula Project.

Para la música de Bonzo Morelli, la raíz estuvo en Los Beatles, “fueron lo primero que escuché y que me hizo un clic, porque sentí que esa música me llegaba al corazón y me emocionaba. Siempre digo que la música de raíz es la que más me llega, como Atahualpa Yupanqui, porque hay un paralelo entre el folklore tradicional y el blues. El jazz también tiene su parte, pero con mucho de raciocinio, para mí. Lo veo desde un lugar que me genera admiración por lo virtuoso que es; salvo algunas excepciones como Charlie Parker y Miles Davis que son tipos que tocaban más con el corazón. El rock y el blues son más viscerales, no digo que sea algo mejor o peor, sino que es el motivo por el cual yo elegí esta música, porque me siento más cómodo interpretándola”.