El ministro de Desarrollo Social de Santa Fe, Danilo Capitani, coincidió con su par nacional Daniel Arroyo: “Sin la intervención decidida y profunda del Estado, las cifras de la pobreza en la Argentina hubiesen llegado al 51%”. Para el funcionario santafesino esto no sólo fue así sino que “aquí en Santa Fe se produjo una reducción respecto a los índices anteriores” y enseguida agregó que “no es para celebrar porque nosotros trabajamos para producir una reducción drástica de la pobreza”. En efecto, en el Gran Rosario la pobreza correspondiente al segundo semestre de 2020 estuvo más de tres puntos por debajo del 42% nacional. La provincia invierte unos 4000 millones de pesos en ayuda social, además de los programas nacionales que llegan al territorio. El desafío de mantener la actividad económica en marcha ante la segunda ola de covid que ya está aquí.

“Coincidimos con lo que dice el ministro Arroyo respecto de que la enorme presencia del Estado nacional y del Estado provincial en medio de la pandemia y en medio de la situación económica heredada fueron clave para enfrentar situaciones durísimas e incidir en las cifras de pobreza que estamos viendo hoy”, explicó Capitani a Rosario/12.

Los datos de la pobreza del primer semestre del 2020 se habían tomado en un momento “en el que la cuarentena era muy estricta, con actividades económicas que no habían podido desarrollarse y esto generó esos números”, dijo Capitani y agregó que “ahora ya sobre el segundo semestre del año pasado con la actividad económica más desplegada en todo el territorio de la provincia, las cifras fueron menores”. Y se apuró a señalar que “son números para celebrar. Nosotros lo que queremos es reducir drásticamente esas cifras porque son muy duras y hay mucha gente que la está pasando muy mal”.

El ministro de Desarrollo Social de Santa Fe opinó que “las políticas sociales que se han implementado desde la provincia fueron muy profundas. El gobernador (Omar Perotti) nos encomendó desde el inicio de la gestión la prioridad de la asistencia alimentaria que funcionó muy bien en el territorio. Y esto fue posible no sólo por el esfuerzo del gobierno provincial y de este ministerio sino también por el trabajo en conjunto con las organizaciones sociales, con las iglesias que fueron clave para abarcar todo el territorio; se hizo posible ejecutar una suma muy importante en asistencia alimentaria: más de 4000 millones de pesos entre todos los programas que tiene la provincia además de lo que aporta la nación a través de la Tarjeta Alimentar, la asistencia a comedores, merenderos y organizaciones que trabajan directamente en el territorio”, aseguró.

Capitani señaló que “cuando recorremos los distintos barrios de las grandes ciudades de la provincia, los jóvenes sobre todo, piden trabajo. Nos dicen que no quieren que le regalen nada sino que quieren trabajar”. Y explicó que “el Estado no da trabajo pero sí puede acercar herramientas que le permitan a los jóvenes hacerse de una capacitación, de un oficio y eso les posibilite ser parte del crecimiento que se está dando desde el sector privado”.

 

Para el ministro, en la provincia de Santa Fe “algunos segmentos del sector privado se han recuperado muy bien, incluso mejor que en otras provincias argentinas después del primer año de pandemia”. Pero advirtió que ante lo que parece ya es la inminencia de la segunda ola de covid “nos volvemos a enfrentar a un gran desafío: No cerrar la actividad económica porque ya vimos lo que pasó ante la parálisis total y por otro lado seguir manteniendo los protocolos porque la situación sanitaria sigue siendo muy compleja”, concluyó.