A 39 años de la guerra en Malvinas, se conmemoró este 2 de abril un nuevo aniversario por el Día del Veterano y de los Caídos en esa contienda. Un año más en que los sobrevivientes y ex combatientes siguen reclamando reconocimiento estatal y reparación histórica. 

Entre los asistentes al acto realizado ayer en el campo Histórico de la Cruz de la ciudad de Salta, que fue presidido por el presidente de la Cámara de Diputados, Esteban Amat, hubo expresiones de disgusto por la ausencia del gobernador Gustavo Sáenz, de la intendenta Bettina Romero y del vicegobernador Antonio Marocco. Por otro lado, algunos ex combatientes reiteraron su deseo de volver a las Islas para visitar a los compañeros de lucha que quedaron en ese suelo. 

El veterano Anastasio Vilca Condorí señaló que desconoce la agenda del mandatario pero espera que haya estado al menos en alguno de los actos que hubo en el interior provincial, "porque hoy es un día muy caro a los sentimientos de los familiares de los caídos y de los veteranos de guerra".

Y el ex combatiente Eduardo Cal aclaró que quería expresar de manera personal su "disgusto" y "molestia" por la ausencia de los tres funcionarios, aunque dijo que es un sentimiento generalizado entre los ex combatientes. Asoció esas ausencias a la desmalvinización contra la que vienen luchando después de la guerra en que incluso se los culpó de la derrota o se vieron abandonados por el Estado, y en este contexto calificó las ausencias como una "una falla garrafal" por parte del gobierno provincial y municipal. "A nosotros nos parece una falta total de respeto. Que no estén es como un acto de desprecio. Ojalá puedan revertir estas cosas", sostuvo.

Vilca Condori estimó que hubo 170 veteranos en el acto de Capital. Desfilaron con una bandera que superaba los 80 metros.

Miembro del Pueblo Kolla, el abogado Anastacio Vilca Condorí estuvo en la guerra como enfermero en el buque Bahía Paraíso, que se convirtió en un hospital después de la toma de las Islas Georgias del Sur. Sus dos hermanos, Mario y Juan se embarcaron en el crucero ARA General Belgrano, hundido por los ingleses. Juan logró salvarse y salvar a otras personas. Mario falleció ahí, era apenas un adolescente de 16 años, uno de los soldados más chicos que perdió la vida en Malvinas, había ingresado a estudiar en la Marina y después del primer año le tocó embarcarse en el Belgrano.

Para los hermanos Vilca Condorí sobrevivientes, la guerra también implicó la pérdida de su madre, quien falleció luego de que su salud se viera afectada ante la ausencia de sus tres hijos en la guerra y "más cuando se enteró de la muerte de Mario sobre el mar".

Vilca Condorí recordó que muchos de los soldados que auxiliaron estaban desnutridos o sufrían gangrenas a causa del frío. Contó, sin embargo, que cada soldado que rescataban herido con esquirlas o municiones les pedía que lo curaran de "la forma más rápida posible para poder volver a seguir combatiendo a pesar de sus heridas".

"Muchos de ellos llegaban desnutridos, no se distribuían los alimentos, los despósitos estaban concentrados en Puerto Argentino. Muchos de los soldados tuvieron que agarrar las armas e intentar hacer la toma de los depósitos para conseguir alimentos. El comandante y gobernador militar de las Islas durante la guerra, Mario Benjamín Menéndez "decía que había que racionar los alimentos porque creía que la guerra iba a durar 6 años", rememoró Vilca Condorí.

El veterano indicó que 500 salteños que estuvieron en la guerra han vuelto a la provincia, pero aclaró que hubo más en Malvinas, "muchos se quedaron en otras provincias" o "se fueron al extranjero". "Salta aportó muchísimos hombres", señaló y acotó que no hay datos precisos de cuántos fueron en total.

El anhelo de volver

Eduardo Cal dijo que muchos soldados tienen el anhelo de volver a las Islas. En su caso, desea visitar el cementerio en el que quedaron sus compañeros Julio Cao, Andrés Folch, José Reyes, Julio Segura y Jorge Soria.

Pero el viaje a las Islas es costoso y encima deben hacerlo con pasaporte como extranjeros, algo que lo ofende particularmente. Por ello consideró que desde el Estado debería generarse una política pública mediante la cual se elabore un registro de quienes quieran volver a las Islas, sugirió que esto podría hacerlo el gobierno salteño como lo han hecho otras provincias. También manifestó que legisladores provinciales podrían presentar un proyecto al respecto.

Cal fue a la guerra a los 20 años y estuvo combatiendo de forma terrestre, hasta que finalizó. Pese a que calificó esta guerra como algo feo y trágico y que les dejó muchas secuelas, manifestó que tienen el "orgullo" haber ido a combatir "en defensa de la patria", también dijo que volvería a hacerlo si lo convocaran. Sin embargo, opinó que la recuperación de las Islas debe realizarse de forma pacífica.

Vilca Condorí recordó que "Hay un grupo de veteranos que tienen expresiones de deseo de volver para rendir homenaje a los caídos o volver a donde combatieron", señaló.

hubo soldados que pudieron volver y también sus familiares viajaron a rendir homenajes en el marco de un programa nacional. Dijo que había un plan de identificación de cadáveres porque tenían tumbas anónimas, y hubo que hacer estudios de ADN (esa iniciativa estuvo a cargo del Equipo Argentino de Antropología Forense, EEAF). 

"Después se hicieron otros viajes a la zona marítima donde se hundió el Belgrano, en el 94 y 98", recordó. En el primer viaje fue su padre, Miguel Angel Vilca, para dejar las ofrendas florales a su hijo Mario.

El veterano contó que había un proyecto fílmico que quedó en stand by del cineasta Alejandro Arroz, quien ya grabó un documental con la historia de los tres hermanos, y pretendía una continuidad pero en el lugar de los hechos. El trailer del documental se puede ver aquí: https://vimeo.com/82458695

 Treinta y nueve salteños fueron sacrificados en Malvinas y del país fueron 650 los caídos. De la guerra participaron del lado argentino más de 23 mil combatientes, 10.300 pertenecían al Ejército; 10.600, a la Armada; 2.300, a la Fuerza Aérea, y 200 entre Gendarmería y Prefectura.

Reparación histórica

Cal recordó que luego de la guerra se suicidaron alrededor de 600 ex combatientes, entre soldados, oficiales y suboficiales. Vilca Condorí añadió que ex combatientes llegaron a vender estampitas o caramelos en los transportes públicos, y destacó la falta de contención de parte del Estado. Rememoró que desde las mismas Fuerzas Armadas los culpaban de la derrota y que hasta en la sociedad o las instituciones educativas los excluían. 

La Ley N° 23.109, de 1984, estableció el derecho a beneficios para ex soldados conscriptos que participaron en las acciones bélicas desarrolladas en el Atlántico Sur entre el 2 de abril y el 14 de junio de 1982. Luego, en 1990, se estableció una pensión vitalicia a los ex soldados combatientes conscriptos y civiles que participaron de ese conflicto bélico. Vilca Condorí señaló que también costó que se cumplieran las leyes que fueron surgiendo. 

Ambos ex combatientes vieron de forma positiva los tres proyectos de ley que el presidente Alberto Fernández anunció que enviará al Congreso y que implican reconocimientos a los ex combatientes, como la creación del "Régimen Previsional de Excepción, Especial y Optativo para el Otorgamiento de Beneficios Jubilatorios” a los soldados conscriptos ex combatientes de las Fuerzas Armadas que participaron en las acciones siendo civiles.