El Centro Cultural La Toma se fue ayer del Concejo con las manos llenas de solidaridad. Con una "contundente movilización de trabajadorxs y organizaciones populares y la acción decidida de una mayoría legislativa solidaria", el legislativo local rechazó ayer la "improcedente pretensión" del concejal de Juntos por el Cambio Agapito Blanco de "cuestionar el establecimiento en manos obreras". Desde La Toma recuerdan que llevan 20 años "resistiendo el desalojo que impulsan un puñado de carroñeros y especuladores". 

Blanco había pedido informes sobre una supuesta "irregularidad" del lugar. "Lxs trabajadorxs somos los primeros en solicitar la regularización del lugar. Y si se retira la orden de desalojo y se cierra el expediente como se ha propuesto en varias oportunidades y desde distintos sectores somos los primeros en liquidar este asunto", expresaron desde la Comisión Gremial del Centro Cultural La Toma. 

Para quienes sostienen ese espacio cooperativo desde que el predio fuera abandonado por los empresarios, estos embates son parte de un plan. "Mientras un puñado de carroñeros impida la solución, solicitando la ejecución de la orden de desalojo, solamente deberemos mantener la movilización, la resistencia y la utilización pública y solidaria del establecimiento ocupado desde hace 20 años", expresaron. 

El espacio del que Carlos Ghioldi es el referente más visible tiene en claro que "el único camino será seguir la política de resistencia, solidaridad y lucha colectiva que hemos impulsado estos 20 años, y que debemos profundizar todos los años que hagan falta". 

Desde La Toma agradecieron el acompañamiento de Sindicato de Correos (MSR), Sindicato Judicial (MSR), CTA de lxs trabajadores, ATE Rosario, Sindicato de Cadetes, APDH, AMMAR, CEPeTel, FUR, todas organizaciones que ingresaron al edificio del Concejo municipal para exponer con los trabajadorxs en lucha, organismos de derechos humanos y otras organizaciones que hicieron presentaciones previas. 

"La enorme solidaridad recibida nos genera la inmensa responsabilidad de profundizar la lucha por la defensa de este lugar. Mientras esté en manos de sus trabajadores, La Toma será la casa de aquellxs que luchamos por un mundo más justo", expresaron desde la Comisión Gremial del Centro Cultural La Toma.