Desde Lima
El Perú ingresa a la última semana de la campaña electoral para las elecciones presidenciales y parlamentarias más reñidas e impredecibles que se recuerden. En medio de la grave crisis por la pandemia, que estos días golpea con especial fuerza al país, y un alto nivel de descrédito de la clase política por denuncias de corrupción que involucran a seis expresidentes y otros altos dirigentes, incluyendo a cuatro postulantes a la presidencia, es también la elección con el apoyo más bajo a los candidatos punteros y la mayor fragmentación del voto.
A una semana de los comicios, la única certeza es que habrá segunda vuelta, la que se realizará en junio. De acuerdo a dos encuestas publicadas este domingo, los últimos sondeos que se pueden difundir en el país antes de las elecciones del 11 de abril, hay seis candidatos con posibilidades de pasar a la segunda vuelta. Todo está muy apretado.
Para la encuestadora Ipsos, en primer lugar está el excongresista Yonhy Lescano, con 12,1 por ciento, de acuerdo a una simulación de votación secreta que realizó con una cédula igual a la que se usará el día de las elecciones. Segundo se ubica el economista neoliberal Hernando de Soto, con 11,5 por ciento. El tercer puesto es para la candidata de izquierda Verónika Mendoza, con 10,2 por ciento. Luego vienen el exfutbolista de centroderecha George Forsyth con 9,8 por ciento y Keiko Fujimori con 9,3 por ciento. Tomando en cuenta el margen de error, es un quíntuple empate técnico. En esta simulación de votación, un 17,3 por ciento votó blanco o viciado.
El Instituto de Estudios Peruanos (IEP) también publicó una encuesta este domingo. En el primer lugar igualan Keiko Fujimori y Hernando de Soto, con 9,8 por ciento. Tercero aparece el candidato de la ultraderecha Rafael López Aliaga con 8,4 por ciento, cuarto Yonhy Lescano con 8,2 por ciento y en quinto lugar Verónika Mendoza con 7,3 por ciento. También un quíntuple empate técnico, aunque con un nombre cambiado. Los indecisos llegan al 28 por ciento.
Las dos encuestas coinciden en un crecimiento del economista Hernando de Soto en este último tramo de la campaña, lo que lo deja bien posicionado para la recta final. Es el que más sube. Paradójicamente, a De Soto, el candidato de mayor edad con 79 años, es al que mejor le va entre los jóvenes, de acuerdo al IEP. El economista de derecha, que en 1990 formó parte del equipo que lanzó la candidatura presidencial de Mario Vargas Llosa, que luego fue asesor económico de Alberto Fujimori, quien en esa elección derrotó al escritor e impuso una reforma neoliberal amparada en el autoritarismo, y que en 2011 y 2016 apoyó la candidatura de Keiko Fujimori, tiene su principal base electoral en Lima.
Por la cantidad de candidatos, el Jurado Nacional de Elecciones organizó un debate en tres días, que se realizaron entre lunes y miércoles últimos, dividiendo a los candidatos por sorteo en tres grupos de seis. De Soto estuvo opaco cuando le tocó participar el martes, pero el hecho que López Aliaga, conocido como "Porky”, con quien disputa un mismo espacio electoral, haya tenido un desempeño desastroso en su participación el miércoles, leyendo en todas sus intervenciones, con la cabeza enterrada en sus papeles, enredado y balbuceante, parece haber terminado favoreciendo al economista. “Porky”, el “Bolsonaro peruano” de 60 años, entra a la etapa decisiva con una tendencia a la baja.
Las dos encuestadoras también coinciden en un descenso de Lescano, que desde hace semanas venía como puntero relativamente cómodo y que, aunque Ipsos lo sigue colocando primero, ya no tiene asegurado su pase a la segunda vuelta, como parecía hasta hace sólo unos días. Lescano, de 62 años, ha sido 18 años congresista por el partido de centroderecha Acción Popular. En contra de la cúpula de su partido, en esta campaña ha cuestionado el modelo neoliberal y ofrecido reformas, aunque sin llegar a proponer un cambio de modelo, lo que, en un escenario dominado por los discursos de derecha, lo ha colocado en la centroizquierda en términos económicos, pero en aspectos sociales se ubica a la derecha, con posturas conservadoras.
Verónika Mendoza, candidata de Juntos por el Perú, que a los 40 años postula por segunda vez a la presidencia, es la principal figura de la izquierda en estas elecciones, en las que hay tres candidatos de ese sector político. Tuvo una actuación destacada en el debate del pasado lunes, día que le tocó participar. Una semana antes había sido la clara ganadora, según los analistas y una encuesta, de un debate organizado por un canal de televisión entre cinco candidatos. Luego de ese primer debate comenzó a subir, y con ese crecimiento se reforzaron los ataques en su contra desde los grandes medios, que una vez más agitaron el miedo a la izquierda y los fantasmas de Hugo Chávez, Maduro y Venezuela para repetir que “si gana la izquierda nos convertiremos en otra Venezuela”.
En 2016, Mendoza quedó en tercer lugar con 18,7 por ciento, muy cerca de pasar a la segunda vuelta, lo que no consiguió porque una candidatura de izquierda radical obtuvo cuatro por ciento y le quitó los votos que necesitaba para ir a la elección definitiva. Esta vez esa historia se puede repetir. En este último tramo viene levantando sorpresivamente la candidatura del radical dirigente magisterial Pedro Castillo, que ha subido a 6,6 por ciento, según los dos sondeos citados, ganando apoyo especialmente en las zonas andinas y rurales, crecimiento que erosiona la base electoral de Verónika Mendoza.
En su tercer intento de buscar el retorno del fujimorismo al poder, Keiko, la hija de 45 años del encarcelado exdictador Fujimori, que está procesada por lavado de activos, ha perdido una gran parte del apoyo que tuvo en las elecciones de 2011 y 2016, pero, con todos muy abajo, mantiene posibilidades de pasar a la segunda vuelta, como ocurrió en esas otras dos elecciones, en las que perdió en esa instancia final.
Aprovechando su popularidad y jugando a ser la figura nueva contraria a la clase política, el exfutbolista George Forsyth, de 38 años, estuvo varios meses en primer lugar, pero comenzó a caer cuando sus apariciones públicas y en medios para exponer sus propuestas dejaron al descubierto su notoria debilidad argumental. Ha logrado detener su caída y recuperarse algo, con lo que todavía sigue en el partido.
“Hernando de Soto tiene la ventaja de haber crecido a lo último, y cuando crecés al final las críticas que te hacen pueden ser menos dañinas. Lescano si bien ha caído algo está mejor ubicado que otros porque su ambigüedad le permite ganar votos por izquierda y por derecha. Forsyth está más al centro y eso lo puede ayudar. Si bien Keiko Fujimori aparece primera en la encuesta del IEP, su nivel de rechazo es el mayor de todos y eso la complica. Verónika Mendoza ha ido creciendo, pero de la misma manera también ha crecido desde su izquierda Pedro Castillo y eso la puede dejar afuera de la segunda vuelta. Castillo crece en esta etapa final porque hay un voto radical que no ha sido cubierto. Veo muy difícil que López Aliaga pase a la segunda vuelta. Tuvo un crecimiento y eso puso la atención sobre él y ahí aparecieron sus claras debilidades y ha comenzado a bajar”, le señaló a PáginaI12 Fernando Tuesta, politólogo de la Universidad Católica.
Para Tuesta, “esta es la elección con el mayor nivel de incertidumbre que hayamos vivido”. “En esta última semana en la que no van a haber encuestas vamos a entrar al túnel oscuro”.