Desde Santa Fe

Omar Perotti ordenó ayer una investigación para “esclarecer” si agentes del Ministerio de Cultura de la provincia que no integran el grupo de riesgo ni son esenciales fueron vacunados contra el covid, en Rosario. “Les quiero dar la tranquilidad a todos los santafesinos que no hay privilegios para nadie”. “De la misma manera que el gobernador aún no se ha vacunado”, “no vamos a tolerar errores” o “negligencias”, advirtió el mandatario. “El objetivo es claro: nadie puede salirse del programa de prioridades”, por lo tanto, si hay salteos o acomodos, los responsables “deberán afrontar las sanciones que correspondan”. Los sumarios apuntan en dos líneas: saber si en la base de datos de docentes comunicada al Ministerio de Salud se filtraron empleados de Cultura. Y si éstos, a sabiendas de que no les correspondía recibir la vacuna por edad o factores de riesgo, igual la aceptaron. “Vamos a investigar ese accionar porque son servidores públicos, agentes del Estado que prestan servicios”, explicó el titular del Poder Ejecutivo. El ministro de Cultura Jorge Llonch ya aclaró que ni él ni los funcionarios de su gabinete están entre los vacunados.

Tras el acto oficial por el 2 de abril en Reconquista, le preguntaron al gobernador si es cierto que el Ministerio de Salud entregó turnos y vacunó a agentes del Ministerio de Cultura, en Rosario, que no forman parte de grupos de riesgo, ni son mayores de 60, ni califican en el cronograma oficial. “Hay trascendidos y frente a eso, queremos que haya un control exhaustivo y un resguardo de la responsabilidad de cada uno”, contestó Perotti.

En la lista que el Ministerio de Educación envió al de Salud, habrá que ver si había agentes de Cultura que “no son docentes y podrían haber recibido alguna dosis, sin tener la edad ni el turno”. “Lo que hay que hacer es esclarecer esto. Y esclarecer quiénes son los que manejan esas bases de datos que se remitieron a Salud. Imagínense que son 30.000, 40.000 o 60.000 nombres. La ministra (Sonia Martorano) no va a estar viendo uno por uno. Salud recibe el listado y asigna los turnos”.

El gobernador informó que habrá dos líneas de investigación. Una para “dejar esclarecido claramente el accionar y la confección final de cada una de esas bases de datos”. “Y la otra, si hay agentes nuestros que por error pueden haber recibido una notificación cuando por su edad no les correspondía (vacunarse), como es público y notorio. También va a haber un sumario para ellos porque son servidores públicos, agentes del Estado que prestan servicios”.

“Les quiero dar la tranquilidad a todos los santafesinos que no hay privilegios” en el programa de vacunación de la provincia, que es histórico. “De la misma manera que el gobernador no se ha vacunado”, “no vamos a tolerar errores” o “negligencias”. “Hay un objetivo claro, que es la vacunación ordenada por prioridades. Los responsables de una acción en contra de los objetivos que he propuesto, deberán afrontar las sanciones que correspondan”, remarcó Perotti.

El ministro Llonch coincidió que los agentes de su cartera que se vacunaron incurrieron “en un acto de irresponsabilidad social grave” porque le sacaron la vacuna a quiénes sí tenían derecho a recibirla. Y ensayó una hipótesis para explicar la falla. “Hay empleados del Ministerio de Cultura que son docentes de Educación Artística, lo cual explicaría su inclusión en el listado de vacunación que confecciona el Ministerio de Educación. Pero a quienes no le correspondía (vacunarse) por su carácter de docente o tener asignadas horas cátedra por su labor docente, cometieron un acto de irresponsabilidad social grave, sacándole la vacuna a quienes sí se les debería haber aplicado”.

“Las personas que se vacunaron y ahora señalan que no correspondía debieron actuar con responsabilidad ciudadana, ser solidarios, y no hacerlo”, dijo Llonch. “El Ministerio nunca pasó una lista, y el personal del gabinete no fue vacunado. Quien se vacunó y no le correspondía fue socialmente irresponsable, sabiendo que no estaba bien lo que hacía”.

El gobierno hizo un llamado a la responsabilidad. “Si un trabajador público sabe fehacientemente que no le corresponde el turno y es llamado a vacunarse, debe ejercer la responsabilidad cívica que implica su función en el Estado y reportar este hecho. Es importante evitar situaciones donde un agente estatal se aplica una dosis aprovechando una circunstancia anómala, para luego darle publicidad en las redes sociales a ese acto. El episodio se transforma en una conducta cínica e irresponsable”.