La temporada de premios 2021 tuvo anoche un nuevo capítulo con la 27° edición de los Screen Actors Guild Awards (SAG). La ceremonia, organizada por el voluminoso Sindicato de Actores de Hollywood –votaron más 160 mil miembros–, estuvo en perfecta sintonía con estos estos tiempos. En términos sanitarios, porque las 13 estatuillas fueron entregadas de manera virtual durante una brevísima transmisión pregrabada, una decisión tomada para favorecer al cuidado de los nominados. “En algunos casos, nuestros integrantes están en burbujas de producción, así que queríamos asegurarnos de que no íbamos a hacer nada que les impidiera trabajar”, había explicado la productora ejecutiva de los SAG, Kathy Connell, al portal The Hollywood Reporter. La sintonía también se manifestó en un palmarés que abrazó la diversidad como nunca antes, cuestión de dejar a todas las minorías contentas. Es así que si bien la ganadora del rubro principal fue El juicio de los 7 de Chicago, la única película con dos estatuillas fue La madre del blues gracias a sus dos protagonistas, los afroamericanos Viola Davis y Chadwick Boseman.
Los SAG no tienen el alcance mediático de los Globo de Oro, pero se trata de un reconocimiento de enorme relevancia dentro de la industria, ya que comparte una porción nada despreciable de electores con el Oscar. Ese “doble carnet” explica en gran parte por qué la película elegida en el rubro principal coincidió doce veces (sobre 26 ediciones) con la que semanas después se impuso entre los académicos, convirtiendo al SAG en uno de los termómetros más representativos del rumbo que podría tomar la gala más importante de la industria del entretenimiento. Sin ir más lejos, en la temporada pasada Parasite empezó a ubicarse seriamente en el radar de los especialistas luego de haberse llevado la estatuilla a Mejor Elenco.
¿Ocurrirá lo mismo con El juicio de los 7 de Chicago, que hasta ahora ha cosechado más derrotas que victorias? Parece difícil porque, a diferencia de otros años, la producción de Netflix no tuvo competencia directa con dos grandes favoritas como Nomadland y Hermosa venganza. Para ganar, entonces, debería darse algo que solo ocurrió con Corazón valiente, La forma del agua y Green Book, es decir, que los académicos se inclinen por una película que ni siquiera estuvo nominada por los actores. Al que parece imposible que se le escape el Oscar es a Chadwick Boseman. Fallecido en agosto del año pasado a raíz de un cáncer de colon, el protagonista de Pantera Negra ya había sido elegido como Mejor Actor en los Critic’s Choice y los Globos de Oro por su trabajo en La madre del blues, y ahora hizo lo propio para conseguir el primer SAG póstumo en la historia.
No fue la única alegría para los responsables de La madre del blues, ya que Viola Davis rompió todos los pronósticos quedándose con una estatuilla que parecía tener como destino asegurado las vitrinas de Frances McDormand por Nomadland. No parece sencillo repetir el doblete con Boseman el 25 de abril, ya que para encontrar una actriz y un actor protagónicos triunfando en el Oscar por una misma película hay que ir hasta 1998, cuando lo hicieron Jack Nicholson y Helen Hunt por Mejor…imposible. El tercer afroamericano reconocido anoche fue Daniel Kaluuya como Actor de Reparto por Judas and the Black Messiah, que continúa con su paso arrasador por una temporada que ya lo vio llevarse en los Globos de Oro y el Critic’s Choice. De ganar el Bafta el próximo fin de semana –donde su principal rival, Sacha Baron Cohen, no está ternado– Kaluuya prácticamente abrocharía su primer Oscar, ya que en los apartados interpretativos de reparto no hay antecedentes de una derrota luego de esos cuatro premios previos.
A los tres afroamericanos se sumó una surcoreana, coronando así la primera plantilla de ganadores de los SAG sin presencia de caucásicos. La elegida fue Youn Yuh-Jung, en lo que fue el único triunfo de la aquí inédita Minari. Con la que es indicada como su principal rival, Maria Bakalova por Borat Subsequent Moviefilm, volverá a cruzarse en los Bafta. Todo asoma como un mano a mano entre ellas, ya que son las únicas con presencia en la categoría Actriz de reparto de todos los premios de la temporada. Al igual que entre los hombres, imponerse en tierras británicas equivaldría a medio Oscar, por lo que Youn Yuh-Jung podría ser la segunda asiática en conseguir la estatuilla luego de Miyoshi Umeki en 1957 por Sayonara.
Los rubros televisivos no depararon sorpresas. Tal como había ocurrido en los Globos de Oro, The Crown y Schitt's Creek se llevaron el galardón al Mejor Elenco de una serie de drama y comedia, respectivamente. La producción de Netflix, que ya había ganado esta terna en 2020, sumó una segunda estatuilla como Mejor Actriz para Gillian Anderson, mientras que la comedia canadiense hizo lo propio con Catherine O'Hara. Schitt's Creek culmina así un extraordinario recorrido pandémico durante el que se llevó, además del Globo y el SAG, el Emmy. Entre los protagónicos masculinos de series se impusieron Jason Bateman por Ozark y Jason Sudeikis gracias a Ted Lasso, y en Miniserie ganaron Anya Taylor-Joy por Gambito de dama y el sufriente Mark Ruffalo por I Know This Much is True.