La familia de Jorge Pacci, el trabajador que murió de cáncer por contacto con los vagones contaminados con asbesto del subte porteño, denunció que Metrovías “nunca hizo controles” para resguardar su salud. Por eso denunciarán ante la Justicia a la empresa por su responsabilidad en la muerte, dado que por su culpa “se detectó tarde” un “cáncer agresivo y terminal”, por no escuchar las advertencias sobre el riesgo que corrían los trabajadores. Los vagones habían sido desechados, por su alta toxicidad, por el metro de Madrid y adquiridos en 2011 por Mauricio Macri, cuando era jefe de Gobierno de la Ciudad.
La familia de Pacci expresó su rechazo al comunicado difundido el jueves por Metrovías “once días después” de la muerte del trabajador, de la que los directivos estaban enterados “desde el mismo día que ocurrió”. Carolina Castellano, esposa de Pacci, en diálogo con Página/12, dejó sentado que la familia no ha recibido “ningún tipo de llamado que exprese pena de Metrovías por la muerte de uno de sus trabajadores”.
La familia recordó que, en su momento, “la ART Galeno rechazó el caso” dado que Metrovías “no lo tenía incluido (a Pacci) en el RAR (Registro de Agentes de Riesgo)”. Recién lo incluyeron “ante el pedido expreso de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo”. La familia puntualizó que “fueron los metrodelegados quienes nos ayudaron para que el caso sea reconocido por la ART”. Todo ese trámite, por supuesto, demoró la debida atención del trabajador afectado por su contacto con el elemento contaminante. Durante los nueve meses que estuvo enfermo, hasta su fallecimiento, fue asistido por su obra social prepaga, con el único acompañamiento de su familia.
Para repudiar lo ocurrido, los trabajadores de la red de subterráneos realizarán este sábado un paro de actividades entre las 10 y las 17. La familia señaló que mientras Metrovías “lamenta la interrupción del servicio”, ellos lamentan “que hayan comprado trenes con asbesto ilegalmente y que esto haya matado a nuestro querido padre y esposo”. El mensaje a la empresa fue: “Basta de mentiras”.
“Mi esposo era un hombre joven, deportista, que empezó a trabajar en 2014 en el taller Rancagua, de Chacarita, donde estaban esos trenes que trajeron de Madrid”, le dijo a este diario Carolina Castellano, la esposa de Jorge Pacci, fallecido a los 56 años como consecuencia de un cáncer fulminante, no operable, que contrajo por el contacto que tuvo, por su trabajo, con el asbesto, que ya había causado daños irreversibles en trabajadores del metro de Madrid.
“Lo que yo quiero ahora es que Metrovías se haga cargo de lo que pasó y por eso voy a accionar judicialmente contra la empresa y tengo todo el tiempo del mundo para que se haga justicia”. Sostuvo que no piensa en la reparación económica porque “no hay dinero que pague la vida de mi esposo”, con el que llevaba 31 años de casados. Jorge y Carolina tuvieron tres hijos, dos mujeres y un varón que hoy tienen 25, 27 y 29 años.
Los problemas de salud comenzaron a evidenciarse “porque a él le faltaba el aire, no podía respirar, y cuando fue a consultar al médico laboral, al principio no le dieron importancia”, pero pasado un tiempo “advertimos que tenía una inflación en la región pectoral, pero de un solo lado”. Al principio, Jorge pensó que era por algún esfuerzo en el gimnasio, al que iba cada semana, pero lo extraño era que fuera “de un solo lado”.
En un examen más complejo, los médicos de la prepaga confirman que el cáncer había avanzado sobre las costillas, desde abajo del brazo hasta el centro del tórax. “El médico me dijo que era algo inoperable, porque ya había tomado todos los nervios del tórax, lo que hacía que fuera super doloroso”. Para ella y sus tres hijos fue “un balde de agua helada, en un hombre sano, deportista, que nunca había fumado en su vida”.
“Estuvo nueve meses postrado, tenía que dormir sentado, con morfina a full” para atenuar el sufrimiento. Le dijeron a ella que le daban un año de vida, pero nunca se lo dijo a él, para no angustiarlo más. Este tipo de cáncer “no responde a la quimioterapia, pero igual lo hicimos, estaba cansado, derrumbado, también le dimos rayos, que después terminaron produciéndole neumonía y ya no pudo respirar”. Carolina Castellano dijo que estudiarán “si corresponde una denuncia penal, pero lo único cierto es que vamos a llegar hasta el final. hasta que Metrovías asuma su responsabilidad por la muerte de mi esposo".
Por su parte, en un comunicado, las y los trabajadores del subte porteño recordaron que desde hace años vienen denunciando la peligrosidad del asbesto como agente cancerígeno. Señalaron que antes de la muerte de Jorge Pacci, se produjo el fallecimiento de un compañero jubilado. Además, otros 40 trabajadores tienen problemas derivados del contacto con los vagones comprados durante la gestión de Mauricio Macri en la Ciudad de Buenos Aires. Y otros ocho trabajadores del sector murieron afectados por covid-19.