Científicos de la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, identificaron en la zona de California un caso de la nueva variante "doble mutante" del coronavirus que fue detectada por primera vez en India. Es la primera constancia de su presencia en territorio estadounidense.
Los investigadores del Laboratorio de Virología Clínica de Stanford detectaron esa variante la semana pasada en una persona infectada con coronavirus, lo cual daría la pauta de que se está extendiendo rápidamente por el mundo.
"Esta variante tiene la mutación L452R que encontramos también en la cepa californiana, así como otra mutación significativa, la E484Q", dijo a la agencia de noticias EFE la portavoz de Stanford Health Care Lisa Kim. Además del caso confirmado, los investigadores están siguiendo a otras siete personas que se sospecha que también podrían haber sido infectadas con esa variante.
El nombre de “doble mutante” con el que fue bautizada se debe a que es una variante que sufrió dos mutaciones que le permiten acoplarse con mayor facilidad a las células. Por el momento se desconoce si resulta más infecciosa que otras cepas o si tiene mayor resistencia a los anticuerpos de las vacunas.
A finales de marzo, el consorcio indio sobre genómica del SARS-CoV-2 (Insacog), una agrupación de diez laboratorios nacionales formada por el Ministerio de Salud y Bienestar Familiar, confirmó que esta nueva mutación se detectó, sobre todo, en el estado occidental de Maharashtra tras varias pruebas en la secuenciación del genoma del virus.
"El análisis de muestras de Maharashtra ha revelado que, en comparación con diciembre de 2020, ha habido un aumento en la fracción de muestras con las mutaciones E484Q y L452R", explicó el informe. También precisó que "estas mutaciones se han encontrado en aproximadamente el 15-20 por ciento de las muestras y no coinciden con ningún COV previamente catalogado".
Según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins, desde el inicio de la pandemia, 30 millones de personas se han contagiado por coronavirus en EE.UU. y más de 555.000 han perdido la vida.