El gobierno de Jordania implicó este domingo a Hamza bin Hussein, expríncipe heredero y hermanastro del monarca, Abdalá II, en una conspiración con una "oposición externa" para "desestabilizar la seguridad nacional del país". El sábado un importante operativo de seguridad se saldó con la detención de 16 personas cercanas en algún momento al poder jordano, como por ejemplo el antiguo asesor real Bassem Awadalá, viejo confidente del monarca y antiguo ministro de Finanzas. En medio de un fuerte cruce de declaraciones, el antiguo príncipe heredero publicó un video en el que aseguró que se encuentra bajo arresto domiciliario (algo que el Estado Mayor desmiente rotundamente) por sus críticas al actual gobierno.
Los servicios de seguridad jordanos "siguieron durante mucho tiempo las actividades y movimientos de Hamzah bin Hussein (...) y otras personas que tenían como objetivo la seguridad y estabilidad de la patria", dijo el viceprimer ministro de Jordania, Ayman Safadi, en la primera rueda de prensa de un oficial después del raíd de detenciones del sábado.
De acuerdo a las investigaciones, las autoridades locales registraron "contacto con partes externas" para elegir el "momento más apropiado para desestabilizar la seguridad" de Jordania, en lo que Safadi llamó un intento de "sedición", pero sin mencionar que se haya tratado de un intento de golpe de Estado contra la monarquía.
"No hay arrestos de líderes militares jordanos y la institución militar forma parte de las investigaciones. Ya se terminó la operación para matar esta sedición y ahora estamos en la etapa de tratarla legalmente", dijo Safadi, aunque agregó que "las investigaciones aún continúan".
El jefe del Estado Mayor jordano, el general Yusef Huneiti, "se reunió el sábado con el príncipe Hamzah para entregarle este mensaje y le pidió que cesara todos los movimientos y las actividades que tienen como objetivo la seguridad y la estabilidad de Jordania". Pero el príncipe, según Safadi, "no respondió y trató esta petición de forma negativa sin preocuparse por los intereses del Estado y su pueblo".
La respuesta del príncipe jordano no tardó en llegar. "Yo no soy el responsable del colapso de la gobernabilidad, la corrupción y la incompetencia que ha prevalecido en nuestra estructura de gobierno durante los últimos 15 a 20 años y que ha ido empeorando. Y no soy responsable de la falta de fe que la gente tiene en sus instituciones", aseguró Hamza bin Hussein en un video enviado a través de su abogado a la cadena BBC.
"Ha llegado a un punto en el que nadie puede hablar o expresar su opinión sobre nada sin ser intimidado, arrestado, acosado y amenazado", agregó en la grabación Hamza, de 41 años. El príncipe es el hijo mayor del rey Hussein y de la reina Noor, con quien se casó en 1978 tras haberse divorciado de dos anteriores esposas y enviudado de una tercera. Cuando Abdalá fue declarado rey a la muerte de Hussein, en febrero de 1999, Hamzah fue nombrado príncipe heredero, pero en noviembre de 2004, esa decisión fue revocada y fue nombrado su hijo, Abdalá II.
El Reino de Jordania, que celebrará su centenario el próximo 11 de abril, es un pequeño país que carece de recursos naturales y depende en gran medida de la ayuda exterior. Washington y los aliados del Golfo se apresuraron a expresar su apoyo al gobierno pro-Occidental de Amán, considerado un pilar estabilizador en Oriente Medio.
En Estados Unidos el vocero del departamento de Estado, Ned Price, dijo que seguía "muy de cerca" el desarrollo de la situación. "El rey Abdalá es un aliado clave de Estados Unidos y tiene todo nuestro apoyo", agregó. Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudita y Bahrein también mostraron su respaldo al rey jordano y a todas las medidas que se tomaron para asegurar la estabilidad del país. Incluso la Unión Europea manifestó que sigue de cerca la situación que atraviesa el país.
Una de las voces más críticas con el operativo del sábado fue la propia reina Noor, viuda del difunto monarca Hussein I y madre del expríncipe heredero. "Rezo porque la verdad y la justicia prevalezca para todas las víctimas inocentes de esta calumnia malvada. Que Dios los bendiga y mantenga a salvo", aseguró Noor en un mensaje publicado en su cuenta de Twitter y en el que no aludió explícitamente a ninguno de los afectados por las detenciones.