Dos hombres criollos están sindicados como los autores del abuso sexual a una niña de 11 años de la comunidad wichí La Puntana, ubicada en el municipio de Santa Victoria Este (SVE), en el departamento Rivadavia, y en el límite de la frontera con Bolivia. Los atacantes huyeron, se cree que uno salió hacia el vecino país.
Abel Santillán, cacique de la comunidad, sostuvo que teme que pueda generarse un conflicto tras los hechos de esta naturaleza que acontecen “por primera vez” en esta comunidad. El ataque reavivó el pedido de un puesto policial. Mientras, fuentes policiales informaron que aún se busca a los dos hombres señalados.
En la investigación interviene la fiscala penal de Embarcación, Gabriela Souto. El Ministerio Público Fiscal informó que la médica del Cuerpo de Investigaciones Fiscales (CIF) constató lesiones compatibles con abuso sexual y que además la niña está golpeada. Indicó asimismo que se sabe que los agresores también intentaron abusar de otra nena, que logró escapar.
El MPF confirmó que todavía no hay detenidos, aunque indicó que se "habría identificado a dos integrantes de su comunidad" (La Puntana), lo que choca con la afirmación del cacique, que asegura que los responsables son dos hombres criollos. El MMF también señaló que la nena tendría 13 años de edad, y no 11 como sostienen los miembros de la comunidad. Se prevé que la fiscala pida la captura internacional.
Según el relato de Santillán, el miércoles último un grupo de la familia de la niña que sufrió el ataque, fue hasta la Iglesia y al volver, cerca de la medianoche, habrían perdido de vista a la más chica de las hermanas. “Parece que estos señores querían agarrar a la más grande”, contó el cacique. En ese momento ellas iban caminando y “parece que estos señores estaban tomados ya”, especuló.
Al no ver a la niña “los familiares pensaron que se había quedado con alguna amiga”. Pero cerca de las 6 la nena apareció en la puerta de su casa “casi arrastrándose”.
Santillán indicó que las familias de los dos hombres (ambos de más de 30 años) levantaron sus pertenencias y estiman que los atacantes se fugaron a Bolivia, otra hipótesis es que uno de ellos fue a Tarragal, en el vecino departamento San Martín, ciudad en la que tienen familia.
“El destacamento policial nos queda recién en Santa Victoria Este. Hay un pedido desde hace años para que haya policía en la zona. Y siempre hubo dichos y promesas, pero no llega”, afirmó el niyat (cacique).
Si bien la Policía llegó hasta la zona, “todos saben que recién aparecen cuando ocurre algo así. Ellos mismos vieron a la nena. Imagínese que la familia está muy mal y dijeron que si no hay Justicia van a tomar medidas”, dijo Santillán preocupado.
A entender de Santillán, quien también manifestó su preocupación por las adicciones que acechan a la juventud de su comunidad, esta situación también es consecuencia de la ingesta de bebidas alcohólicas y consumo de marihuana.
El referente declaró además su intranquilidad por la madre de la niña, que fue acompañándola a Tartagal, “porque me dijeron que no tiene ni para comer ni para vestirse”, en aquella ciudad.