Estados Unidos e Irán calificaron de "constructivas" las negociaciones indirectas que comenzaron este martes en Viena para intentar salvar el acuerdo internacional sobre el programa nuclear iraní.
"Vemos esto como un paso constructivo y ciertamente bienvenido", dijo a los periodistas el portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Ned Price. Su país participa de manera indirecta por primera vez desde la llegada al poder de Joe Biden. En un video difundido en Irinn, la cadena pública de información, el jefe de la delegación iraní, Abbas Araghchi, consideró por su parte que "en su conjunto, la reunión fue constructiva".
La primera reunión de la comisión mixta este martes fue "fructífera", anunció el embajador ruso para las organizaciones internacionales, Mijail Ulianov, tras un encuentro de dos horas de los miembros del Plan de Acción Integral Conjunto (PAIC): Irán, Alemania, Francia, el Reino Unido, China y Rusia, bajo la égida de la Unión Europea (UE).
"La restauración" del acuerdo alcanzado en 2015 y socavado por la retirada en 2018 de Estados Unidos "no se producirá inmediatamente", tuiteó el diplomático. "Pero lo más importante, (...) es que el trabajo práctico para conseguir este objetivo ha comenzado".
Dos grupos de expertos se consagrarán a ello "durante 15 días, un mes, no sabemos", había advertido un diplomático europeo. La comisión mixta tiene previsto reunirse de nuevo el miércoles por la tarde. Las discusiones tienen lugar en un hotel de lujo de la capital austríaca, a dos pasos de otro gran hotel donde se aloja la delegación estadounidense.
A Estados Unidos, cuyo enviado Rob Malley llegó hacia el mediodía a Viena, se le va informando sobre su avance a través de los europeos, ya que Teherán rechaza cualquier contacto directo. "Tendremos que hacer un trabajo de hormiga para examinar las sanciones y ver lo que se puede hacer para que Irán obtenga las ventajas que el acuerdo tenía previsto ofrecerle", señaló Malley.
- "Realista y prometedora" -
Washington había enviado señales positivas al expresar su disposición a "levantar [las] sanciones que están en contradicción con el acuerdo", según palabras del emisario estadounidense a la cadena pública PBS. Irán calificó el martes esas declaraciones de "posición realista y prometedora", que "podría ser el inicio de la corrección de un mal proceso que había llevado a la diplomacia al punto muerto".
En cuanto esas medidas punitivas que asfixian la economía iraní se levanten, Teherán prometió cumplir con sus obligaciones nucleares, de las que se liberó progresivamente tras la retirada de Estados Unidos del acuerdo. Araghchi reclamó "el levantamiento de las sanciones de una sola vez".
El nuevo presidente estadounidense aseguró que está dispuesto a volver al acuerdo firmado en 2015 en Viena, que busca que Irán no se haga con la bomba atómica. Su predecesor Donald Trump lo había denunciado unilateralmente en 2018 y había restablecido e incluso endurecido las sanciones contra Teherán.
"Nos preocupan los programas de misiles balísticos de Irán (...), sus actividades en la región. Queremos hablar de ello. Pero nos interesa abordarlo cuando hayamos dejado a un lado la actual cuestión nuclear", puntualizó Malley a la radio NPR.
- Un "logro importante" -
El inicio de estas discusiones "es un logro importante, que muestra que Estados Unidos, así como Irán, quieren romper la inercia", comentó en Twitter Ali Vaez, de la organización de prevención de conflictos International Crisis Group. El secretario general adjunto del Servicio Europeo de Acción Exterior, Enrique Mora, " subrayó en Twitter: "debemos aprovechar este espacio diplomático para reconducir el PAIC".
Para Kelsey Davenport, responsable de la política de no proliferación en la Arms Control Association, este formato con intermediario no es el ideal, "pero la UE está bien situada para salir del punto muerto y coordinar las medidas necesarias para restaurar el acuerdo". Esta experta exhorta a un "primer gesto audaz de ambos lados para insuflar un impulso al proceso y demostrar la voluntad política de cada uno".
Washington podría, por ejemplo, desbloquear "el acceso a las transacciones financieras extranjeras y facilitar la ayuda humanitaria" --medicamentos y equipos médicos, en particular--, dice Davenport, mientras que Teherán podría dejar el enriquecimiento de uranio al 20por ciento. Pero la tarea no será fácil, alertan los expertos. Davenport advierte de "todos aquellos que quieren torpedear el acuerdo" tanto en Estados Unidos como en Irán y considera así que los negociadores deben "actuar rápido".
El anuncio de la semana pasada del diálogo con intermediarios europeos entre Estados Unidos e Irán fue una de las primeras señales tangibles de progresos en las gestiones para que ambos países vuelvan a cumplir con el histórico acuerdo de 2015.