"Estos tipos se llenan la boca hablando de independencia judicial y ahora resulta que jugar al tenis cada 15 días con el presidente no afecta la independencia judicial. No nos pueden tratar así de tontos", denunció el viceministro de Justicia de la Nación, Juan Martín Mena, respecto a las reiteradas visitas realizadas por los jueces Mariano Borinsky y Gustavo Hornos a la Quinta de Olivos para encontrarse con Mauricio Macri cuando éste era presidente. En diálogo con PáginaI12, Mena aseguró que aquel escándalo era la "prueba de cómo el macrismo amañaba la persecución judicial" y se manifestó confiado en que los camaristas sufrirán sanciones "administrativas y penales". A su vez, el vice de Justicia se refirió a cómo funcionará el Ministerio bajo la nueva administración de Martín Soria.
--¿Lo sorprendió la noticia de las visitas de los camaristas Mariano Borinsky y Gustavo Hornos a la Quinta de Olivos para reunirse con Macri?
--No. En los últimos años nos cansamos de denunciar cómo, desde el macrismo, armaban las causas para llevar a cabo una persecución política por vía judicial contra la oposición, contra la expresidenta y contra algunos de los funcionarios que la acompañamos. Se montaron sobre hechos falsos, usualmente a partir de una nota en un medio de comunicación afín, con un juez o fiscal amigo que recogía esa nota y armaba una causa completamente ajena a la realidad. Los más grave es que, en el transcurrir de esas investigaciones, se afectaban todos los derechos de las personas investigadas. Estas visitas a Olivos y Casa Rosada, sumadas a las causas que investigan el espionaje ilegal durante la administración de Macri, son la prueba de cómo se amañaba toda esta persecución judicial. Nunca fue tan burda la impunidad. Del macrismo no me sorprende nada, ésta es la promiscuidad histórica con la que se manejó siempre Mauricio Macri, un tipo que siempre vivió al margen de la ley. Y así lo hizo también cuando fue presidente.
--¿Qué opina del argumento esgrimido por fuentes cercanas a Borinsky de que el juez iba a jugar al paddle con Macri porque esa era "su forma de relacionarse?
--Como chiste es grave. Si no encontraba otra forma de relacionarse que hiciera terapia, pero que no vaya a jugar al tenis con el presidente que es el un juez del máximo órgano penal de nuestro país. Como excusa es ridículo, se nos están riendo a todos en la cara.
--¿El Poder Ejecutivo intervendrá en el caso?
-- Todavía no está definida la intervención. Pero que va a haber repercusiones tanto administrativas como penales no tengo ninguna duda. Alberto Lugones ya adelantó que va a pedir explicaciones en el Consejo de la Magistratura. Porque no está mal reunirse con una autoridad del Poder Ejecutivo, no está prohibido mantener una reunión con el presidente, eso en sí mismo no constituye un delito. Pero lo que sí torna delictivo lo que hicieron es haber tenidos grados de amistad manifiesta y haber intervenido en causas en la que o beneficiaban al propio Mauricio Macri o perjudicaban a su principal opositor. La ley es muy clara: cuando uno tiene amistad o enemistad manifiesta con alguna de las partes debe apartarse de la investigación, no puede intervenir. Y estos tipos se juntaban a jugar al paddle con el presidente mientras resolvían causas del propio presidente y su principal rival política. Los más grave, además, era que todos estos encuentros sucedían justo antes o después de resoluciones muy trascendentales que ellos tomaron con carácter político. Van a tener que dar explicaciones, recuerden la causa inventada que iniciaron ellos con el juez Casanello por una visita a Cristina que nunca existió. El camino lo indicaron ellos.
--¿Cree que abre la puerta para que figuras como Cristina Fernández o Amado Boudou busquen impugnar los fallos?
--Absolutamente. Pero eso ya no es un tema estatal, es una actividad que se producirá en cada causa en la que los afectados definirán como proseguir, y yo creo que todo el mundo tiene derecho a que se analice su situación. Más allá de eso, a mí me interesa institucionalmente qué explicaciones van a dar, porque es inadmisible. Estos tipos se llenan la boca hablando de independencia judicial y ahora resulta que jugar al tenis cada 15 días con el presidente no afecta la independencia judicial. No nos pueden tratar así de tontos. Además, creo que se impone que alcen la voz quienes no son partícipes de estas cuestiones, porque no puede ser que por una runfla de tipos se afecte el trabajo de todo el Poder Judicial. Yo estoy esperando todavía el comunicado de la Asociación de Magistrados. Pasaron cuatro días, es una cosa increíble. Un juez tiene un accidente de auto y al día sacan un comunicado por la afectación de la independencia del juez, pero ahora con toda esta locura información que se dio a conocer no se pronunciaron. Y al no pronunciarse están poniendo a todos los jueces en la misma bolsa, afectando a todos los buenos jueces que tiene el país.
--¿Cuál será el eje de la nueva gestión de Martín Soria a la cabeza del Ministro de Justicia?
--Estamos trabajando fuertísimo, pero acá el que manda es el Presidente. Los ejes de esta nueva gestión son los mismos que fijó el presidente durante el discurso del 1° de marzo ante la Asamblea Legislativa. Una reforma judicial integral que abarca desde el funcionamiento de la Corte hasta el Consejo de la Magistratura, el Ministerio Público Fiscal y leyes históricas como el artículo 280 que permite a la Corte Suprema desestimar los casos sin dar fundamento: eso son los ejes sobre los que el presidente quiere que trabajemos y sobre eso vamos a trabajar.
--¿Cómo será posible avanzar en una reforma judicial cuando dos de los proyectos presentados están trabados en la Cámara de Diputados?
--Hay que trabajar en la búsqueda de consensos políticos para avanzar. La oposición tampoco puede correrle a la discusión: la crisis en la que nos dejó parado el macrismo en el sistema de administración de la Justicia es una crisis estés parado dónde estés. Al 100 por ciento de los argentinos no les satisface el funcionamiento del Poder Judicial. Sobre esto tenemos que trabajar, y habrá que buscar puntos en común para avanzar en las principales reformas. Obviamente que hay un sector en la oposición que, como fueron partícipes de lo que Macri hizo, están un poco talibanizados y no van a prestar su acuerdo para trabajar. Pero confío en que hay un sector muy grande de la oposición que sí quiere cambiar las cosas. Porque no hay que pensar sólo en Comodoro Py, que es la que llena las tapas de los diarios, lo que no funciona es la Justicia entera.
-- ¿Cómo describiría la situación del procurador Eduardo Casal?
--No tiene registro en la historia de nuestro país un fiscal interino a cargo de la Procuración por más de tres años. Es una situación anómala que tenemos que corregir. Pero no se puede corregir porque lamentablemente la oposición tiene bloqueada esa solución, y la tienen bloqueada porque Casal es muy funcional a ellos. Tenemos que tener un procurador como corresponde porque uno de los grandes proyectos que va a reformar la justicia penal en nuestro país es la implementación del nuevo Código Procesal Penal y eso no lo podemos hacer con un procurador que entró por la ventana y que esta atornillado en ese cargo hace tres año y medio.
--Desde la oposición cuestionan que plantear una reforma judicial en el medio de una pandemia es agitar "la grieta" en un contexto en el que las prioridades deberían ser otras.
-- No me parece acertado. Obviamente toda la atención y los recursos tienen que estar puestos en la pandemia, pero en paralelo tenemos que seguir trabajando. La gente nos votó para cambiar la realidad, no para ser comentaristas de la realidad. No se puede no hacer nada con el argumento de que estamos frente a una situación excepcional, existe la posibilidad de trabajar en todos los temas a pesar de la pandemia.