Ya pasaron más de tres años desde aquel 11 de diciembre de 2018, cuando Thelma Fardin durante una conferencia de prensa pudo poner en palabras de forma pública el abuso que sufrió cuando tenía 16 años de parte del actor Juan Darthés, quien en ese momento era su compañero de trabajo.
El hecho sucedió mientras realizaban una gira teatral de la novela juvenil e infantil “Patito feo” en Nicaragua y el 4 de diciembre de 2018 la actriz radicó una denuncia penal sobre lo ocurrido en ese país. La Fiscalía de Género nicaragüense ordenó la detención de Darthés acusado de “violación agravada” e Interpol solicitó una orden de captura, pero el actor negó los hechos y para escapar de la justicia se mudó a Brasil, su país natal, que no posee extradición con Nicaragua, que sí existe en Argentina.
Cuando parecía que Darthés continuaría impune, el Ministerio Público Fiscal de Brasil tomó la decisión de acusarlo por el delito de violación, es la misma figura de denuncia que existe en Nicaragua, pero lleva otro nombre en su Código Penal por la diferencia idiomática. "Esta decisión le da una contundencia muy fuerte. Él se cubrió en la posibilidad que le daba su nacionalidad de no extradición, pero en su código penal Brasil tiene lo que traducido sería 'derecho de sangre' que significa que, tanto para el victimario como para la víctima nacidos en ese país, se podría pedir que se lo juzgue por derecho de sangre de la víctima, si yo fuera brasilera, por ejemplo. En este caso se pide por derecho de sangre del victimario. Esto en Argentina es algo que no tenemos, por eso yo nunca pude iniciar el proceso legal acá", explicó Thelma Fardin en comunicación con Las12.
La actriz aseguró que hoy la acompaña un nuevo abogado, el doctor Martín Arias Duval, especialista en derecho internacional y con una gran trayectoria en ese campo, además cuenta con el apoyo institucional de Amnistía internacional que ha tomado su denuncia como un caso testigo. "Se lo está acusando por violación agravada también en Brasil: esto yo lo vivo como una victoria porque después de tanto tiempo, tantos años y un proceso tan largo es fundamental saber que se nos está escuchando, es el tercer país que toma las riendas de la situación y dice no podemos tener a una persona acusada de un delito así sin que se ponga a derecho", aseguró.
Rodeada de sus compañeras del colectivo Actrices Argentinas, ese momento de denuncia en 2018 fue una demostración de la enorme fuerza y potencia que puede alcanzar un grupo de feministas organizadas, que se unen para enfrentar la violencia machista. Acompañar a una denunciante, tejer lazos de contención, organizarse y apoyarse, en este sentido contó: "Desde aquel día en la que se desbordó la línea 144 y aumentaron un 200 por ciento las llamadas, los feminismos y esa primera conferencia con Actrices Argentinas fueron el puntapié para que las instituciones empezaran a avanzar con este tipo de casos, a dar una respuesta con otros tiempos, los tiempos que tenemos las mujeres frente a las injusticias que tiene el sistema y su burocracia. Pero me parece que es un muy buen ejemplo de cómo a partir de la organización colectiva, logramos avances que sientan un precedente. Los tiempos de la justicia siguen siendo revictimizantes pero de alguna forma eso fue una imagen que dio fuerza, lo importante siempre es lograr que la valoración de la palabra de quienes denunciamos tome otro lugar, la batalla más importante es lograr que el lugar de la víctima deje de estar estigmatizado."