¿Se imaginan si en Argentina alguien dijera que va a nacionalizar todo el complejo exportador granario-oleaginoso y ponerlo bajo la administración de una empresa pública? 

 Las exportaciones de aceites, granos y derivados representa el 46 por ciento de lo que el país vende al mundo. Similar gravitación tiene para Chile el cobre, que equivale al 50 por ciento de sus exportaciones. 

 En las ventas de granos y aceites de Argentina a otros países, comercializadoras como Cargill, Bunge, Dreyfus, Nidera y demás firmas transnacionales tienen una posición oligopólica dominante en el mercado. No solo por ser los jugadores más fuertes. También porque comercian intrafirma. Por ejemplo, Cargill Argentina le vende soja a Cargill China. Está a ambos lados del mostrador. Así, estas firmas fijan un precio bajo cuando compran al productor argentino. Luego cuando exportan esa producción ya comprada, lo hacen al precio más alto que realmente se paga en el exterior. En esta intermediación, se quedan con parte de la renta que le correspondía al productor argentino.   

 En cuanto a Chile, país que los economistas neoliberales ponen como ejemplo, ¿con el cobre pasa lo mismo? En absoluto. El gran jugador hegemónico en la explotación y exportación de ese mineral es el Estado, a través de una empresa pública llamada Codelco (Corporación Nacional del Cobre de Chile). Es la productora de cobre más grande del mundo, representando el 10 por ciento de la producción a nivel mundial y el 33 por ciento de la producción de Chile, posición que le permite regular ese mercado en el vecino país. 

 ¿Cuál fue el origen de Codelco? La expropiación que en 1971 se hizo de las empresas privadas y trasnacionales que explotaban el cobre en Chile. ¿Quién hizo esta expropiación? El gobierno comunista de Salvador Allende. Luego, en el golpe de estado de Augusto Pinochet que lo derroca, se implementaron reformas económicas que fueron el experimento neoliberal de Sudamérica.  Pero con una estratégica excepción. Al cobre no lo privatizaron. Es más. Las compañías expropiadas no solo que no fueron devueltas sino que se unificaron en la empresa estatal Codelco. Y para que nadie la toque, Pinochet creo la Ley Reservada del Cobre: el 10 por ciento de las utilidades por exportaciones de Codelco va directamente a las Fuerzas Armadas de Chile. Lo que significa que todo neoliberal que quiera privatizarla, primero tiene que animarse a convencer a los militares chilenos.

 Esto que es medular para entender la economía chilena en general no es explicado cuando se la analiza. Al contrario, se pasan hablando de las reformas liberales de Chile pero omiten ese punto central. En otras palabras, silencian que el país trasandino obtiene su máximo beneficio exportador competitivo gracias a las medidas que tomó un presidente comunista: Salvador Allende.

 Entonces, cuando los neoliberales vernáculos digan que Argentina tiene que imitar a Chile, lo primero que se debería hacer entonces es en expropiar las transnacionales que manejan el complejo granario y oleaginoso. Esta sería la mejor copia del modelo chileno.

* Doctor en Derecho Público y Economía de Gobierno. Docente de la Universidad Nacional de Avellaneda.