La Cámara Federal de Casación Penal profundiza su conflicto interno, arrastrada por el escándalo de la connivencia de varios de sus miembros con el gobierno de Mauricio Macri. Dos camaristas plantearon en un oficio que el tribunal vive una "crisis de inédita y creciente magnitud" y reclamaron una reunión de todos sus miembros sin la presencia del presidente del cuerpo, Gustavo Hornos, uno de los magistrados cuestionados por sus visitas irregulares a la Casa Rosada.
El planteo quedó plasmado en un oficio suscripto por el vicepresidente de Casación, Alejandro Slokar, y la expresidenta del tribunal Ángela Ledesma, quienes ya habían cuestionado a Hornos y le venían reclamando sin éxito que convocara a una reunión de acuerdo general para debatir cuestiones vinculadas con su representatividad.
El nuevo reclamo se originó luego de que los jueces se enteraran esta semana que no sería convocada la reunión de acuerdo de Superintendencia prevista para este martes: allí se reúnen el presidente de Casación con los presidentes de las salas y se esperaba la asistencia de Mariano Borinsky (sala IV), también en el foco de las cuestionamientos tras revelarse sus múltiples visitas a Macri en la Quinta de Olivos. Pero desde el máximo tribunal penal confiaron que la Cámara atraviesa una suerte de "parálisis administrativa" producto de la desconexión entre sus integrantes que ya no logran reunirse ni siquiera a través de la plataforma virtual Zoom.
"Las circunstancias actuales, que lo inhabilitan para continuar a cargo de la cuestión que lo vincula, fuerzan a que se aparte en forma inmediata para el tratamiento por parte del pleno de una crisis de inédita y creciente magnitud, que merece la debida corrección", advirtieron Slokar y Ledesma en el texto con el que instaron a sus colegas a darse cita en una reunión plenaria.
La crisis en el tribunal se desató semanas atrás, cuando el entonces diputado y hoy ministro de Justicia, Martín Soria, reveló que el presidente de Casación había visitado en al menos seis oportunidades la Casa Rosada cuando gobernaba Mauricio Macri. Poco después otro juez de ese tribunal, Juan Carlos Gemignani, quedó en el foco de los cuestionamientos cuando, en el Día de la Mujer, saludó a sus colegas con un mensaje machista y misógino. La situación se agravó aún más cuando se difundió que el juez Borinsky había concurrido en al menos 15 oportunidades a la Quinta de Olivos para encontrarse con Macri.
En el Consejo de la Magistratura
Los tres jueces fueron denunciados ante el Consejo de la Magistratura; la investigación sobre la conducta de Hornos es la más avanzada dado que ya se dispusieron las primeras medidas de prueba. "Quizás Hornos no convocó a una nueva reunión de acuerdo porque ya decidió que solo dará explicaciones ante el Consejo", evaluó uno de sus colegas. De hecho, el propio Hornos había dejado trascender cuando se conocieron sus visitas a la Rosada que respondería ante el órgano encargado del control de la conducta de los magistrados y en las últimas horas presentó abogados defensores en el expediente que se le sigue.
En ese mismo expediente, el abogado Carlos Beraldi, representante de los empresarios Fabián de Sousa y Cristóbal López, acusó a Hornos ante el Consejo por haber ocultado en 2018 sus accesos a la Casa Rosada y, a la vez, su vínculo con el expresidente Macri. Beraldi recordó que el 15 de mayo de 2018 solicitó el apartamiento de Hornos, y de su colega en la Cámara Federal de Casación Eduardo Riggi, en la causa contra López y De Sousa por presunta defraudación al Estado. La motivación, según explicó el abogado en su denuncia, fue la profusión de "irregularidades" y la versión en distintos medios de que los magistrados habían mantenido "contactos previos" con funcionarios del gobierno de entonces.
"Es necesario tener presente que el expresidente Macri había mostrado un particular interés en la situación judicial de mis defendidos, López y De Sousa, manifestando que se sentía 'indignado' no solo porque los nombrados habían sido excarcelados, sino también porque le molestaba que en la causa se dispusiera un 'cambio de carátula'", señaló el abogado en su presentación. "Pocas semanas después de estas manifestaciones públicas del ex presidente Macri --completó Beraldi--, los jueces Hornos y Riggi suscribieron una resolución en sentido idéntico a lo que reclamaba el entonces titular del Poder Ejecutivo".
Beraldi recordó que en ese momento solicitó como medida de prueba que se constataran los ingresos y egresos a Casa Rosada y Olivos y que ese pedido fue rechazado "in limine" por el mismo juez que, ahora se sabe, mantuvo al menos seis encuentros con Macri. "La maniobra de Hornos, con el aval de Riggi, rechazando in limine su propia recusación, impidió que la incidencia tuviera un trámite procesal normal --concluyó el penalista--, el cual hubiera conducido a que quedara al descubierto la relación que, al menos Hornos, venía manteniendo con el presidente Macri."