LG Electronics anunció que no fabricará más teléfonos celulares luego de acumular unos 4.400 millones de dólares en pérdidas en los últimos cinco años. La empresa surcoreana, que tiene una planta en Brasil y llegó a ser el tercer fabricante mundial de teléfonos móviles, comunicó este lunes la decisión de abandonar el "increíblemente competitivo sector de la telefonía móvil" para centrarse en otros espacios que considera más rentables.
Entre los segmentos en los que ve potencial y espera centrar sus recursos están los componentes para vehículos eléctricos, la futura tecnología 6G, la robótica, la domótica o la inteligencia artificial, explicó la compañía con sede en Seúl.
La decisión afectará directamente las operaciones de la planta que LG tiene en el municipio de Taubaté (estado de Sao Paulo), donde tiene unos 1.000 empleados que se dedican a ensamblar smartphones, pantallas y computadoras portátiles. Semanas atrás cuando todavía el cierre de la producción de teléfonos era un rumor, los representantes sindicales advirtieron que se podrían perder unos 400 empleos.
La empresa surcoreana se limitó a señalar hoy en el comunicado que "trabajará conjuntamente con proveedores y socios durante todo el proceso de cierre de nuestro negocio de teléfonos móviles" y que "los detalles relacionados con puestos de trabajo se determinarán a nivel local".
La tecnológica ya llevaba tiempo reorganizando al personal de su rama de telefonía y destinándolo a otros segmentos menos deficitarios. En los últimos años, LG había centrado casi todos sus recursos fabriles de la división de Comunicaciones Móviles en Vietnam y, además de en Brasil, mantenía algunas operaciones en India y China.
Medios surcoreanos indicaron, que antes de adoptar esta decisión la compañía buscó vender, sin éxito, su negocio al conglomerado vietnamita Vingroup, además de al grupo Volkswagen.
Qué pasa con los teléfonos LG que siguen a la venta
Tras anunciar el cierre, LG indicó que su inventario de smartphones actualmente disponible seguirá a la venta y que "brindará soporte en cuanto a servicio y actualizaciones de software para los clientes de los productos móviles existentes durante un período de tiempo que variará según la región".
LG prevé "que la liquidación del negocio de telefonía móvil se complete para el 31 de julio, aunque inventarios de algunos modelos existentes aún podrían estar disponibles después de esa fecha".
De cara al futuro, la compañía promete seguir haciendo uso de las "tecnologías centrales desarrolladas durante las dos décadas de operaciones comerciales con móviles" para aplicarlas a "productos existentes y futuros".
Se da por hecho que su salida de este mercado supondrá una caída a corto plazo de su facturación, pero muchos analistas surcoreanos consideran que saneará sus cuentas y que su beneficio operativo para todo 2021 podría incrementarse en un billón de wones (unos 885 millones de dólares) tras el abandono de la telefonía móvil.
La decisión de bajarse del segmento de smartphones llega después de que LG apuntara en su última presentación de resultados en enero que el futuro de esta división, en números rojos desde el segundo trimestre de 2015 y con pérdidas acumuladas por valor de unos 5 billones de wones (unos 4.434 millones de dólares), estaba abierto a "cualquier posibilidad".
Ventas a la baja
Las ventas del modelo con el que LG aspiraba a ganar terreno en la gama media, el smartphone de doble pantalla Wing, o del más exclusivo Velvet no fueron suficientes como para afianzarse en el sector.
Tampoco lo fue la expectativa que generó el Rainbow, el móvil plegable que captó la atención de muchos en el CES de Las Vegas de enero y que seguramente ya no verá la luz.
Y así, con la gama alta dominada por Apple, Samsung y algunos fabricantes chinos y el empuje de un creciente número de competidores también chinos que ya controlan los segmentos bajos, LG tomó la decisión de cerrar una operación que comenzó cuando fundó LG Information & Communications en 1995 para producir teléfonos.
Esa unidad de negocio fue absorbida por LG Electronics cinco años más tarde cuando la empresa llegó a convertirse en el tercer fabricante mundial de móviles.
La eventual predominancia de los dispositivos inteligentes acabaría por dañar su negocio, hasta el punto de ocupar actualmente la novena posición global, con apenas un 2 por ciento de cuota de mercado global tras vender 24,3 millones de smartphones el año pasado (un 13% menos que en 2019), según la consultora Counterpoint Research.