Al menos 91 personas fallecieron y varias decenas siguen desaparecidas en inundaciones y deslaves en Indonesia y en Timor Oriental, informaron este lunes las autoridades locales.
Las inundaciones y las crecidas repentinas, provocadas por lluvias torrenciales, sembraron el caos en las zonas situadas entre la isla indonesia de Flores y Timor Oriental. Miles de personas se refugiaron en centros de asistencia.
El diluvio hizo desbordar los depósitos de agua e inundó miles de casas. La agencia indonesia de gestión de catástrofes informó de al menos 70 fallecidos, y otras 70 personas que seguían desaparecidas. En el vecino Timor Oriental, al menos 21 personas murieron. La mayoría de ellas en Dili, la capital.
En el este de la isla indonesia de Flores, muchas casas, carreteras y puentes estaban cubiertos de lodo, lo que complicaba la tarea de los socorristas que intentaban llegar a las zonas más afectadas. "El barro y las condiciones meteorológicas constituyen un gran desafío, al igual que los escombros que se acumulan y dificultan la búsqueda", declaró Raditya Djati, portavoz de la agencia indonesia de gestión de catástrofes.
En Lembata, una isla situada a medio camino entre Flores y Timor, el acceso por carretera quedó cortado, lo que obligó a las autoridades a desplegar maquinaria para reabrir las vías. Parte de algunas aldeas de las alturas fueron arrastradas hacia la costa en los deslizamientos de tierra.
Testimonios del desastre
Basir Langoday, un habitante de la isla, contó que oyó gritos de socorro en una casa cubierta de escombros. "Había cuatro personas en el interior. Tres sobrevivieron, pero no la última", explicó a los periodistas. Langoday y otros vecinos hicieron todo lo posible para salvar al hombre, atrapado entre los restos. "Gritaba: apurense, no aguanto más".
"Comprendo la pena inmensa de nuestros hermanos y hermanas después de esta catástrofe", expresó el presidente indonesio, Joko Widodo, en un discurso a la nación.
"Los evacuados se han dispersado por todas partes, hay cientos de ellos en todos los distritos, pero muchas personas también se quedaron en casa", explicó Alfons Hada Bethan, jefe de la agencia de gestión de catástrofes de Flores oriental. "Necesitan medicamentos, comida, mantas", agregó.
Las precipitaciones complican la situación. "Creemos que todavía hay muchas personas sepultadas, pero ignoramos cuántas", dijo Bethan.
Los deslizamientos de tierra y las crecidas repentinas son frecuentes en el archipiélago de Indonesia, sobre todo en la temporada de lluvias. Los defensores del medio ambiente afirman que la deforestación favorece estas catástrofes. En enero, 40 indonesios murieron en las inundaciones en la ciudad de Sumedang, en Java Occidental.
La agencia nacional de gestión de catástrofes estima que 125 millones de indonesios, o sea alrededor de la mitad de la población del archipiélago, viven en regiones con riesgo de deslaves.